miércoles, 12 de enero de 2011

(desarraigo)

.
El reloj se ha parado. No sé dónde me encuentro,
el tiempo y el espacio en los que sin saberlo transitaba
son nociones ajenas al temblor de unas manos
que han reventado en pétalos de azufre.

Siento frío en la nuca, cargo hielo en la espalda,
estoy donde no estoy. Y tengo miedo,
porque no se comete impunemente
el pecado de ser un desarraigo.

Ven a buscarme, amigo, a ti los hielos
no te abrasarán
por mucho que devoren mis entrañas.
Dame tu aliento, amigo, tu palabra,
sálvame del silencio o enmudece conmigo.

No es el sudario lo que me preocupa,
sino el tiempo perdido.


54 comentarios:

Sarco Lange dijo...

Después de mil años en la soledad soy un convencido que la amistad es a veces más valiosa que el mismo oxígeno.

Sarco.

Charcos dijo...

cuando el tiempo se esconde y las raíces sólo son más tierra, es como tú bien dices, reina el abrasador hielo vacío.........

Esta vez diana hicieron tus versos pero de lleno ;) (ya es la segunda vez que digo esto .... será la confabulación de los astros o qué se yo)

ale me voy a por los kleenex ;)

Besicos

Rafael Arenas García dijo...

Una noche sin día, sin ayer, sin mañana, sin hoy.
Me atrae está infierno basado en la eternidad como negación del tiempo, y me atrae el infierno helado, tan de Dante; más que por el frío (que no me disgusta) por la sensación de parálisis.
Un abrazo

Maria Sangüesa dijo...

Me ha sobrecogido, me ha emocionado... así es, no importa la muerte sino lo que nos quedó por hacer. Y, mientras tanto, tan sólo la amistad nos salva de muchas soledades. Un fuerte abrazo.

virgi dijo...

Cuando le dices a alguien:
-He matado a un hombre.
Y él te contesta:
-¿Dónde está el cadáver?

...ahí tienes a un amigo.

carlos guerrero dijo...

Creo que ese desarraigo es un mal general. Buen poema.

Un abrazo

SIL dijo...

Vaya desgarradora y maravillosa plegaria.
Me inclino ante los dos últimos versos.

Beso, Poeta

SIL

Rosario dijo...

Zuñi, niño!...

Hace muchos días, muchos, que no paseo por "tu casa" y veo que he estado perdiendo el tiempo; tiempo perdido...

Tus palabras te engarndecen y creo que los que las leemos engrandecemos, nos sentimos mejores, contigo.

Otros mundos ajenos hoy al tuyo: los números, las normas, la cartografía... son un buen lugar, amable y cómodo; pero la lectura de estos textos, regalo de un corazón amable y una mente y pluma privilegiada, nos enseñan y recuerdan que "la vida està en otra parte";)

El carácter de tus escritos se explica y entiende también en la lectura de tus seguidores habituales: se vislumbra poderío, heterogéneo y cordial. Te, os felicito.

Beso Zuñi, guapo.

Unknown dijo...

Con la emoción a flor de piel y una lagrima en la mejilla, leo nuevamente tu poema, Jose, este es uno de tus poemas de esos que me quedan hechos a la medida, de esos que me gustaría ser capaz de escribir como lo haces tú. Sé bien cuanto vale la amistad, es algo que no tiene precio.
UN abrazo fuerte.
Leo

José Luis dijo...

El jodido tiempo perdido!!
Siempre con mensaje, como todo lo tuyo.
Un abrazo!

Isolda Wagner dijo...

Impresionan tus versos, el amigo requerido y el sudario.
"Y tengo miedo,
porque no se comete impunemente
el pecado de ser un desarraigo."
Besos con tiempo y vida por delante.

Marisa Peña dijo...

y a mí también querido amigo, a mí también...
Un beso

julia rubiera dijo...

bellisimo poema de amistad nos regalas hoy, esta asturiana te manda un beso y te da las gracias por emocionarnos con tu bellisimos textos

jorge dijo...

En una serie de la tele.

(a) dice: Renunciar a hacer algo importante puede hacer que el ultimo dia de la vida en el recuento...
(b) le contesta: Eso es un dia, preocupate de vivir intensamente los otros 21.900.

