domingo, 9 de enero de 2011

una entrada de Mayte

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Como es algo que querría haber escrito yo tal cual, reproduzco esta entrada de Mayte Sánchez Sempere en su blog (aquí). Lo suscribo al cien por cien y no tengo más que añadir.

Con los ojos abiertos y la boca cerrada.

Así he pasado la mayor parte del pasado año, fijándome bien en lo que sucedía a mi alrededor y dejándolo reposar. He visto ascensos y descensos, amigos y enemigos, amor y odio, cambios de rumbo y de vida, de local, de día de la semana... en fin, lo que viene siendo un año movidito en lo que a la poesía, o mejor, al sub-mundillo poético madrileño se refiere. El mantenerme un poquito al margen, pero sin pasarme, el ser una espectadora atenta, el escuchar mucho y hablar poco me ha dado una visión de conjunto que posiblemente pocos compartan, suele pasar. No por nada, sino porque cada uno tiene su propia visión. Bueno, pues de eso se trata ahora, de compartir esas diferentes visiones del panorama. Eso si, por favor, sin crucificar a nadie, que ya nos vamos conociendo...


Veo (y no en una bola de cristal) que mucho se mueve alrededor del interés. Que el amor a la poesía pasa por el YO antes que por ningún otro sitio, que triunfan los eventos en que uno puede obtener algún aplauso, que hay quienes no tienen público no por falta de méritos sino por falta de influencias. Veo que todos dicen que no les importa publicar pero hay tortas para ir allí donde se anuncia que habrá antología, que lo que ayer era un vergonzoso negocio hoy es cultura porque lo organizo yo. Veo que interesa más el cotilleo que el arte, el chismorreo que la cultura. Veo, con bastante tristeza, que los egos se disparan y sus legiones de admiradores les siguen, por si se les cae algo por el camino. Veo autobombos injustificados, orgullos hinchados, egos desproporcionados...

Veo todo eso y también veo magníficos poetas de una humildad envidiable, poetas currantes del verso y la vida, poetas siempre alerta, siempre despiertos. Pero estos últimos son los menos.
 
Creo que seguiré mirando un poquito desde fuera, nunca tuve vocación ovina y a estas alturas de mi vida me siento incapaz de fabricar la miel del hipócrita.
 
Mayte Sánchez Sempere

33 comentarios:

jorge dijo...

Sin conocer el mundillo: Excelente texto.

Una mirada indudablemente inteligente.

mjromero dijo...

Mi aplauso.

julia rubiera dijo...

esta asturiana te aplaude y te manda un beso.

Adolfo González dijo...

La misión de los poetas es escribir y ya está. Lo de las publicaciones y demás viene por sí solo en su debido momento. La humildad, a menudo, es una pose. Ego tiene todo el mundo. Objetividad y sinceridad, casi nadie. Por ejemplo, Ángel González, al que admiro, era falsamente modesto, pues de sobra sabía que la obra que hacía era muy superior a la de otros. La superioridad existe. Y los complejos, tanto de superioridad como de inferioridad, también. Si Ángel González, ya que lo cito, hubiera dicho "mi obra es muy buena" habría dicho lo que pensaba realmente. Pero claro, para conseguir esa obra, tuvo que ser autocrítico y tener conocimiento de lo que otros hicieron antes. En cuanto al mundillo poético y sub-poético que dice Maite, no tengo ni idea de qué se trata. Lo poético, para mí, es el poema que aún no ha encontrado su forma y no otra cosa.

Isolda Wagner dijo...

Lo suscribo también y prefiero quedarme con: "Veo todo eso y también veo magníficos poetas de una humildad envidiable, poetas currantes del verso y la vida, poetas siempre alerta, siempre despiertos. Pero estos últimos son los menos"
Y cierro la boca y leo. Besos para Mayte y para ti, por traer ese texto.

Horacio Holiveira dijo...

Amén.
Y suscribo también el comentario de Adolfo González.

Supongo que en ese, como en todos los mundillos, tiene que haber de todo.

