Cuando me muera entero
seguiré siendo enteramente tuyo.
Cuando vuelva a ser polvo
seguiré siendo polvo enamorado.
Cuando me envuelva el aire
seguiré refrescando tus vigilias.
Y cuando al fin regrese del infierno
al enésimo día,
seguirás a mi lado, tú, mi estatua,
con todas tus palomas.
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 10 horas
1 comentario:
Pues no sé como he llegado aquí, pero sí que me ha gustado leerte, eres muy a pie de calle, como la inmensa mayoría que intenta escribir y hasta a veces lo consigue, enteramente leíble, un placer de los buenos.
Besos.
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