El tiempo que perdemos sin hacer lo que queremos es irrecuperable.

Jesús Arroyo dijo...

Siempre la amistad es un pulmón. ¡Respira!
Un abrazote, Jose.

Paloma Corrales dijo...

Ciertamente no hay impunidad para el desarraigo, el precio es caro, se llama soledad.

Besazo.

Charcos dijo...

Me gusta el cambio de título, desarraigo fue lo que se me clavó al leerlo, cuando las raíces ya no están y sólo son tierra.

;)

Jose Zúñiga dijo...

De ese convencimiento nacieron estos versos, Sarco Lange; y de esa soledad a la que a veces, no siempre por fortuna, nos amarra la vida.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Sólo espero que esta oración la escuche quien deba escucharla, charcos; tampoco sé quién o quiénes están en el trasfondo.
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Esta casi oración no quiso ser dantesca, Rafael, pero es cierto, hay mucho infierno aquí.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Lo peor es cuando, a pesar de todo, la soledad te invade, María. Y trepa como hiedra sin razón alguna.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Si, Virgi, eso es un amigo; además de un cómplice, jeje. En serio, así debe responder quien te quiere, me parece.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Un desarraigo, un desasosiego, que va más allá de lo subjetivo, en efecto.
Gracias por tu comentario, Carlos, un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Por algún sitio tiene que salir el desgarro, Sil.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Rosario querida, i tú no eres ajena a estos versos.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Para mí, Leo, es algo que importa tanto, casi, como la vida. Hay que cuidarla y tomar remedio cuando enferma.
En cuanto al desarraigo, qué te voy a contar... Y no sólo me refiero al desarraigo físico.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

El tiempo, el que todo lo marca con su paso, José Luis. Perderlo, y dejarlo pasar frente a quien quieres como si no, es una gran desgracia, aunque a veces resulte involuntario.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Me llama la atención ese "amigo requerido", Isolda. Estos versos tienen destinatario, aunque no sea exactamente tangible.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Lo sé, Marisa. Muchas cosas nos unen.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

No sé si de amistad o de des-amistad. De desarraigo en cualquier caso, Ozna. Hoy el regalo está en tu comentario.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Y tanto que lo es, Jorge. El problema es que nos dejen. De momento, carpe diem, que no es poco.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Y casi los dos, Jesús.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Ese es el meollo, Paloma, la soledad. Aunque a veces buscada, cuando viene dada por circunstancias ajenas el desarraigo se hace patente, vence a la vida; no queda otra que rendirse. Sí, es un precio muy caro.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

En efecto, charcos, de eso va el poema aunque lo concebí casi como una oración.
Bs

María Socorro Luis dijo...

Buenísimo. Destaco la forma; esa combinación de oraciones subordinadas, largas, con esas otras cortas, concisas... al estilo Girondo.

Una belleza.

Ta muxus "zuri"

Isolda Wagner dijo...

Si hablas de soledad y desarraigo, qué menos que pedir, como lo haces, una mano, una compañía, un algo; yo no la veo, pero la gritas. Es mi interpretación.
Besos más alegres.

Horacio Holiveira dijo...

Pues espera, no sigas contando el tiempo. Esperemos que, por una vez, sea el reloj quien nos de cuerda a nosotros.
Enorme, Jose.

Leonardo dijo...

Desarraigo, qué hermosa y rica palabra.
Versos así, tan bellos como :
"... no se comete impunemente
el pecado de ser un desarraigo", que también destacó Isolda. Vas muy fuerte. Y el final, precioso. Sin embargo, aunque funcione, la problemática del tiempo irrumpe, me parece, desplazando al desarraigo, aunque el tiempo también tenga que ver con él.
En todo caso sigue presente eso que me impresiona tanto en tus escritos, y es la suma versatilidad, el paso alegre de un tono a otro y como pareces esconderte aquí y mostrarte allá sin que podamos saberlo muy bien.

Jose Zúñiga dijo...

Ya sabes, Soco, que no sólo "hay en mis venas gotas de sangre girondina", parafraseando a Machado, sino también girondiana. Y todo sale.
Muxus blanquísimos.

