miércoles, 31 de marzo de 2010

romance del perdido sin remedio (y 3)

.
Fluye el río de aguas mansas
en pos del cercano ocaso,
sin tumbas que lo amortigüen
ni cipreses en el páramo.
El aire, que ya no es aire,
arrastra densos presagios
que inquietan al caminante.
¡Ay, qué aliento en el costado!
¡Ay, en el centro qué llagas!
Los muertos, los olvidados,
los perros de mala baba,
los sanguinarios, los bárbaros,
forman de a tres. Frente a frente,
la muralla va cercándolo
con sus llagas en el centro
y su aliento descentrado.
Los puños se despellejan.
Cae la noche. Sigue andando
bajo un cielo sin estrellas.
El camino se ha estrellado.

¿Qué oscuridades te aguardan,
caminante? No hay camino.
Ni mares. Ni cementerios.
Ni olivares.
                 Sólo atino
a pisar cantos rodados,
no piedras de bravo filo
que pudieran desangrarme
tanta sangre que me ha herido,
no rastrojos inclementes,
no aguijones de cuchillos
acerados, no alacranes
venenosos. Sólo piso
caminos de caminantes
que no van a ningún sitio.
Sólo un rumor me acompaña
donde debiera haber gritos
de rabia, de tanta furia,
de tanto dolor cansino.
¡Dónde, dónde el cementerio
que acoja mis restos tibios!

Perdido está el caminante
sin remedio, está perdido.

martes, 30 de marzo de 2010

romance del perdido sin remedio (2)

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Busca cipreses el hombre
al tiempo que busca olvido.
No tiene nombre, lo tuvo:
lo perdió por el camino.
Si alguien le pregunta, duda,
pero, al fin, responde: “Amigo
que preguntas, qué te importa
mi nombre de fugitivo.
Tuve casa y tuve nombre,
ahora soy ave sin nido,
soy hombre sin nombre. Tengo
frío y sed, dame tu abrigo”.
Hay gente que le responde
y gente que echa el pestillo.
Camino del cementerio
tan cercano, su destino,
tanto da, nada le importa.
Entre locos y mendigos
la tarde va declinando.
Tiembla el aire. Fluye el rio.

lunes, 29 de marzo de 2010

romance del perdido sin remedio (1)

Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar

Un hombre por la vereda
camina. Va caminando
sin prisa, casi dormido,
al borde de los castaños,
con su sombrero de paja,
con su hatillo y sus zapatos
gastados de tanto andar.
Lentamente, paso a paso,
al borde del precipicio
camina —lento, despacio—.
Las estrellas son su techo,
un paraguas su cayado
y su cama, cuando duerme,
un lecho de acantilados.
Camina sin rumbo fijo
el caminante. Sus pasos
lo alejan, quiere alejarse
parte a parte, lado a lado.
El hombre busca cipreses
en la inmensidad del páramo.



domingo, 28 de marzo de 2010

cambio de hora

.
Ahora que ya no sé si son la una
o las dos o la tres,
casi llena la luna,
casi domingo en rama;
ahora que te adormeces
mientras por la ventana
se filtran los efluvios del botellón cercano;
ahora, con el estruendo de la Eroica
corriendo por mis venas;
ahora, que ya te duermes mientras velo,
ahora,
precisamente ahora,
no quiero cambiar nada. Ni el horario.
Ya veremos mañana. Es decir,
hoy.

No descarto que quiera
cambiar todos los cambios que nos venden
con premeditación y alevosía.
Ahora, precisamente ahora
que no sé qué hora es,
tengo la sensación de que me están tomando
por idiota. Veremos.



sábado, 27 de marzo de 2010

Sobre sonetos y romances: Navarra nos educa el oído

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Navarra nos educa el oído
RAMÓN IRIGOYEN


