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He salido a la calle. Una suave llovizna, mortecina, oscurece los árboles. No hay niños en el parque. Comienzan a encenderse las farolas. Los pocos transeúntes caminan cabizbajos. A ratos una ráfaga de viento me aclara las ideas. No sé qué voy a hacer, tal vez me acerque al viejo cementerio, a las tumbas más próximas. Tal vez te recupere sin que broten las lágrimas. Ya estoy en el silencio.
55 comentarios:
Mi Última exposición fue "Bajo un Campo de Estrellas-Viaje hacia el Silencio".
Recuperar en la alegría de lo vivido. Un abrazo.
Esta vez las lágrimas, Jose, las mías han brotado, cada palabra escrita la he sentido mía, apuñalándome con el silencio y la soledad. Esta vez, en silencio y conmovido, te aplaudo y lo vuelvo a leer.
Un abrazo.
Leo
se me ha metido esa llovizna dentro del alma y he paseado por ese parque vacío.... y aunque broten mil lágrimas inúndalo todo de tus versos desde ese silencio que se nos clava tan dentro...
me he quedado helada Zuñi y te aplaudo fuerte fuerte
Besicos
“El silencio rechaza el pertenecer” decía en substancia no sé quien…
Me has hecho pensar mucho Jose, gracias.
Y por fin resucites.
Me pintaste un óleo con palabras.
Bello !!!
Beso
SIL
Querido, has llegado a la decimocuarta y última estación, si no recuerdo mal. Ahí estás, sólo y en la nada. Depende de ti mismo y del tiempo que precises. Como tienes razón en lo del punto surrealista, solo te digo: a estas alturas, en un K14, no funciona la ley de Murphy. Siempre será para mejor. Yo al menos, te lo deseo y quiero disfrutar de todo lo que escribas, cuando quieras.
Besos silentes.
S e n s a c i o n a l.
No puedo decir mas ni con mas.
Ahora que empezaba a gustarme tu silencio...
pepe, te debo no una sino dos llamadas telefónicas, lo que escribes es muy bueno, por la calidad y por que sé que es cierto.
El silencio nos atrapó,nos engulló, y en su vacío... nos llenamos.
Sí, la 9ª remite a la canción de la tierra en su adagísimo: eternamente.... eternamente...Hacia la nada o en la nada y los pasos se dirigen, como los tuyos, al silencio.
De ahí mi referencia al primero de sus movimientos: la canción y el vino del poeta errante, por cierto chino, Li Tai Po.
El anonimato se debe a la impericia y al pudor, a partes iguales.
Pero, ¡Sorpresa!, he sabido llegar para acompañarte también aquí hacia el silencio.
Mil besos
Me escalofría leer este recorrido.
Trocitos de piel se van quedando en el camino. Los veo, los acaricio, los caliento sobre mi pecho.
Te abrazo fuerte.
Primero he leído la entrada, después del estremecimiento lógico -casi necesario- he leído los comentarios que me preceden. Magníficos todos. Luego, como empujado por un resorte, he leído la serie completa: las catorce estaciones de este calvario.
Y ahora vuelvo anodado y admirado por el trabajo serio, concienzudo, lleno de rigor, sin concesiones, y con esa pizca de humor o retranca tan propia de estas latitudes, donde la muerte, y más la de uno mismo (aunque no sea total, aunque vivir tantas muertes sea pernicioso :-), forma parte inseperable de la vida.
Sólo espero que esta llegada al silencio (al fin y al cabo la meta que pretendías), sólo sea literatura de ficción. Y ahora que has alcanzado esa pureza absoluta, nos sigas deleitando con tus versos.
Realmente magnífico tu camino hacia el silencio. Me ha estremecido esta última parte; el ambiente del paisaje, que es el propio paisaje interior, tan acorde con la llegada al último punto del trayecto humano... a mí también se me han humedecido los ojos y he sentido un hondo toque de tristeza en esto que llamamos (o sentimos) alma. Un fuerte abrazo y muchas gracias por este regalo tan intensamente conmovedor que nos has hecho.
Sin duda recuerdas un poema de Borges "el desierto" donde Hierocles, antes de empezar a cruzar el desierto por el que deben pasar sus tropas, decide derramar toda el agua de su cantimplora diciendo :
"Si hemos de entrar en el desierto,
ya estoy en el desierto.
Si la sed va a abrasarme,
que ya me abrase".
Catorce veces has vertido en la tierra tus palabras, ya estás en el silencio, tus palabras lo afirman y dicen este silencio.
Ahora te puedes seguir callando con palabras, callando en palabras. Ya habrá tiempo en la tumba, y de sobra, para callarse sin ellas.
Caluroso abrazo
Si lloras no estás en el silencio.
Cuando ya ni lágrimas quedan... es un camino hacia el silencio.
Un abrazo.
Ha sido un auténtico disfrute hacer contigo este camino hasta el silencio.
Un abrazo
Esta semana no había podido entrar en tu blog; así que me he ido leyendo la serie toda entera ahora. Me parece que ha llegado al final ¿no?
