martes, 30 de marzo de 2010

romance del perdido sin remedio (2)

.
Busca cipreses el hombre
al tiempo que busca olvido.
No tiene nombre, lo tuvo:
lo perdió por el camino.
Si alguien le pregunta, duda,
pero, al fin, responde: “Amigo
que preguntas, qué te importa
mi nombre de fugitivo.
Tuve casa y tuve nombre,
ahora soy ave sin nido,
soy hombre sin nombre. Tengo
frío y sed, dame tu abrigo”.
Hay gente que le responde
y gente que echa el pestillo.
Camino del cementerio
tan cercano, su destino,
tanto da, nada le importa.
Entre locos y mendigos
la tarde va declinando.
Tiembla el aire. Fluye el rio.

22 comentarios:

Lleó dijo...

Magnífico!
Y me quedo con ese...tiembla el aire, fluye el rio... tan rotundamente poético que te alcanza el temblor.

Anónimo dijo...

De acuerdo con Lleo, me quedo con el tremendo final que parece la guinda del pastel.

Me encanta!

Un abrazo de martes

trovador errante dijo...

Los dos romances, a parte de muy bien escritos, destilan la misma verdad del camino.

Fluye el rio.

Un abrazo Jose,
Kike

María Socorro Luis dijo...

Precioso, Jose. Nada que envidiar a los clásicos...

Sigue haciendo romances, si éste es el primero ha quedado inmejorable.

Bi muxu.

ZEIT ediciones dijo...

Es interesante porque en la vida cotidiana también sucede, aunque con sus correspondientes variantes, que en realidad nos llevan a no ser nosotros mismos.

Saludos,
Alejandro

Filosofando al vacío dijo...

Es interesante porque en la vida cotidiana también sucede, aunque con sus correspondientes variantes, que en realidad nos llevan a no ser nosotros mismos.

Saludos,
Alejandro

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, Manolo!
Que el temblor no nos deje nunca.

Jose Zúñiga dijo...

Bueno, Paz, la guinda no es, que acabará. No sé como, pero mañana pongo fin a este empeño. A ver si acierto con la guinda.
Bs.

Jose Zúñiga dijo...

Fluye, trovador, tal vez más lento de lo que quisiera. Por eso voy a trancas, mañana acabo este romance que, por las trazas, no va a ser precisamente épico.
Y Sevilla ya...

Jose Zúñiga dijo...

Ay, Soco, ganas me dan de seguir con lo que me dices, pero ya sabes que soy una veleta y últimamnte sopla mucho viento.
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Me paso por esa página y ya hablamos. Gracias por tu visita, Alejandro.

Jose Zúñiga dijo...

Y otra vez gracias, Alejandro, ese vacío... bueno, de eso va el poema.
Un abrazo.

Reflexiones de Emibel dijo...

El hombre sin nombre, sin sombra.
¿Quizás muerto?
Un placer leerte.
Abrazos

virgi dijo...

Le sigo los pasos.
Se acerca a su destino.
Me gusta el ritmo.
Me gusta leerte.
Mañana vuelvo, traigo un abrigo, por si le sirve.

Begoña Leonardo dijo...

Qué placer en esta madrugada encontrar este racimo de versos, hermosos y sentidos.
Abrazo grande.

mjromero dijo...

Tuve casa, tuve nido, mendigo, el hombre despojado de todo, fluye el río...
Es un romance de vida y muerte,no importa que sea un loco o un mendigo, valdría para cualquier hombre.

Jose Zúñiga dijo...

Quizás muerto, Emibel. Muerto en vida, seguro.

Jose Zúñiga dijo...

Mañana, última entrega, Virgi. Bueno, hoy. Lo peor es que luego habrá que juntar las partes...
Bs

Jose Zúñiga dijo...

De madrugada supongo que se leen de otra forma. A mí me pasa, Bego.
Bs.

Jose Zúñiga dijo...

O de muerte y vida, Mº Jesús. Sí, el contexto contibuye a dotar al romance del ambiente apropiado (eso intento), pero podría ser otro.
Bs.

Jesús Contreras dijo...

Me gusta el ritmo, cómo fluye el romance, como el río del que hablas al final del mismo.

Saludos

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, Jesús, un punto de fluidez y cierto aire apacible s lo que ando buscando.