"En la tarde del pasado lunes, organizada por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Madrid, se inauguró, en el museo de la Ciudad (Príncipe de Vergara, 140), la primera edición de Navarra. Muestra de Literatura 2010. Sabiamente, en el lema se ocultaba que eran unas jornadas dedicadas fundamentalmente a la poesía porque ya se sabe que este género literario el pueblo llano, el pueblo en cuesta y el pueblo que nos parió y bautizó lo consideran lo que, con lenguaje ofensivo para homosexuales y resto de la sociedad, se llama una mariconada. Pero ¿es la poesía una estupidez sensiblera que pone en fuga al público? ¿Como los poetas, no tienen hasta los gángsteres, al menos, a ratos buenos sentimientos? Una parte importante de la poesía expresa los sentimientos de amor, odio, alegría y tristeza que experimentamos todos los seres humanos. Existe también la llamada poesía pura, que, en los años veinte del siglo pasado, se escribió, sobre todo -además de como loable experimentación literaria- como un extraordinario intento de lograr dormir a las ovejas con un somnífero inocuo. Y, en este terreno, el éxito de la poesía pura fue total en Occidente.

(…)

¿Cómo se logra llevar a 200 personas a escuchar poesía? La respuesta es muy sencilla: siendo un buen organizador de actos culturales. Es cuestión de elegir bien los participantes -en este caso, un conferenciante, Tomás Yerro, y un buen equipo de poetas- y de enviar el número adecuado de invitaciones a las personas interesadas en este tipo de actos. Es doctrina de Perogrullo. Pero no todos los organizadores de actos culturales la tienen asimilada.

El profesor y escritor navarro Tomás Yerro -nacido en Lerín, la patria chica también de Amado Alonso, uno de los grandes lingüistas y críticos literarios del siglo XX- hizo una prodigiosa síntesis de la historia de la literatura navarra. El poeta y novelista Jesús Mauleón demostró que sus sonetos del libro La luna del emigrante, escritos hace más de 40 años, siguen tan vivos como cuando los Beatles eran muy jóvenes. Jesús Mauleón debutó como escritor haciendo lo que tendría que hacer todo poeta y, por supuesto, también todo prosista: escribiendo sonetos que también podrían ser sustituidos por romances.

El rigor del romance y del soneto, de entrada, educa el oído del escritor y le enseña a sintetizar los contenidos del discurso. ¿Por qué hay tantos cientos de prosistas -incluidos algunos novelistas premiados con el Cervantes- que han escrito novelas, ensayos y artículos periodísticos cuyo ritmo es tan mejorable? Por una sola razón: porque no educaron su oído escribiendo versos. Hasta el siglo XIX, los escritores comenzaban su carrera escribiendo versos. ¿Les enseñan a escribir versos a los estudiantes de periodismo para que eduquen su oído?

El lunes, presentaron el número 25 de la magnífica revista Luces y sombras, J. Jiménez Reinaldo, H. Larretxea, H. Alústiza, T. Gutiérrez de Caviedes y Y. Sainz.

El martes, Javier Asiáin, Marina Aoiz Monreal y Jesús Munárriz engancharon al público con sus excelentes poemas. Hasta las ranas lo bailan. La educación del oído a través del verso hace que el ritmo del discurso -ya sea en verso o en prosa- fluya feliz o, para desdicha del lector, se encasquille".

El País, RAMÓN IRIGOYEN 26/03/2010

callejero, 38: calle de Bordadores

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Alienta el crimen
entre los bastidores.
Punto de cruz.

viernes, 26 de marzo de 2010

callejero, 37: calle del Arenal

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Escupen soles
músicos ambulantes.
Pasa un abuelo.

jueves, 25 de marzo de 2010

callejero, 36: calle de Coloreros

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.
Suda las tintas
de todos los ropajes.
Medias de seda.

miércoles, 24 de marzo de 2010

velatorio

.
Vengo
de un velatorio
nada grave,
sólo un muerto
que me recuerda
a todos
los difuntos
que un día
se acordarán de mí.

martes, 23 de marzo de 2010

no hay cavidades blancas en las noches ardientes

.
Estabas a mi espalda. Sentí un leve aleteo,
un aire
de alfiler en mis vértebras.
Adiviné tus ojos, esos vitrales góticos,
escudriñando, amor, mis cicatrices.
Me estremecí. La noche del amante
siempre está al borde del acantilado.

