jueves, 14 de octubre de 2010

fragmentos / 10

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Enciendo un cigarrillo. Esto no es un poema, ni tan siquiera llegará a escucharse si pierdes la mirada en mis rincones negros. No cabe decir más. Mi verbo fragmentado no quiere llevar luto ni soporta más vida sobre el filo. He contado mi muerte, mi andadura hacia el reino que habita lo insondable. Y tres veces canté, y tres antes del alba, y tres más antes de apretar la soga. La séptima palabra dicha está. Esto no es un poema. Pero a ver quién me quita el gusto de escribirlo, te quiero te aborrezco me sulfuras me altero cuando escribo pensando que no fumas y enciendo un cigarrillo.



54 comentarios:

Unknown dijo...

Espero que no te pase el gusto de escribirlos, no creo que alguien intente hacerlo, nos has arrastrado dentro y nos has fragmentado con nuestra aceptación.
José, si esto no es un poema, no he leìdo nunca poesía.
Un abrazo.
Leo

mjromero dijo...

yo tampoco fumo... y seguro que también sulfuro, me encantan estos números cabalísticos tres... y siete.
¿y si no es un poema será el humo del poema?

Luisa Navarrete dijo...

y dejar de fumar se contempla? o fragmentar el humo ........... hemos llegado a la meta?


joooo quiero más


Ps mi blog espera crítica ;) nueva pinturica se entiende

Amelia Díaz dijo...

Ufff...es que siempre me dejas sin respiración y estremecida...

Maravilloso, maestro!!!

Un beso enorme!!!

Anónimo dijo...

La vida sobre el filo y esa septima palabra pronunciada, la última, la definitiva...
Te quiero te aborrezco, y echando leña al fuego, pienso que no fumas...y enciendo un cigarrillo. Así, provocando.

Un abrazo.

Paloma Corrales dijo...

Yo me fumo un cigarrillo mientras te leo por séptima vez. Y pienso, diez fragmentos asomándote al abismo y llegas a una conclusión que era evidente, ¿ves como somos cíclicos? Nada de luto, luce tu verbo fragmentado con orgullo, puedes y debes hacerlo. La pasión incontenible con que ha sido escrito lo merece.

Beso.

Ps. y no, nunca está todo dicho.

Jose Zúñiga dijo...

Bueno, Leo, pues ahora un pcoco de reposo y a la carga de nuevo. Supongo que en veinticuatro horas, jeje.
Te garé caso: es un poema, pero también otra cosa.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Me gusta, mj, estaba cavilando sobre qué sería esto: en efecto, es el humo.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Me jor fragmentar el humo, Luisa. Coma acaba de decir mj, esto es el humo.
De momento,llegamoa a la meta, no podía acabar de otra forma más que dando una caladas.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Tensión emocional, Ame, eso es bueno.
Gracias. Y bs.

Jose Zúñiga dijo...

Así, Anabel, así se acaba todo: provocando una explosión la fragmentación está garantizada.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Apacible empecé, en orillas de mar pero no tanto, Paloma. Y apacible me quedo, qué mejor que lo banal después de tanta furia.
Bss

Begoña Leonardo dijo...

Esto no es un poema, seguro??? Bueno querido sea lo que sea es estupendo.

Besitos achuchados

La Solateras dijo...

Mi verbo fragmentado no quiere llevar luto ni soporta más vida sobre el filo. Te confieso que no alcanzo a comprender el significado de algunos de tus fragmentos, ni por qué te fragmentas. Pero quizá no hay que entender nada, solo dejarse envolver por las palabras; y las tuyas no cabe duda de que envuelven e impactan, aunque no sepa muy bien en qué parte de mi.

Isolda Wagner dijo...

Si no es un poema, no te quito el gusto de escrbirlo, pero yo procuraría no cantar al alba una vez más.
Ya sabes, con todo cariño.
Esto no es un beso, son varios de humo.

José María Alloza dijo...

Que las musas me den la valentía de perseverar hasta el final, como Tú.
Un abrazo.

María Socorro Luis dijo...

Esto no es un poema?... Veamos pues:



Enciendo un cigarrillo.
Esto no es un poema.
Ni tan siquiera llegará a escucharse,
si pierdes la mirada
en mis rincones negros.

No cabe decir más.
Mi verbo fragmentado
no quiere llevar luto
ni soporta más vida sobre el filo.

He contado mi muerte,
mi andadura hacia el reino
que habita lo insondable.

Y tres veces canté,
y tres antes del alba,
y tres más, antes de apretar la soga.

La séptima palabra dicha está.

