viernes, 28 de enero de 2011

el lápiz

.
Un lápiz: sencillamente
un lápiz;
y unos dedos detrás de ese lápiz
y unas manos detrás de esos dedos:
sencillamente
unas manos y unos dedos.
¿Y detrás de ese lápiz?
¿Y detrás de esas manos
y esos dedos? ¿Un hombre?
No: detrás un muñeco
que trabaja a destajo,
sencillamente eso,
nada más,
sencillamente
lo digo,
muy sencillamente.



49 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Muy sencillamente original Y tuyo Y muy sencillamente elocuente.


Ta muxus

Charcos dijo...

y se rompió el silencio... aplausos grandes y fuertes

sencillamente me gustó y nada más


Besicos

SIL dijo...

Yo lo diría no tan sencillamente, dentrá de éso un hombre y un poeta.
Vaya par de cosas para nada sencillas...

:)

Buen trazo, eh.

BESOTE

SIL

SIL dijo...

fe de erratas: detrás

:=)

Bletisa dijo...

Eres un señor- muñeco- poeta pá achuchar, sencillamente.

virgi dijo...

Pocos muñecos tan preparados para cautivarnos con sus manos, con sus dedos, con sus lápices.
Tiene truco, seguro.
Abrazo al muñeco. Te abrazo a ti.

Anatxu dijo...

Qué sencillo parece todo a veces.
Como siempre, un gusto leerte.

luis dijo...

y detrás de ese hombre... otro hombre, muchos más hombres, historia y más historias de manos, dedos y lapices.
Saludos.
Ah me gustó el texto.

Rafael Arenas García dijo...

Y aún no tenía veinte años (¿dieciséis?); por eso no dice un hombre y dice un muñeco; aún le falta para ser considerado un hombre por los hombres y, sin embargo, ya es él. Debe de ser de tus primeros poemas; y, sin embargo, es totalmente tuyo; diría que sobre todo por los tres últimos versos.
Abrazos

Amando Carabias dijo...

Sencillamente sincero... y fresco y bueno

Unknown dijo...

Sirve decir las cosas como las dices tú, para que parezca sencillo lo que realmente sencillo no es, Jose, como dice Soco, muy tuyo.
Un abrazo.
Leo

Rosa dijo...

¿Y detrás de ese muñeco que trabaja a destajo?... Tal vez un ser que siente sus manos y sus dedos y en ellos ese lápiz que se dispara sencillamente sobre el papel para hacernos pasar momentos tan especiales como éste...

Un besazo José

dorado dijo...

Perfecto como Elisa.

mjromero dijo...

Los niños aprenden a escribir con lápiz.
hacemos bocetos con lápiz.
tengo aquí a mi izquierda un lápiz de carpintero, ancho, rojo, de mina gruesa..., lleva años aquí. Lo tengo de recuerdo...
Luego están los lápices de colores, o pinturas.

VICTOR VERGARA dijo...

Nos engañamos. Aparentemente nos parece que es sencillamente, pero si nos detenemos un poco a observarle, nos llevaremos más de una sorpresa y el muñeco se conviertirá en Hombre.

Me ha gustado mucho.

Abrazo.

jorge dijo...

Ya ya, pero me dan el mismo lápiz a mi y no sale ni por asomo lo mismo.

Sencillo para quien tiene el don natural.

Yo a lo más que llegaría es a decir lo mismo que el Manolito de Mafalda ¿y donde están las pilas?

Cita Franco dijo...

Y por casualidad el muñeco sueña con ser hombre? porque esto me suena un poco a pinocho. Lo tengo todo pero soy de madera.

Cita

Paloma Corrales dijo...

A lo mejor el alma está en el lápiz como sucedía con el "Lápiz del carpintero" (qué bonito libro) y de ahí que parezca un muñeco el que lo sujeta.

Coincido con Soco, es absolutamente tuyo.

Besos y lapiceros (que no nos falten, como diría Bleti)

La Solateras dijo...

Con toda sencillez dices grandes cosas.

Un beso

leolo dijo...

detrás del lápiz
detrás de los dedos
de las manos
detrás del muñeco
o del hombre
detrás de todo eso
sencillamente
hay un poeta

Arena dijo...

un hombre que escribe sentimientos en un pedazo de papel, con el juego de sus manos

y bess

José Baena dijo...