PD: A mí me ponen nervioso los aplausos después de recitar, prefiero ese silencio sepulcral que se instala en medio del poema. Bua, eso sí que es la hostia. Los aplausos que se los queden los de las influencias.

Sofía Serra dijo...

Contesto a Adolfo González: la humildad sólo consiste en saber que hay alguien además de uno por mucho que nuestro ego nos tire. Por eso Ángel González fue humilde sinceramente. Porque por muy bueno que el se sintiera, siempre dejaba espacio a la duda , dejar ese espacio a la duda es permitir existir al otro dentro nuestra.
Puedes tildar a estas actitudes de pose, pero, si lo fueran, siempre serán poses que dejan espacio al otro, y eso es lo fundamental.
A Mayte un abrazo muy grande, a ti otro por re-publicarla. Yo lo veo todo desde fuera. Cuando mínimamente me he internado, y ha dado la casualidad de que ha sido en Madrid, he sentido cosas que poco tienen que ver con la Poesía.
Pero bueno, igual que en cualquier otro gremio, el de los taxistas, funcionarios, jueces o empresarios pongamos por caso...lo dicho, gremios, nada que ver con la Poesía.

José María Alloza dijo...

¿Será qué las/los poetas son mujeres /hombres cómo los otras-otros…?
Un abrazo a los dos.

SIL dijo...

Veo todo eso y también veo magníficos poetas de una humildad envidiable, poetas currantes del verso y la vida, poetas siempre alerta, siempre despiertos.

AHI LATE LA ESPERANZA DE LA VERDADERA POESÍA.

BESOS A LOS DOS.

GRACIAS, JOSE

SIL

virgi dijo...

No conozco el cotarro, pero lo que dice es válido en Madrid, aquí y en NYC. Y además, muy preciso y sin andarse por las ramas.

SIL dijo...

DE LUJETE EL BLOG DE MAYTE, YA LO PUSE EN LA MIRA.

GRACIAS, POETA

SIL

Unknown dijo...

Bravo, Mayte.
Basta con estar un tiempo alejada del mundo poético, quedándose a mirarlo para que todo parezca, a veces, una bufonada.
Qué bueno eso de "nadie quiere publicar pero se dan tortas". ¿No es más sincero reconocer que, por supuesto, sí queremos publicar, pero no a cualquier precio? Si no quisiéramos que se leyeran nuestros versos, nos dedicaríamos a escribir diarios.
Será que me hago mayor, pero prefiero mi cueva a andar como un mendicante por los bares de Madrid escuchando al último descubrimiento que no me dice absolutamente nada y que me cuenta en un poema la textura de su papel higiénico.
Boutades ya, las mínimas.

VICTOR VERGARA dijo...

Tremendo. Lo desconozco tanto en Madrid como en Sevilla, pero no me cabe duda de que debe de ser la visión de la realidad.
A mí personalmente me espanta este panorama. Es la ley de la supervivencia, la ley de la jungla. Es todo muy mezquino ¿no? y tan poco poético...

Un abrazo, Jose.

Jose Zúñiga dijo...

Creo que lo cono ces, Jorge: en el Hope, a su modo, también pasa.

Jose Zúñiga dijo...

Es que Mayte lo cuenta muy bien, mj.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Lo mismo digo, ozna.

Jose Zúñiga dijo...

Los poetas no tienen una misión, Adolfo, salvo los iluminados. Pero entonces se convertirían en profetas. Ya sabes, la poesía es un arma cargada de cagadas y de mucho amor propio. Los poetas, como dices, a lo suyo, que es escribir. Y dar a conocer lo escrito si lo estiman digno, lo que ya es mucho decir por mucho que todos pequemos.

Jose Zúñiga dijo...