La imagen es desoladora; esa lluvia del final de la tarde de domingo (aunque tú no lo digas debe ser domingo, las tardes de domingo son más tristes; por eso se puso el fútbol en domingo) en un parque sin niños... me sobran los transeúntes y me gusta el cementerio. Y antes decía que era desoladora; pero, a la vez, tiene algo de acogedor. En esos días oscuros el mundo parece una gran habitación en la que las nubes son el techo y los árbole sus paredes. Es triste, pero es como volver a un hogar pobre de la infancia. Quizás por eso la última frase me parece extrañamente feliz "Ya estoy en el silencio"; se acaba el viaje, estoy en casa.
Desde luego, la serie da para mucho. Yo la pondría toda seguida en entrada independiente; de hecho es lo que voy a hacer.
Un abrazo
Desde ese silencio lángido, existe la esperanza... La ráfaga de aire y la falta de lágrimas son la prueba.
Besos guapo!
Querido Zuñi: llegar al silencio es un camino dificil. Lo sé.
Pero, verdaderamente, es allí en donde comienza el camino. Si al llegar nos detuviesemos nada habría merecido la pena.
En el silencio es en donde están todas las respuestas.
Un abrazo.
Triste y real. La vida misma. Si puedes recordar y añorar sin lágrimas...es un comienzo a otra parte del camino, y en todo caso un comienzo amigo.
Mil estrellas de esperanza e ilusión
Sherezade
Tu camino, de ser mio, me enloquecería...
La imágen de la gente caminando con la cabeza gacha, ignorantes, es cruel...
Besos
Cita
Ya has llegado y con un libro de catorce poemas en el camino.
Habrá que recuperarla, Mateo. Por lo que veo, tenemos en común algo más que ese viaje.
Abrazo
Poco puedo decirte, Leo, más que agradecrete esa compañía sincera y amigable.
Habrá que avivar el fuego, charcos, así empezó todo.
Bs
Casí te diría, José María, que estos silencios es como pensar en voz alta. El silencio es de todos.
Abrazo
No soy yo muy de resurrecciones, Sil. Pero está bien lo de pintar con palabras.
Bs
Cieeto, Isolda, depende de mí mismo; aunque también ayudan esos buenos deseos. Los tendré en cuenta.
Bss
No es poco lo que dices, Jorge. Cuando vuelva a la voz, ya veremos.
Abrazo
Se que lo sabes, volti, y sabes que lo se.
Abrazo
anónima amiga, siempre será bien recibida tu compañía. Y más con Mahler acompañando al silencio.
Bs
La verdad es que un poco de piel a tiras sí me he dejado en este recorrido, Virgi. Gracias por el calor.
Bs
Esa atención y ese estremecimiento me honra, Amando. Ciertamente, y aún sabiendo que esto no es lo más recomendable para un blog, he procurado ser coherente, desnudo, sin concesiones como dices. La fragmentación de las entradas no ayuda mucho, porque esto tiene vocación de texto unitario y como tal se entiende mejor. Pero las entrada fueron escritas, en general, poco ante de subirlas al blog.
Si, señor, esto es literatura de ficción (toda literatura lo es, salvo las bografías tal vez), lo que no quiere decir que no responda directamente a algo que tenía, que tengo dentro y que tiene que salir.
Abrazo
El regalo es vuestra lectura, María, y vuestro aliento. Necesitaba escribir esto, poner al sol ese sombrío paisaje interior.
Bss
Uno de los poemas de Borges que más aprecio, Leonardo. Aunque debo recordar sus versos finales:
"Nadie en la tierra
tiene el valor de ser aquel hombre."
Yo no tengo ese valor, desde luego. Y, aunque todo sea una parábola, no he podido por menos que aguardarme alguna palabra. Ahora el horizonte está en hacer eso que me aconsejas: callar en las palabras. Ciertamente, para enmudecer por completo, literalmente, ya habrá tiempo. Supongo que seguiré dando palos de ciego, planteando preguntas sin respuesta. Indagagando en el misterio del lenguaje poético, por pretencioso que resulte así dicho.
Un abrazo.
Habrá que llorar entonces, mj.
Bs
No sé yo, Ana, plomizo pudo ser. Pero ya está. Gracias por tu compañía en este camino lleno de trampas.
Bs
Tienes mucha razón, Rafael, la imagen quiere transmitir cierta melancolía, pero al final resulta de alguna forma cálida, no sé por qué. Y tienes razón también cuando afirmas que la última frase te parece como expresión de felicidad: no sé si tanto, pero sí, al fin llegué y me he quitado un peso de encima. Ahora, ya despojado, ya en el silencio, a seguir caminando sin rumpo cierto. Pero caminando.
La serie se escribió de forma fragmentada, tal como ha ido apareciendo en las entradas. Pero la idea era, ciertamente, un texto unitario, es así como cobra sentido. Yo de momento no me atrevo, que resulta pesado, algún día lo haré. Veo que lo has hecho ya. Es bueno el resultado, aunque yo numeraría los oárrafos, porque unitario será, pero no lineal.