Delante del lápiz, de los dedos, de las manos, de esas manos que se mueven y no parecen tuyas. Ahí delante estaba, siempre a la carrera, tropezando y levantándose, intentando alcanzarse, alargando sus versos hacia el muñeco: el poeta. Detrás solamente o simplemente
observando,atónito,el hombre.
Un abrazo.

Leonardo dijo...

Y ¿detrás del muñeco?

Ilkhi Carranza dijo...

Qué grande, Zuñi. Este fue un poema que me impactó mucho cuando leí tu libro: era otro hoy. No me canso de leerlo y de coger nuevos lapiceros.

Abrazos przewalskianos para ambos.

Isolda Wagner dijo...

Las palabras manejan las manos como a un muñeco. Son las cuerdas de los títeres. Ellas gobiernan, no tan sencillamente.
Besos dibujados con el lápiz.

Jose Zúñiga dijo...

No lo voy a ocultar, Soco, tiene sus años el poemilla; por eso me alegro aún más cuando dices que "mío". Se ve que no he cambiasdo tanto.
Muxu

Jose Zúñiga dijo...

Bueno, charcos, de momento he tenido que echar la vista a trás para romperlo. Pero sí, se rompió.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Lo dejamos en escribidor, Sil. Lo de Hombre (así, con mayúsculas)lo tengo más claro ahora que cuando escribí el poema.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

A veces logras emocionarme con tus cosas, Ble. Como hoy.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

No hay truco, Virgi: ese muñeco existe, aunque tratemos de deshacernos de él a veces no nos dejan. Por eso protesto
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Lo parece, Anatxu, pero qué complicado es.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

No existe el hombre sólo, Luis, mi humanidad me arrastra confundido entre la humanidad de los demás. Entre todos hacemos los poemas.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Pensé que eras adivino por un momento, Rafael, luego recordé que tienes el libro. Sí, dieciseis años tenía cuando lo escribí, es el único poema que va fechado y por eso me acuerdo. Y es el más antiguo de los publicados, aunque ya llevaba lo mío. Agg, niño repelente!!
Tal vez (sólo tal vez) lo del muñeco responda a un sentimiento de sentirse manipulado, lo del trabajo desde luego lo tengo claro: estaba empollando y mucho, jeje. Naturalmente, todo tiene ahora otro sentido (me gusta eso de que es mío, como le digo a Soco).
Aunque no lo suelo hacer, me ha parecido que que por una vez no venía mal contar las circunstancias del poema.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Sincero lo es, Amando, y sencillito. Agradezco tu opinión sobre su calidad, me dejo querer...
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Escribir como viene, Leo, eso es todo.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Detrás, más trabajo, Rosa, eso sí, gratificante. La cosa poética es así.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

No tanto, dorado...

Jose Zúñiga dijo...

A mí me gustaban mucho esos que por un lado son rojos y por el otro azules, mj. Y los de madera rica, para morderlos.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Que el muñeco deje de serlo, eso es lo bueno, Víctor. Y por muy sencillo que lo diga, no es tarea sencilla.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Un don natural sí tengo, Jorge: el dónde qué. Y así, curioseando, se escribe lo que haga falta. Como lo haces tú.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Este muñeco no sueña, cita: es un muñeco resignado, manipulado como una marioneta.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Pues no lo había pensado, Paloma, pero ciertamente los lápices tienen alma. No sé que qué materia. Pero el muñeco, no.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Es la mejor forma de decirlas, Ana. Aunque a veces me puede la grandilocuencia.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Por lo menos, alguien que pretende serlo, Eloy. Gracias por esos versos.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Puede que haya un hombre, Ana, será el titiritero.
Ybs

Jose Zúñiga dijo...

Es esa sensación que a veces tenemos de que alguien nos escribe, a nosotros, José. O la de que alguien escribe por nosotros, que es cosa bien distinta. Misterios de la poesía.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Buena pregunta, Leonardo: tal vez lo insondable.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Lo recuerdo, Ilkhi. Me llamó la atención cuando lo comentamos, ahora, que ya te conozco más, no. Y ya sabes: fechado en Bilbao... hace tantos años.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Por ahí van los tiros, Isolda. Aunque tal vez en este caso no sean las palbras, sino los propios hombres que las pronuncian.
Bs