Jose Zúñiga dijo...

Interpretas muy bien, Isolda. Nada mejor que ver lo que dice un lector atento para llevar lo inconsciente a lado más visible.
Bss también alegres.

Jose Zúñiga dijo...

Qué bueno, Horacio, me has recordado aquellas "instrucciones para dar cuerda al reloj" del gran Cortázar que acaban así: "No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj". Impagable.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

He cambiado un par de veces el título de esta entrada y al final lo he dejado entre paréntesis, porque me doy cuenta de que abordo y entremezclo cosas distintas a la vez, Leonardo. Lo cierto es que el poema empieza con el reloj parado y acaba con el tiempo perdido (no desperdiciado: desaparecido tal vez). Y es que no concibo el desarraigo del que hablo sino en el tiempo y en el espacio. En fin, lo que importa es que llegue lo que es esta ocasión me empujó a escribir. Que hoy no tocaban juegos florales.

Hablas de versatilidad. Creo que eso es así, al menos en el blog. No sé si es mérito o defecto, es lo que hay. Y siempre, eso sí, afán de superarse. Y siempre, también, afán de ser verdad, de ser sincero por mucho que me esconda. Ya que acabo de citar a Machado, recojo una nueva cita:

“¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada…”

Gracias por tus comentarios, me aportan mucho. Y me hacen pensar.
Un abrazo

Jesús dijo...

Gran poema. De esos que le gustaría a uno ser capaz de escribir.

Elvira Daudet dijo...

Mi querido amigo:
Aquí estoy, dispuesta a hacerte el boca a boca, y quitarte el frío con mi más estrecho abrazo. Y conmigo, los 43 que me anteceden. ¡Será por amigos!
Magnífico poema, lleno de belleza y desolación. Vamos, de los que nos van tan bien a ti y a mí. El título no me gusta.
Un besazo
Elvira

Jorge Torres Daudet dijo...

Si supieras, Jose, cómo me vienen tus versos en estos momentos por los que atravieso; de cierto desarraigo de lo cotidiano, de la monotonía del día a día, y casi buscando esa soledad que me arropa...y que me permite desnudar el alma. Y es completamente involuntario; viene, como cae la niebla.
Un abrazo.

J. G. dijo...

siempre se paran los relojes, hay que empujarlos

Jose Zúñiga dijo...

Hola, Jesús. Por lo que he leído mientras gritas la noche creo que eres capaz de escribir este poema y mucho más.
Gracias por el comentario, un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Lo sé, Elvira, y eso me reconforta. Pero qué quieres, hay momentos, circunstancias, en las que uno se ve como desarraigado, ajeno a todo. Y entonces surge la tristeza.
Ay, qué problemas tenemos tú y yo con los títulos. Bueno, éste va entre paréntesis y, como ya he dicho, con dudas. Pero el desarraigo, y sus consecuencias, está en el eje de los versos.
Muchos besos

Jose Zúñiga dijo...

Como la niebla, Jorge, esto mío también es completamente involuntario, pero es. Saldremos.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Hola, J.G.
No sé, si separan tal vez sea mejor dejarlo así. Estarán estropeados.
Abrazo

Ramón María dijo...

Me parecen magníficos todos y cada uno de los versos, pese a su tristeza. Que sepas que desde esta lejanía cercana te envío un abrazo amigo, así pues, ya puedes colgar el abrigo en el armario "olvido".

Saludos

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, Montxu, en verdad se te echaba en falta. He leído tu entrada, y te acompaño en ese sentimiento agridulce.
Que en ti no arraigue el desarraigo. Un abrazo.

Amelia Díaz dijo...

Sólo quiero que sepas que he leído todo cuanto has escrito estos días, aunque no haya comentado.
Me siento tan así, tan tú, tan contigo, que ni fuerzas tengo.
Y así vamos varios, por lo que voy leyendo.

Un nudo en la garganta que no detiene el paso del tiempo ni alivia el desarraigo.

Besos, Jose.
Todos.

Jose Zúñiga dijo...

Te salva la magia, Ame, tienes esa suerte. Gracias por esa compañía.
Bs