Me adentro, me sumerjo
en el profundo lecho de tu cuerpo,
rompo el frágil cristal que te resguarda
de ciertas intemperies
y te busco,
y te exploro,
y te navego
y nunca
llego al fondo de tantas cavidades oscuras.
Eres inexpugnable, guardas silencio,
callas
como callan los faros que alumbran las mareas.
Y dejas que me ahogue. O que me queme.
La noche del amante es un auto de fe.

Vestiré el sambenito, calzaré el capirote,
caminaré sin prisa hacia la hoguera
en que se han convertido tus abrazos,
calibraré con calma si prefiero tu llama o tu silencio,
despejaré la incógnita que puebla tus entrañas:
me dejaré llevar por tus ausencias.

No hay cavidades blancas en las noches ardientes.

lunes, 22 de marzo de 2010

credo

.
Hace más o menos un año escribí este credo en el blog. Ahí se quedó, no ha sido publicado. El pasado jueves lo leí por vez primera en el recital “Versos para la construcción”, un acto en solidaridad con Chile celebrado en los Diablos Azules. Y hay gente que me lo ha pedido, así que lo vuelvo a colgar (con retoques mínimos).


Creo en todo lo incierto que remueve montañas,
en las incertidumbres de no saber mañanas ni fechas fijas en el calendario, en lo que va a venir sin esperarlo. Creo

en la fuerza imparable de las palabras dichas sin artificio alguno,
en el empuje de la inmensa masa de gente como yo
sin esperanza, con convencimiento (al decir del poeta).

Creo en la muerte como adiós a la vida sin lápidas ni cruces ni sandeces dichas solemnemente y a destiempo. Creo

en la soledad del hombre despojado de todos sus andrajos, renacido en los otros para ser uno y trino.

Creo en todas las cosas que dejamos al borde del camino por si alguien las recoge con templanza y las guarda en su almario.

Creo en ti, anónimo enemigo o indescifrable amigo, en todo lo que puedes hacer para cambiarme, para secar al sol tanta tristeza que no tiene motivo y sí remedio.

Creo

en que nada en el mundo es inmutable ni está escrito el momento en que ha de cambiar todo si así nos lo queremos.

Creo en la comunión de todos los que buscan y no encuentran, en el advenimiento de quienes han de hacernos solidarios sin mesiánicas dotes de profeta, en las palabras sin sentido llenas de sentimiento. Creo

en lo que puedo y en lo que no puedo,
en la resurrección de lo imposible,
en las calles abiertas, alamedas
que volverán a abrirse. Creo

en que se puede amar a mucha gente a la vez sin estar loco ni tampoco cuerdo, en los brazos de todos los abrazos, en la infamia de todas las mentiras, en el cuento sin cuento. Creo en las lágrimas que no afloran de golpe y se acomodan en el rincón inhóspito de tantos corazones, a la espera de salir a la calle y llorar de verdad. Creo

en que no hay nada mío, ni vuestro, y mucho menos suyo, que lo nuestro no debe ser un tropo impronunciable. Creo

en todos los locos. Creo en ti, creo en mí, creo en nosotros. Creo

que ha valido la pena haber vivido aunque haya tantas cosas por hacer todavía, tanta pena en los cuerpos y en las almas, tantas oscuridades que no acierto a alumbrar.

Creo en el hombre.




domingo, 21 de marzo de 2010

lo que queda

Lo que queda es el sitio en que cuelgo poemas que no he escrito yo, los que por una causa u otra me apetece compartir. Pueden ser lecturas de niño, poesía que me ha influenciado o poemas que encuentro en los blogs.


Por razones de pura economía funcional, a partir de ahora esos poemas los pondré también aquí. De momento, el blog queda congelado, por no perder lo mucho bueno que hay en él. Iré haciendo el trasvase poco a poco.

Perdonen las molestias.

viernes, 19 de marzo de 2010

buenas noches

.
Ahora las calles duermen. Llegas tarde.
“Estoy cansada…”, dices.
Te aliño una ensalada y mientras cenas
me pongo a hacer la cama que dejamos revuelta
hace ya algunas noches. Yo sé por qué lo hago:
quiero que recuperes todas nuestras ausencias,
quiero que tengas todo lo que te he arrebatado,
todo lo que perdiste por estar junto a mí.