Esto no es un poema.
Pero a ver quién me quita
el gusto de escribirlo...

Te quiero, te aborrezco,
me sulfuras, me altero,
cuando escribo pensando que no fumas...

Y enciendo un cigarrillo.


Como ves, un magnífico poema , con ritmo amimodo.


Hiru muxu zuri. Soco

SIL dijo...

María Socorro se lleva hoy el premio al COMENTARIO DE ORO.

Tus fragmentos son UN POEMA, y si cabían dudas al respecto, se han esfumado.

Beso grande


SIL

Anónimo dijo...

Quisiera poder tener el honor de invitarte a un buen cigarro y de poder pedirte disculpas/darte las gracias personalmente. Si tienes algún impedimento para llamarme házmelo saber/lo comprenderé.

Luisa Navarrete dijo...

Repito sólo para hacerle la ola a Soco



(con tu permiso claro jj)

jorge dijo...

Y tu juntaras los fragmentos y veras claramente un todo.

¿Importa si es o no un poema?

Trasmite.

Que es la funcion del lenguaje y la razón por la que juntamos palabras los que escribimos.

Que nadie te quite ese gusto que tanto nos complace a nosotros, tus lectores.

José Antonio Fernández dijo...

Buen texto-fragmento-poema.
Saludos.

Jesús Arroyo dijo...

Has llegado a la decena de fragmentos. Sigue con ellos, no hagas lo mismo que Agatha Christie con "sus diez negritos".

Un abrazo, Jose.

Jose Zúñiga dijo...

Decires, Bego, puede que sí o que no, pero, como digo, tenía que escribirlo. A lo que se ve, parece que salió poema, y me alegro de que te haya gustado.
Achuchón

Jose Zúñiga dijo...

Es lo mejor, Ana, déjate llevar. Creo que ni yo sé lo que quiero decir. Bueno, lo sé pero no lo digo. Y esa frase que has trancrito no parece tan críptica.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Gallo que no canta algo tiene en la garganta, Isolda.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Ya nos faltan las fuerzas, Amadeus. Y, como este fragmento está lleno de referencias bíblicas, te dejo esta palabra, que no es la última sino la cuarta (dicen):

Eli Eli lama sabachthani.

Creo que es arameo, toma ya.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Pues visto así, Soco, parece un poema y, además ¡en verso!
Se ve que vivo en heptasílabos, vaya tela. Me preocuparía acabar hablando en verso sin querer.
Gracias por tu ritmo amimodo.
Muxu
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Bueno, Sil, ya ves cuánto se aprende en el blog cuando hay comentaristas sabios (y sin duda amables).
Creo que sí, en su conjunto estos fragmentos pueden ser un poema.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Me temo que no va a ser posible, anónimo fumador.

Jose Zúñiga dijo...

Hagamos la ola, Luisa.

Jose Zúñiga dijo...

En efecto, Jorge, si los juntamos todo cobra mayor sentido y hasta puede ser poesía. Que es lo que tiene que hacer, transmitir. Sobre todo cuando lo que se quiere transmitir no puede hacerse más que así.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, José Antonio, la serie concluye. Ya quedamos exhaustos.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Pues creo que eso es lo que voy a hacer, Jesús.
Abrazo

José María Alloza dijo...

¿Amor mío, amor mío, por qué me has abandonado…?
Traducción del arameo, totalmente apócrifa :-)
Un abrazo

Manolo Jiménez dijo...

Este poema, estos poemas con el nombre de fragmentos, me han hecho recordar la Pasión transubstanciada en humana pasión y en bellas palabras.

Si no fuma deberías enseñarla, pero no cigarrillos, mejor cigarros.

Abrazos.

María Socorro Luis dijo...

Poema.
Poema en prosa.
Prosa poética...
Y qué más da? Qué importa la denominación?,,,

Lo importante es, que es poesía... y de la buena.


(perdona que me haya entrometido, lo siento.)

Jose Zúñiga dijo...

Esa traducción apócrifa me gusta mucho, Amadeus. Tal vez ahí esté la clave.
Gracias

Jose Zúñiga dijo...

¿Será eso? Puede ser, Manolo, una pasión laica.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Eso es Soco, qué más da. Está claro que esto es un blog de poesía. Y que tú sabes mucho.
Eskarrik asco eta mila muxus

MarianGardi dijo...

Muy original como es tu empeño.
Escribo pensando que no fumas y enciendo un cigarrillo jejeje directamente al humo.
Besos

silvia zappia dijo...

vengo desde Phoeticblog, estuve un rato leyéndote.
sos un maestro!

besos*

Leonardo dijo...