¿Da para mucho? Creo que sí, aunque esté mal el decirlo. Ahora, al releerlo, veo que planteo más cosas de las que en un principio me propuse. Quise un texto metapoético, pero se me fue de las manos.
Abrazo
Al viento, la cara al viento y sin lágrimas, Bego. Sí, hay esperanza.
Bs
En el silencio o en viento, Manuel, tanto da. Preguntas sin respuesta siempre habrá. Y yo pienso seguir en el camino.
Abrazo
Eso espero, Sherezade, comenzar de nuevo.
Bs
¿Y crees que a mí no me ha enloquecido, cita?
En cuanto a los transeúntes, sólo una precisión: nada más lejos de mi intención tachar a esos transeúntes de ignorantes; caminan cabizbajos por meditabundos, así lo vi yo.
Bs
Más bien sería un fascículo argüelles, no da para más. Aunque con los otros fragmentos y alguna cosa suelta que tengo por aquí y por allá bien podrían salir unos cuarenta poemillas. Tal vez me anime a publicarlos de forma electrónica si alguien me echa una mano.
Bss
Gracias por compartir este recorrido, Jose.
ABRAZO.
He vuelto y he leído estos dos pasos finales, también he sentido la necesidad de hacer una lectura del conjunto: estremece tu forma de despojarte aún sin un porqué (al menos evidente). Tengo la sensación de que el silencio se te ha ido manifestando y no al revés y que tú has ido saliendo de ti mismo hasta disolverte y ser (no estar) en el silencio, para encontrar la palabra. Pura filosofía de la experiencia.
Sé que ha sido duro, pero muy, muy interesante, estar cerca, sentirlo, tener tus sensaciones recientes, tus pulsiones viscerales, intentar aprehender contigo lo insondable de tu "viaje" es, ha sido, un privilegio. Gracias.
Un beso, Zuñi.
¿Qué sería de nosotros si no compartiéramos, Victor? Gracias por haberme acompañado.
Esa sensación que tienes, Paloma, es la misma que tengo yo. Al hilo de estos rextos he tratado de indagar sobre cuestiones que yo, sin saberlo, estaba planteando. Me he encontrado, por ejemplo, con Valente, para el que es "el poema el lugar dela extrema interioridad (...) donde el ser y el estar se unifican". Algo parecido a lo que tu apuntas. Y dice también, Velente: "el poema tiende por naturaleza al silencio". Y en el silencio habita la palabra, eso lo digo yo. Necesitaba tener estas cosas un poco claras, dada la confusión en que me muevo.
No ha sido sencillo, porque, como bien dices, ahí, filosofías aparte, laten todas mis pulsiones viscerales. Pero ha sido fructífero el ejercicio. Ahora, a escribir chorradicas o poemables o lo que sea, pero ya está claro.
Perdona el rollo, tenía que aclarar(me)
Un beso fuerte.
Muy esclarecedores, Zúñiga, esta colección de breves silencios; breves pero intensos; me ha gustado mucho su forma y su intrínseco e imaginativo fondo.
Abrazos.
Al menos pretendía aclararme yo, Emilio, eso es lo que he intentado procurando no abandonar la poesía. Y también que la poesía no me abandone amí. Me alegro de que te haya gustado.
Bienvenido a estos pagos, creo (no estoy seguro) que no nos habíamos cruzado hasta ahora en este bloguerío. He visitado tu blog, aunque lo haré con más calma, que hay materia.
Abrazos.
¡Ay, Zúñiga! Que te tengo muy 'despistao' (mea culpa)
Primero con la (e), luego con Emilio (sin foto) y ahora con foto en blanco y negro (y letras chinas); en fin, perdone usted, pero ya ves que voy dando tumbos por la red como un bendito.
Ahora he renacido en un blog que tenía perdido: http://testamentario.blogspot.com
Reitero culpas y pido excusas.
Abrazos.
Ya te decía que no estaba seguro, Emilio, lo pensé pero luego como que me pareció que no. Así que me vas a volver más loco de lo que estoy con tus cambios, jeje.
Visité ese blog renacido, pero me quedé con las ganas de acceder a ese "Nace tu cuerpo en mis labios", que no tengo permiso.
Abrazo
Allá te fue el permiso por email (está privado porque estoy en remodelación de diseño, pero puedes entrar con calma, que tiene mucho que leer).
Salud.
No lo veo, Emilio, probablemente lo haya borrado sin darme cuenta ¿Podrías mandarlo otra vez?
Allá te va de nuevo, José.
Pero he visto en la configuración del blog que ya tienes permiso de lectura con tu cuenta de correo: josezuniga.jl@gmail.com que es la que veo en el perfil de tu blog.
Inténtalo con esa cuenta.
Saludos.
o si me indicas otra cuenta de correo que uses, te la pongo también.
Saludos
Todo correcto, Emilio, muchas gracias.
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