Hoy.
Justamente hoy.
Hoy te quiero querer.

Te extrañaba en la casa, en esta casa
en que nos alojamos
con todos nuestros muertos a la espalda,
quise escribir los versos más tristes esta noche
pero no supe dónde atrancar la tristeza.
Tan sólo te extrañaba, yo, triste, estaba alegre,
una extraña alegría, tal vez la de saberte
-tuya, lejana, libre, tierna-, siempre conmigo.

Hoy.
Justamente hoy.
Hoy te quiero querer.

Hoy te quiero cansada. No te rindas,
voy a dormir al lado
de tu lado escondido en los lejanos
bosques, para soñarte perdida entre los árboles,
para dibujar alas en tu cuerpo blanquísimo,
para que nunca vuelvas a encontrarte un sombrero
desnudo, sin cabeza, al despertarte. Y mañana

te sabré a café solo.
Sin leche. Buenas noches.

jueves, 18 de marzo de 2010

flor de pino


Te dirán que me fui lejos
pero un día volveré.
Carlos Mejía Godoy


Un día volverás, como las golondrinas,
al paisaje rotundo del verano,
a las dunas, a la casa del padre,
a los frutos maduros de los árboles,
a la penumbra amable, calurosa,
de todos los agostos; en tu cuarto
verás cómo adelgazan las sombras del manzano
cuando los campanarios toquen las ocho horas,
vendrán a recogerte los amigos, salías
a divertirte, moza
que todos los arrullos del mar acariciaban,
tu piel tersa, sin mácula, tan presta
a cualquier sobresalto como ahora no.
Y luego ibais sin prisa a ver romper las olas
hasta que amanecía y quedabas dormida
en el nido de un pájaro sin crías; verás
luego una mesa con pan y mermelada
y no podrás dejar de repetirte:
vuelvo a estar en mi casa,
en casa. No me fui.

Volverás como vuelve todo lo que está vivo,
todo lo que palpita, todo lo que te nace
en los repliegues de tu cuerpo, volverás,
tú volverás un día a aquellas tardes
en que no conseguías encontrarte las venas,
volverás al asfalto, al pobre de la esquina,
cuando ya barruntabas que ahora no es el momento
de volver, volverás, al infierno, flor de pino
al amor de la hoguera. No me fui.

miércoles, 17 de marzo de 2010

poco sabe a mucho

.
No voy a negarlo:
estuvimos juntos lo justo, ni un día
de más o de menos. Mientras nos quisimos
nos pareció poco, siempre sabe a poco
la abundancia, y eran un vergel ubérrimo
nuestras madrugadas
borrachas de vida, jóvenes, hermosos
nuestros cuerpos, cálidos
los besos, suaves las caricias, inmensos
los lechos tan blancos que nos acogían
no importaba dónde, de quién, cuánto tiempo.
Éramos pequeños mitómanos
el uno del otro, tu mano en la mía
temblaba, y temblaba mi mano en la tuya.
Y aquello era eterno —el joven ignora
la muerte, no existe más que cada día
cuando cada día resulta un milagro—,
nuestras algaradas
eran silenciosas, tu corola roja
abierta a mis torpes, frágiles deseos,
tu boca embebida, tus ojos cerrados,
todo el universo cantaba al unísono
nuestro propio canto.

Y nos supo a poco.

Cuando la tormenta barrió la hojarasca
y quedamos solos uno frente al otro,
cuando la piel tersa se fue amilanando,
cuando ya el abrazo aflojó su cincha,
nuestras horas fueron
haciéndose largas, largas, grises,
los deseos, vanos, eran devaneos
que pronto acababan en triste parodia
cuando no en tabernas pasando el mal trago,
nuestras borracheras
ya no eran de vida sino de gintonics
que a veces ahogaban las penas y a veces
eran el preludio de una noche negra,
nuestras carcajadas
sonaban sardónicas, el espejo sucio
en que se miraban tus labios resecos
se resquebrajaba, como las paredes
que no eran paredes sino trampantojos.
Igual nuestra vida,
desnudos quedamos, sin apenas nada
más que unos recuerdos ya desdibujados
de mar, de arboledas, todo amortajaba
nuestro amor de morgue.