Eso es, Isolda, siempre en positivo.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Después de recitar un poema, Horacio, sobran aplausos, creo. Si es un recital completo, pues tampoco viene mal un poco de reconocimiento; o de cabreo, que no tiene todo que parecer bien. La poesía es más recogida que, por ejemplo, la canción. A mí me gusta que me aplaudan cuando acabo un tema, pero no me apasiona que lo hagan al acabar un poema. Complejo tema.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Pues qué quieres que te diga, Sofía: que me parece muy puesto en razón lo que dices.
Bs

Rafael Arenas García dijo...

No conozco ese mundo ni de lejos; pero no me extrañaría que fuera así, como lo cuenta Mayte y suscribís muchos. Y no me extrañaría porque, como han dicho también otros comentaristas; así son casi todos los mundos. Quizá en la poesía se parte -erróneamente- que el poeta tiene algo de etéreo, espiritual, entregado a algo que le supera que le habría de conducir a ser diferente, superior a quien no escribe poesía (o lo intenta). Seguramente esta apreciación es un error, cuando el poeta no escribe actúa, probablemente, como cualquier otra persona, guiada básicamente por el interés propio (la persona legítimamente egoista, que tan necesaria es para el análisis económico). Y esto incluye también su tarea "parapoética" (organización de recitales, antologías, concursos, etc.). Ahí obrará en busca del propio interés, es lo lógico.
A veces me sorprenden las críticas feroces (en el blog de Crítica poética y contracrítica, por ejemplo) contra actitudes que, multiplicadas por diez, casi todos observamos a diario en nuestro trabajo (nada poético, por cierto).
Me ha interesado mucho también la reflexión sobre humildad real o impostada que ha introducido Adolfo. Creo que no hay contradicción entre una actitud humilde y el reconocimiento de la propia valía, y más en un mundo de egos como puede ser el de la poesía (y otros, yo estoy en la Universidad y ahí también se aprecia un concurso de egos que da gusto verlo). A mi la clave sobre esto me la dio una entrevista con Fernando Alonso (sí, sí, el de la Fórmula 1 ¡qué cosas!). Estaban en los boxes durante el fin de semana de un gran premio y le preguntó un periodista "¿eres el mejor del mundo?" y Alonso respondió: "Sí" y añadió, "y ves a ése", y señaló a otro piloto, "ese también se piensa que es el mejor del mundo", señaló a otro piloto que pasaba por allí y dijo "y ese también y el de más allá también; y el que no piense que puede ser el mejor del mundo que se dedique a otro negocio".
Me parece una reflexión muy apropiada. Hay ámbitos en los que tienes que pensar que eres bueno, que tienes algo que aportar, porque si no lo crees, mejor dejarlo; pero al mismo tiempo hay que ser consciente de que los demás también pueden ser los mejores, también se lo creen y también tienen algo que aportar. En la poesía seguramente pasa algo así. Uno tiene que creerse que aportará algo propio, orginal (aunque luego no sea cierto) y ser, a la vez, consciente de que no está solo, de que otros le precedieron, otros le acompañan y otros le seguirán.
Como siempre, abrazos.

La Solateras dijo...

Es el eterno dilema de qué es bueno y qué no lo es. Me parece muy acertado el texto y también el de Adolfo, porque lo cierto es que todos tenemos una pequeña dosis de vanidad, la suficiente para que nos empuje a publicar, vía internet o impreso. Si no fuera así, escribiríamos cada uno en nuestro disco duro o en un bloc cuadriculado. Lo que creo que hay que tener es humildad para admirar lo bueno de los demás y estar dispuesto a aprender cada día.

Jose Zúñiga dijo...

Como siempre, muy atinado comentario, Rafael. No conocía la anécdota de Fernando Alonso, pero me parece muy ilustrativa: así debe ser, en poesía y en todo lo que uno se propònga con ganas e ilusión.
También me ha dado que pensar el comentario de Adolfo, y es que Adolfo puede gustar o no en sus comentarios, pero sabe lo que dice.
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Totalmente de acuerdo, Ana, en eso estamos y estaremos, al menos yo, hasta que me muera.
Bs

VICTOR VERGARA dijo...

