Nadie puede decirlo, Sil, quien entra no sale. Yo no he entrado, quita quita, que me da yuyu. Dentro, en la casa, se supone que hay muertos. Es lo que pasa.Bss
El hecho de entrar significa que antes se ha de salir, es decir, para que haya entrada antes ha de haber salida, o mejor ambas cosas a la vez. Si sales de un sitio se da por sentado que entras en otro o al revés, o mejor, y al revés. Más o menos.
Los cuentos de miedo que invento para mi hija son de agujeros negros. Le atrae muchísimo la idea de que de un agujero negro nunca, nunca, nunca se puede salir. Recuerdo uno en el que un señor con un agujero negro en el bolsillo de su abrigo iba por la calle, lanzando disimuladamente el agujero y atrapando gente que acababa en su bolsillo. Lo de la casa con siete puertas es, sin embargo, más siniestro aún, un punto borgiano. Se me ocurre que podrías añadir: "aún sigo dentro... como vosotros". Abrazos.
No se el motivo que me ha llevado a asociar esta casa a una de esas casas llenas de espejos, en la cual, parece ver la misma imagen reflejada en cada una de las que pensamos sean salidas. ¿Qué sea una ilusión que nos tiene dentro a tus tramas? Un abrazo. Leo
Hábil vuelta de tuerca, José Antonio. Sí, quien entra en la casa está utilizando una puerta que es también de salida. Pero sólo se me ocurre un sitio del que puedae salir, tal y como está planteada la cosa: sólo puede abandonar el mundo. Habrá que pensar entonces que los que entraron son muertos? Más o menos. Abrazos
Al fin un micro, Rafael, y lo pillas como siempre. Deliciosos han de ser, a más de terroríficos, esos cuentos que te inventas para tu hija, a ver si algún día los pones negro sobre blanco. Ahora que lo dices, puede que sí, que tenga la cosa un aire borgiano, no sabría decir por qué (no es Borges de mis favoritos, aunque reconozco su genialidad). En cuanto al final, perfiero dejarlo abierto: creo que ahí está el truco. Abrazo
Podría ser, Leo, pero no lo sé. También puede ser un juego de trampantojos. Dejemos la trama abierta, y cada cual suponga o lo que sea. Si hace pensar, ya es mucho. Gracias de nuevo. Un abrazo
Pasar. lo que se dice pasar, estas puertas dejan, Jorge. Pero sólo en un sentido. Naturalmente la casa no es mía, yo abro puertas y ventanasy es un coninuo entrar y salir. Abrazo.
Yo te había escrito un primer comentario que luego borré. Y venía a decir que todas las salidas eran ilusorias. Y vaya comentarios que te han dejado... Es como un juego de psicología. Un abrazo.
41 comentarios:
pues nos quedamos dentro tan tranquilos, siempre se encuentra la salida, aunque parezca que no existe. saludos
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Aquella casa tenía una estrategia.
Fascinación y trampa.
Al menos decime que hay algo allí dentro
que valga la pena !
Mentime aunque sea !
Al menos decime que no son tan solo puertas de condena !
Me has dibujado una sonrisa esta mañana.
Beso
SIL
dicen que es un número mágico aunque a mi me recuerde la antesala de un surzido ......
un abrazo y me encanta verte por mi blog
Nadie ha salido y yo no he entrado, choche. Si algien sale, lo sabremos.
Abrazo
Táctica y estrategia, Paloma. Abrochense los cinturones.
Bss
Nadie puede decirlo, Sil, quien entra no sale. Yo no he entrado, quita quita, que me da yuyu.
Dentro, en la casa,
se supone que hay muertos.
Es lo que pasa.Bss
Un siete, vaya desgarro, ufff, si lo sé pongo ocho.
Bs
El hecho de entrar significa que antes se ha de salir, es decir, para que haya entrada antes ha de haber salida, o mejor ambas cosas a la vez. Si sales de un sitio se da por sentado que entras en otro o al revés, o mejor, y al revés. Más o menos.
Los cuentos de miedo que invento para mi hija son de agujeros negros. Le atrae muchísimo la idea de que de un agujero negro nunca, nunca, nunca se puede salir. Recuerdo uno en el que un señor con un agujero negro en el bolsillo de su abrigo iba por la calle, lanzando disimuladamente el agujero y atrapando gente que acababa en su bolsillo.
Lo de la casa con siete puertas es, sin embargo, más siniestro aún, un punto borgiano. Se me ocurre que podrías añadir: "aún sigo dentro... como vosotros". Abrazos.