Y nos supo a mucho.

Aquel viaje nunca lo hicimos con ganas.
—Vámonos a Roma, dijiste un buen día.
—Pues vale, te dije como si nos fuéramos
al supermercado.
Yo hice las maletas y fui a por tabaco.
Tú no hiciste nada. Tan sólo te fuiste
con tu gabardina a buscar el pan.
Y nunca volvimos. Lo dicho: lo justo,
no voy a negarlo,
no crecen amores en campo agostado.

No me llames más.

martes, 16 de marzo de 2010

vacío

.
El páramo. Al fondo
las hoces. El cielo
azul suspendido,
–infinito, quieto–
sobre la pedrera.
Cúyo es el silencio,
de quién soy.
Los cuervos dominan el acantilado.
Me pierdo. Me siento
perdido.

Regresa.

Me rindo

He aguantado una semana, pero un blog sin comentarios es como un jardín sin flores. Así que me rindo, a ver qué pasa a hora.

lunes, 15 de marzo de 2010

infantilismos

.
Eras aquel niño de azules veranos, soñabas los sueños de todos los niños: un día querías hacerte bombero y otro futbolista. Hasta que llegaron ellos, los mayores, con sus realidades y entonces te hiciste también tú mayor. Cambiaste de sueños. Quisiste a las bravas remediar el mundo y te hiciste presa de revoluciones, anarquista un día, leninista el otro. Hasta que llegaron ellos, los llamados nuestros. Los nuestros: los suyos. Y ya no hay más sueños ni tardes azules, sólo tienes rabia, deudas, decepciones y el sabor amargo de un mal despertar.



domingo, 14 de marzo de 2010

ella (5)

.
Se acerca. Viene
con los ojos abiertos.
Los cierra pronto.

---

Luna de fuego
sobre su cuerpo fértil.
Último asalto.

---

Mientras buscaba
su mirada perdida
me quedé huérfano.

---

Yo soy la ardilla
que brinca por su cuerpo.
El topo es ella.

sábado, 13 de marzo de 2010

miedo a las palabras

.
Dónde estará ese carro que no corre.
Las putas de París hablan francés
y siguen con su plática
mientras cierran la boca.
Lo demás, palabras sin sentido.

                 ***

Hoy quedé embarazado de un silencio.
Abortaré mañana,
si es que mañana puedo despertarme
con tanto charlatán sobre la manta.



viernes, 12 de marzo de 2010

cuando no

.
Mientras que te alimentas de alicates
crujen los calcañares de los muertos
y tú sin enterarte.

Mientras sacias tu rabia te arrepientes
pero no te constriñes ni te arrojas
al fondo del barranco.

Cuando no tengas nada que decirte
más vale que te calles.

jueves, 11 de marzo de 2010

mixteca

.
Tierra del sol:
no soy más que hoja al viento.
Mis pasos se encaminan hacia el acantilado
pero no son mis pasos,
que son alas cargadas de cadenas
las que se pierden en la espuma rota.

En esa misma espuma en que se mecen
todos los tuyos míos.

Tierra del sol.

miércoles, 10 de marzo de 2010

todo va bien

El día que Javier llegó a casa un poco antes de lo acostumbrado, se encontró por primera vez en mucho tiempo con toda su familia reunida. Rodaron por el suelo el ramo de rosas y los canapés –había que celebrar algo–: tal fue el asombro. Su pequeña niña, que aún no cumplía los dieciocho, estaba hecha un ovillo, arrebujada en colchas de plumón, de pulmones, vaya, rodeada de tías que no sabían dónde poner sus largas lenguas negras. Aunque las lenguas de las negras no son negras, lo parecían y chupaban todo lo chupable, la cal de las paredes, el polvo de la pantalla del televisor, los zapatos de la naranja mecánica, el resto de semen de Ubú y, claro, el cuerpo virginal –tal creía el buen hombre– de su niña. Cuando cayeron los canapés al suelo también chuparon los canapés y eso fue al principio, sólo al principio, lo que más le dolió a Javier.