Son famosas históricamente las rivalidades, las lides, los duelos, entre artistas en sus distintos palos: pintores, escultores, literatos, músicos... (Quevedo/Góngora)

Mas a mi parecer creo que es la hora de hacer Arte por el Arte. Esto le libera de esclavitudes y dependencias. Las competiciones en Arte creo que lo emponzoña, pues no se trata de ver quién llega primero a la meta (como en Fórmula1) sino de la simple y llana expresión de profundos sentimientos individuales (e incluso de sentimientos de un colectivo determinado) El artista no tiene que medirse con nadie, sólo tiene que aprender a llegar a los corazones, darle expresión a sus sentimientos de una manera que no sea burda, tosca y vulgar.

El "Quítate tú pá ponerme yo", como dice el son cubano, no debería de existir en el mundo del Arte. Además eso es la mentalidad del miedo y la escasez. Creo que hay lugar para todos y mientras más expresiones diferentes aparezcan y coexistan más debemos de felicitarnos, pues más nos enriqueceremos en sensibilidad y como personas.

Otra cosa es cuando estamos pensando en Economía (modus vivendi) y en Psico-sociología (complejos no resueltos, etc. Los Egos.)

Abrazos.

Mayte Sánchez Sempere dijo...

Que vengo...

Gracias por los aplausos, los comentarios, los abrazos y los besos.

Vamos al lio. Así en general, mi visión de la poesía y del arte se aleja bastante de cualquier competición, por eso no encuentro sentido a que nadie se crea el mejor del mundo. Sí entiendo que quien tiene calidad sea consciente de ello y no utilice esa cómica falsa modestia. Yo, por ejemplo, sé que dibujo bien y no me dedico a decir "ay, no, por dios, como me decís que es bueno, si no vale nada..." Eso no es humildad, es tontería y ganas de oir a los demás insistir en lo bueno que eres. Eso no quita para que sea mi crítica más severa y no me pase un error. Pero aparte de eso, en poesía no creo que nadie, ni premios nacionales ni poetas consagrados, pueda decir que ha llegado a la meta. Y competir entre aprendices, entre últimos monos, es, sencillamente, absurdo. Salvo, como dice Victor, que estemos hablando de otra cosa, es decir, publicación, subvención, mi nombre más grande en el cartel... actitudes miserables y dignas de divas trasnochadas. Como dice Adolfo, cuestión de complejos.

Suscribo pues las palabras de Victor, es hora del Arte por el Arte, sin subvención ni competición. ¿Por qué? Pues porque ahora el arte por el arte es revolucionario, crear sin motivos económicos, sin rentabilidades, al margen de la "industria cultural" es un lujo de libertad. Yo prefiero esa libertad a la esclavitud del mercado. ¡A las barricadas del arte! je je je

Abrazos a tooooodos.

Jose Zúñiga dijo...

Toda mi vida (y ya es larga) he practicado literalmente el arte por el arte con mejor o peor fortuna, Víctor. Es ahora cuando empecé a moverme en estos mundos procelosos de ediciones, grabaciones y baretos. No sé si hice bien, no me arrepiento. Pero pienso que antes era más inocente en el buen sentido de la palabras.
Y ya me aburro.
Un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Nunca se llega a la meta, Mayte, y menos cuando lo que se practica es el arte por el arte.
En verdad, y con los matices propios de ta peliagudo tema, creo que hay un punto de coincidencia en los comentaristas; eso quiere decir que algo está pasando: Y que diste en la diana suscitando eltema.
Gracias por prestarme tus palabras. Y gracias a todos los que aquí han dejado su opinión.
A las barricadas pues!
Bs

Leonardo dijo...

