Al Magistrado Siro García,
prócer, andarín y pianista.
Adusto el ademán, el gesto austero,
hablar mordaz y lengua cadenciosa,
en una mano espada, en la otra rosa,
buscando soledad va el caballero.
Buscando soledad va el caballero
y no atina a encontrar más que desmanes,
molestos periodistas, turbios clanes
que ataca justiciero.
Que hace lo justo siempre que sentencia
es algo, por sabido, irrelevante:
él es el nuevo caballero andante
de la jurisprudencia.
Mas, para resumir tanta excelencia,
valga esta muestra de sabiduría
en forma de respuesta que un buen día
tuvo a bien pronunciar en plena Audiencia:
-¿Puedo decir Don Siro, señoría?,
preguntó con doblez el justiciable...
Y nuestro juez, severo pero amable,
espetóle: “Mejor, señor García” .
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