Sólo al principio, porque cuando quiso quitarse la corbata y los botines un hombre evidentemente desnudo y bien dotado le dijo amablemente buenas tardes, qué tal, bien, vamos tirando, respondió, y usted, ya ve, ahora descansando, pero hace un rato no dábamos abasto en la pescadería. Entró en el baño y se cepilló los dientes, estas comidas de trabajo te dejan hecho un asco, el pescadero, que olía a violetas, sonreía tras él, frente al espejo, mientras le hacía carantoñas. Mira, chico, estoy un poco mareado, por ahí pulula una especie de tribu maya que no para de lamer, por qué no lo dejas, yo me voy a tumbar. Ya. Tumbarse.

Marta estará, se dijo, en el mercado, esa manía que tiene de darme para cenar todas las noches pescado blanco recién comprado… Tampoco he bebido tanto y no he tomado más pastillas de lo normal. Otra vez se lava los dientes y el pescadero le vuelve a tocar el culo. Esto no es posible, piensa. Sale corriendo hacia el dormitorio, se desnuda en la penumbra, qué raro, yo compré rosas y huele a violetas, y se deja caer sobre la colcha. Javier, te presento a Colo, es un buen amigo, encantado. Joder con las alucinaciones, ya está bien de coñas.

Pero no; en la cama había otro hombre distinto y aún mejor dotado. Javier corrió a lavarse los dientes, qué mal sabor de boca tengo, la cama crujía y aullidos había por toda la casa, no sólo en el cuarto, y no de lobos.

Me voy, dice, esto no hay quien lo aguante, voy a comprar flores y canapés, algo habrá que celebrar. Sí, claro. Marta, hoy hace veinte años, no tardo nada, ya verás cómo vamos a pasarlo esta tarde. Qué sorpresa te vas a llevar, amor mío.

****

Cuando Javier, que llegaba un poco más pronto que de costumbre, abrió la puerta, todo estaba en penumbras. Poco a poco sus ojos se fueron acostumbrando y allí vio al pescadero, al verdulero –que no otro era el tal Colo–, al repartidor del súper, a una de las putas de la esquina, a dos desconocidas con descomunales tetas, a la más querida amiga de su niña querida y ¡flush!, ¡sorpresa!, a un obispo bostoniano, es una fiesta sorpresa, querido. Sonó: si nos dejan nos vamos a vivir cerca del cielo, entregó sus flores y se dejó hacer. Acabó penetrado por un lado y saturado por otro, ambos lados eran el más salvaje de la vida, de Marta nunca más se supo, ni de los canapés. Nunca. No.

****

Sí se supo.

Aquella tarde que Javier llegó a casa un poco antes de lo acostumbrado, su querida hija se cruzó con él en el pasillo, papi, qué pronto has llegado hoy, me voy corriendo que he quedado, adónde vas con esas flores, y tu madre, en la cocina. Uy, cariño, todavía no he metido el pescado en el horno, cómo llegas así, sin más ni más. He traído unas flores. Déjalas por ahí, luego las coloco. Y unos canapés. ¿Canapés?, ¿unos canapés?, bueno, guárdalos en la nevera y ya veremos, qué tal vamos, bien, todo va bien.

martes, 9 de marzo de 2010

Ya

Esto de los blogs es como un juego. A mí me divierte. Pero no soy jugador. Así que a partir de mañana no admitiré comentarios ni los haré. La verdad es que los poemas aportan bastante, incluso los malos, pero los comentarios poco. Y tampoco es cosa de perder el tiempo, que tengo que acabar el nuevo libro, preparar el nuevo repertorio de canciones y cosas así. Y, además, ando de mudanzas físicas y mentales.
Yo seguiré leyendo y, si puedo, poniendo mis tonterías, ya digo, es adictivo el juego. Pero los comentarios los haré ( y los recibiré, si alguien quiere hacerlos) por correo cuando tenga algo que decir más allá del "es genial".

Espero que no os parezca mal.

Salud!

cansancio

.
vigilas sin descanso más allá de las olas
que revientan con fuerza cerca de alguna costa
que es tuya y no es de nadie:
cómo saber qué piensas a estas horas.