¡Qué pena llegar tan tarde, pero currar no siempre nos deja el tiempo!
Si es verdad (en parte) que de la poesía no vive nadie, yo me he ido dando cuenta de que de ser poeta sí se puede vivir. Y me parece que es algo que ocurre actualmente en Madrid o en cualquier otro lugar. Cada ciudad tiene su concurso, sus poetas oficiales, igual cada barrio y en cada barrio cada círculo donde hay uno que reina, algunos príncipes y otros que aplauden. Todos, como lo señala Mayte, consideran que el panorama poético a su alrededor da lástima, salvo uno o dos amigos, y un dios inalcanzable (pongamos en España Gamoneda para unos, Angel González para otros, es un ejemplo). Pero basta con tener la figura y ese pequeño auditorio para ser poeta, ser invitado a recitales y lecturas, y poco a poco oficializarse y hasta entrar en el Pen Club y empezar a viajar por el mundo entero. No importa que sólo hayas publicado un libro, ya eres escritor (y ni qué decir cómo te ves a ti mismo, lo de Alonso está clarito!)
(sigo)

Leonardo dijo...

También he observado que con esto de los blogs (y, vamos, los concursos) los poetas hemos aumentado de manera exponencial, y eso en todo el mundo. Y hay cosas buenas y malas, pero me sorprende que hay muchas cosas que son de una relativa calidad y se vuelve muy difícil distinguir quién es mejor que otro, aunque los haya, qué obra parece más sólida, más universal, más coherente. Como por lo general todo es cuestión de gustos (y los que aman a Gamoneda detestan a González y argumentan para considerar quién hace de veras poesía -es un ejemplo), finalmente cada uno de esos poetas tiene sus lectores, cada uno de los blogueros también conseguimos los nuestros y cada asociación o revista poética obtiene su círculo restringido de lectores.
El ego, de acuerdo con Adolfo. Todos lo tenemos y la humildad, claro, es una pose. Ahora, no creo que lo de la publicación venga así como así, en su debido momento. Para publicar, en la gran mayoría de los casos, hay que tener algo de comerciante, y saber vender su mercancía. Pero, obvio, todos lo anhelamos y, me imagino, por ser mi caso, que el no ser publicado representa una (o no tan) secreta frustración, aunque se aprenda a vivir con ella y a seguir escribiendo, pese a todo o porque se es incapaz de abandonarlo.
Perdoná la extensión, pero creo que es un tema caliente en estos medios.
Un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

En algo disiento contigo, Leonardo: a mí me gusta Gamoneda y me gusta A. González, su posía me llega en ambos casos. Será que es poesía.
En cuanto a lo de publicar, tienes razón: hay que tener algo de comerciante, o mucho. Y yo de eso, poco. Yo he publicado, pero te aseguro que no por ello me siento ni más poeta ni más feliz.
Abrazo

leonardo dijo...

Lo de Gamoneda y González lo digo como ejemplo por haberlo visto en alguna parte. A mí, igual, me encantan los dos, y a los dos les debo mucho. Pero me he dado cuenta de que suscitan unos cuantos 'odios'.
Por lo de la publicación, claro, eso no cambia a la poesía, creo, a ella no le afectan esas cosas pero a algunos cuantos humanos sí.
Me fui a dormir pensando en que todo esto de los grupos no es malo en sí, hay una gran actividad, un lleno de energía creadora y de la cual saldrán sin duda muy buenas cosas, como ha ocurrido siempre, pues los grupos cumplen una función. Pero vivimos en un sistema de 'estrellificación', de vedetariado express bastante pernicioso que aunado al ejercicio permanente del elogio mutuo puede subirle a cualquiera los humos y, en particular a los más jóvenes.
Espacios como éste donde se puede criticar sin que haya cabreo, no son, finalmente, tan numerosos como podría esperarse. Y esto último era un piropo para ti,
con un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Es cierto, Leonardo, suscitan filias y fobias irreconciliables, estos dos y otros tantos. A mí me da igual, me gusta la buena poesía en cualquier formato; lo mismo te digo que hay muy mala poesía en portas que en general me gustan.
Tengo mucho que agradecer a cuantos pasan por aquí. Pero lo que más, aparte el cariño, el respeto y la libertad que siempre han mostrado cuando se ha suscitado un tema, digamos, espinoso.
Abrazo