miércoles, 29 de abril de 2009

aprendizaje

La m con la a, 5:
así comenzó el día.

Acabó persiguiendo
a una rubia platino
de generosos pechos
que se le resistía.

Logró apresarla al vuelo
y la llevó corriendo
a la primera cama
que se encontró vacía.

Acabaron poniendo
puntos sobre las ies
y resultó que todo
era como al principio:

un puro error de cálculo,
un error aritmético,
un pufo argumental.
La m con la a.

La eme con la a, ma.
Pero no lo sabía.

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