[a qué oscuros terrores invoca la mañana]

Vigilas día y noche tu nicho, a veces alguien
se llega a descubrir qué estás mirando.
Tú lo cobijas como si fuera un ave,

[para que puedan descansar mis manos y el eco de la brisa]

     tienes
la quemadura puesta y qué le vas a hacer.
Vigila, vigilante. No va a venir el barco
y tú lo sabes. Araña el ventanuco
mientras llega la máquina que esperas, tan feroz.

***
(Cuando el frío se fue con las mayúsculas desesperaba ya de volver a encontrarte, meretriz, con el invierno todo vuelve a ser nuestro como antes, todo minúsculo, nos tumbamos descalzos en el parque y allí comimos y eyaculamos mierda; era otra España).

lunes, 8 de marzo de 2010

espita

.
Voy a ver si miro.
Mirando se ve
más que sin mirar.

Veremos. No sé,
hieres cuando quieres
y eres cuando no.

Soy el que no soy,
eres lo que es.
Todas las personas
del verbo al revés.

De momento cierro
la espita del gas.
No la quiero abierta.

Me tomo un café.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿Que lo arreglen los que lo jodieron?

.
Me parece que no va a poder ser. Así lo arreglan:

MINISTERIO DE SANIDAD Y POLÍTICA SOCIAL
Orden SAS/3710/2009, de 22 de diciembre, por la que se clasifica la Fundación Marquesa de Balboa Ancianos Solitarios Venidos a Menos y se procede a su inscripción en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Sanidad y Política Social.

Examinada la escritura de constitución de la Fundación Marquesa de Balboa Ancianos Solitarios Venidos a Menos (A.S.V.A.M.), instituida en Madrid.

La Fundación fue constituida mediante escritura pública; otorgada ante el notario de Madrid, don Luis Sanz Rodero, el 25 de noviembre de 2009, con el número 3.441 de su protocolo; por doña Pilar Serrada Martínez de Pinillos, en su calidad de albacea, contador partidor de la herencia de la Excma. Sra. doña Isabel de Borbón y Esteban de León, Marquesa de Balboa; la Excma. Sra. doña Leticia de Borbón de Rojas, Condesa de Torrellano; la Excma. Sra. doña Oliva de Borbón y Rueda, Marquesa de Villamantilla de Perales; doña Cristina Lorenza, conocida por doña Cristina de Figueroa Borbón; y doña Beatriz Bullón de Mendoza Gómez de Valugera. Todo ello, para dar cumplimiento a lo dispuesto por la Excma. Sra. doña Isabel de Borbón y Esteban de León, Marquesa de Balboa, en su testamento abierto otorgado en Madrid, el 25 de julio de 2007, ante el notario don Javier de Lucas y Cadenas, con el número 2.362 de su protocolo.

El Patronato de la Fundación está constituido por los siguientes miembros, con aceptación de sus cargos:

Presidenta: Doña Leticia de Borbón de Rojas.
Vicepresidente: Doña Oliva de Borbón y Rueda.
Secretaria: Doña Cristina de Figueroa Borbón.
Vocal: Doña Beatriz Bullón de Mendoza Gómez de Valugera.

El objeto de la Fundación queda determinado en el artículo 6 de los Estatutos, en la forma siguiente:

"Los fines de la Fundación consisten en: «atender y cuidar a pobres vergonzantes y ancianos solitarios venidos a menos, que vivan solos o en condiciones precarias, con su familia o con personas a quienes también estorban, o en residencias que tienen deficientes condiciones de higiene y en donde, además les traten mal, atendiendo primero a las mujeres, y preferentemente a las que tuvieron una buena posición, con preferencia a las personas de la condición social que tuvo la extinta Excma. Sra. Marquesa de Balboa, que necesitan ayuda y no se atreven a solicitarla o no lo consiguen»".

Por cuanto antecede, este Ministerio ha dispuesto:

Primero.–Clasificar a la Fundación Marquesa de Balboa Ancianos Solitarios Venidos a Menos (A.S.V.A.M.), instituida en Madrid, cuyos fines de interés general son de asistencia social.