No se el motivo que me ha llevado a asociar esta casa a una de esas casas llenas de espejos, en la cual, parece ver la misma imagen reflejada en cada una de las que pensamos sean salidas. ¿Qué sea una ilusión que nos tiene dentro a tus tramas?
Un abrazo.
Leo
Categórico!
Otra sorpresa, amigo.
Un abrazo!
Tú mismo, Jesús, y luego nos dices qué pasa dentro. Que a ti esto se te da mejor que a mí. Quedas emplazado.
Abrazo
Hábil vuelta de tuerca, José Antonio. Sí, quien entra en la casa está utilizando una puerta que es también de salida. Pero sólo se me ocurre un sitio del que puedae salir, tal y como está planteada la cosa: sólo puede abandonar el mundo. Habrá que pensar entonces que los que entraron son muertos? Más o menos.
Abrazos
Al fin un micro, Rafael, y lo pillas como siempre. Deliciosos han de ser, a más de terroríficos, esos cuentos que te inventas para tu hija, a ver si algún día los pones negro sobre blanco.
Ahora que lo dices, puede que sí, que tenga la cosa un aire borgiano, no sabría decir por qué (no es Borges de mis favoritos, aunque reconozco su genialidad).
En cuanto al final, perfiero dejarlo abierto: creo que ahí está el truco.
Abrazo
Gracias, José Luis, come estoy empezando con esto de los micros me le vanta el ánimo.
Abrazo
Podría ser, Leo, pero no lo sé. También puede ser un juego de trampantojos. Dejemos la trama abierta, y cada cual suponga o lo que sea. Si hace pensar, ya es mucho.
Gracias de nuevo.
Un abrazo
Me gustan las puertas que dejan pasar.
No me gustan los sitios que me obligan a quedarme mas tiempo del que quiero.
Me suena a las puertas de la muerte y siete perrdidas.
Pero prefiero imaginareme un anfitrion que habre puertas por todos kados para que nadie sea descriminado.
¡qué bien, Zuñiga, ya estamos aquí! Y de entrar, nada, claro. Un beso, de verdad, pa' celebrarlo.
...El siete uno de mis favoritos.
Ya me contarás si te decides, seguro que es todo mágico.
Besitos.
Por si acaso, yo espero fuera, ya me contaréis que tal por ahí dentro...
Pasar. lo que se dice pasar, estas puertas dejan, Jorge. Pero sólo en un sentido.
Naturalmente la casa no es mía, yo abro puertas y ventanasy es un coninuo entrar y salir.
Abrazo.
Yo ya hice mi entrada, Bego, pero aquí. En esa casa no entro, quita quita.
Achuchón.
Primero fue la salida y ahora la entrada, laegos pies. Qué lío, no?
Bs
Yo tampoco pienso entrar, psique, y dudo que quien entre salga a contarlo.
Bs
La casa ya ha pasado, está contado en pasado.
Yo no me preocuparía.
Lo mejor es seguir de largo.
Sabia reflexión y sabia decisión, mj.
Bs
Y los misterios que habrá dentro!
Está como el canapé de Cocteau : "Ella era bella y el canapé no tenía salida".
Abrazo
Vale, pero a la hora de salir(que siempre llega) si hay que forzarla, se fuerza.
Por las dudas, prefiero no entrar.Me gusta el aire y la libertad. Me quedo afuera, aunque sea el cielo. jaja.Un abrazo
El siete es el numero favorito del Universo.
Las siete llaves.
Los siete colores.
Las siete notas.
Los siete besos.
jejejejejeje las siete risas je
Yo te había escrito un primer comentario que luego borré.
Y venía a decir que todas las salidas eran ilusorias.
Y vaya comentarios que te han dejado... Es como un juego de psicología.
Un abrazo.
Ya podían ser ocho. siete inquieta más.
Al leer lo del canapé me ha venido Buñuel a la cabeza, Leonardo: creo que el ángel exterminador también revoltea por la casa.
Abrazo.
No sé, Ble, saldrían con los pies por delante y así es difícil forzar nada.
Bs
Harás muy bien, Alma. No tiene pinta de cielo. Ni siquiera de purgatorio. Prefiero yo quedarme en el limbo.
Bs
... y las siete maravillas, Marian.
Bs
Me encantan los comentarios, mj, reescriben lo ue está escrito. No sé si esto es poesía, pero se parece bastante.
Bss
Entonces te harás un ocho, paparruca.
Bs
Pues si no hay "salida" ¡Me voy!.
Si estás dentro no podrás, Montxu.
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