Madrid, 22 de diciembre de 2009.–La Ministra de Sanidad y Política Social, P.D. (Orden SAS/1969/2009, de 15 de julio), el Secretario General Técnico del Ministerio de Sanidad y Política Social, Luis Pedro Villameriel Presencio.

Sí, en diciembre. Sí, el ministerio de asistencia social. Sí, así lo arreglan. Puede que hasta resulte poético. No hay campañas que valgan.

sábado, 6 de marzo de 2010

imágenes

.
No soporto ver hambre
(sentirlo, no lo sé).

Voy a apagar la tele,
que me duelen las moscas

y una araña
recorre
mis rodillas

ya de por sí postradas.

viernes, 5 de marzo de 2010

siguen esas tardes

Desde un lugar remoto
.
Ya me he adentrado
por el camino verde
y no sabré volver, no dejé migas,
no hay nada que encontrar
porque ya no soy nadie.

Cuando llegaron
no pregunté con quién:
sin pena, sin maleta, fui con ellos
y no sé dónde estoy
y no soy nadie.

Aquella feria
de tantas vanidades,
los últimos inviernos, no son míos,
ya no guardo palabras
porque ya no soy nadie.

No tengo nada
ni me alientan alientos,
no tengo nada, nada de la nada
ni nada que perder,
ya no soy nadie.

Cuánto he querido
bien lo sabéis, vosotros,
los del mundo, los que tenéis efectos
especiales de afectos
aunque ya no soy nadie.

No es nada fácil
ser sujeto de amor
sin antes ser. Y ya no quiero a nadie,
ya no puedo querer
porque ya no soy nadie.

Por si algún día
alguien, alguna vez,
quisiera recordarme dejo dicho:
me llamé José Zúñiga.

Ahora ya no soy nadie.

jueves, 4 de marzo de 2010

tarde tonta

.
Hace apenas dos horas estabas en mis brazos.
Lo que después pasó, pasó a la historia.
Ahora ya mi memoria esconde saldos
de besos caminantes, de labios parapléjicos,
de carmines
majados en la almohada.

Hace apenas
tres mil doce segundos que mis brazos
se quedaron varados en la ciénaga.

¿Por qué tanta tristeza?

miércoles, 3 de marzo de 2010

entrega y martirio en el camino hacia la gloria

.
¡Detente! ¡Para ya! ¡No, ven! ¡Camina!
¡No interrumpas por nada este tormento!
Ya son las cinco en punto. Es el momento.
Prosigue tu labor: ven y extermina.

Me has inyectado hielo en cada esquina,
en cada poro de mi piel tu aliento
penetra imperturbable, cierto, lento
como estoque tenaz, como una espina.

¡No me dejes así, no me abandones!
¡Que ya rinde sus armas el guerrero!
¡Que ya brota la sangre a borbotones!

¡Que yo quiero morir! ¡Que yo me muero!
¡Que son toda la gloria del albero
esos labios cargados de pichones!

res nullia

.
ay, cuerpo de serpiente,
vieja difunta muda
que escupes cuanto tragas,
cualquier insecticida,
todas las inmundicias
de todos los rincones
de este mundo,
no sigas escupiendo
lus andrajos,
mujer tan repugnante
entre los repugnantes,
avestruz de mujer,
negra avestruz, el hacha
será inmisericorde,
no tendrá compasión
como tú no tuviste
ni un pellizco,
será implacable el hacha
con todos los escombros
que se esconden
debajo de tus médulas.

(Mientras se masturbaban las encinas
sólo quedaron pájaros
en mis venas abiertas a golpe de cuchilla
y era cálida el agua de la fuente
en que bebí su sangre).

martes, 2 de marzo de 2010

a veces

.
No voy
a reprocharte nada,
me callo y se acabó.
Pero si tú me vienes con retrancas
acabaremos mal: hay muchas cárceles
que me están esperando.

Y a ti muchas espaldas.

lunes, 1 de marzo de 2010

ausencia

.
dónde estarás mañana
cuando al cabo despierte
de este sueño y el día
te venga a saludar como si todo
hubiera sido un sueño.