Me gusta mucho el número 6 por la desarticulación, el ritmo, las repeticiones que son otra manera de buscar la palabra justa que se escapa. Sugiere más que dice, pero dice. Y es un poco original en tu producción.
Si me gusta el seis, del siete me gustan los ocho puntos cardinales (además, curiosamente -o quizás no sea tan curioso comunicar de esta manera-, los tengo sazonados hace dos días en un verso y tampoco son cuatro pero no sé aún si la sazón les queda). Este es todo tuyo, con ese dejo de desenfado tan característico de tu poesía. El adverbio coloquial no me cuadra. Quizás el conjunto sea demasiado previsible.
El octavo acaso debería filar la metáfora seminarista hasta el final.
El nueve del amor transido. Ne me quitte pas de Brel resuena y el Neruda de "me gustas cuando callas porque estás como ausente y me oyes desde lejos y mi voz no te toca". Bien lo dices, no son estos los tiempos del amor furibundo. "Entresijos" qué hermosa palabra.
Parece que a los condenados no los dejan fumar el cigarrillo completo. Diez;La palabra siempre quiere suplantarnos o siempre tratamos de que ella nos reemplace después de estrangularnos. El poema es un cilicio más (¿no suele serlo el amor?, el más contundente, en ningún caso una terapia; repasa el dolor en cada palabra. Al final de todo está el silencio. Del cigarrillo, del poema, de la soga. La palabra reino me devuelve estos versos de un poeta colombiano de quien fui alumno y por el que tengo gran estima, y que ahora te regalo, Giovanni Quessep: "miré cómo te ibas sin dolor hacia un reino de alas/ acariciada sombra por hojas que caían..." (a la sombra de Violeta)
Un abrazo

virgi dijo...

y te leo, y sonrío, y cuento hasta tres veces tres, y sigo leyéndote...¿cómo sulfurarme? ¿con las colillas?

Besitos

Anónimo dijo...

Es lo que esperaba, pero es una lástima; te lo digo de corazón. Algunos planes no son lo que parecen; pero comprendo que hasta los poetas pierdan la esperanza. Desde este lado queda poco que pueda hacer; y de hecho ya no lo haré, pese al porqué tendría que hacerlo. Por raro que parezca, esta casa ya no guarda soledad; yo lo digo porque fue Sasha quien me pidió que la ofreciese una oportunidad. Ella lo leyó conmigo, porqué se me notaba a millas el dolor; no quiso que pudiera arrepentirme en un futuro de no haber ido y me pidió que la llamara. Decía que hasta ella tuvo el valor de llamarme aunque fuese en aquellas circunstancias; pero también me advirtió de lo sensible que yo estaba y, lo mas curioso, de lo que haría ella cuando me descolgase el teléfono. No creo que importe el hecho de que Sasha sí supiese que aquí había cáncer y muerte, una muerte real que coincidió con el golpe de Neruda; porque ella no me dejaría vivir si existiese la posibilidad de haberme dañado para toda mi vida; me dure esta lo que me dure. Puede que el humo de su tabaco nunca haya permitido ver que se le pudiera escapar una última oportunidad. Pero yo tengo cientos de recuerdos para dejar de creer en el amor del que me hablaba aquel día en el no supo decir a nadie que no era mi novia: como aquel en que casi enfadada me llamó lento por no besarla; o aquel en el que me arrebató el alma cuando la confesé lo que sentía por ella y me contestó que coleccionaba ases de corazones; o aquel en el que me dijo que la única forma en la que podía gustarla un hombre era físicamente y no como pareja, porque ya tenía una pareja. Me dijo que todo lo que fuese sentir debía ser bueno; justo en el momento en que ya había caído al suelo agonizando por los golpes. Ella sabía que la amaba y la pedí cientos de veces que no me tratara como lo estaba haciendo; que si iba a quedarse con su novio, se dejase las ambigüedades, de contestarme a los mensajes para ir a dormir, y de excusas para llamarme como la de acordarse de mí por estar viendo aquella foto de la tarde que pasamos juntos.

Jose Zúñiga dijo...

Me alegro mucho de esta excursión por mi espacio, y más de que te haya gustado, Rayuela. Agradezco esas palabras de corazón.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Mi afán está en procurar tranmitir lo infable, Marian. Aunque sea humo.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Debo decirte, Leonardo, que agradezco enormemente estos comentarios y aprendo con ellos. Haces una lectura del conjunto y pormenorizada, pones los puntos sobre las íes y me lo transmites de una forma que, como digo, no puedo más que agradecer. Y es que, gustando como gusto de tu poesía, mayor valor tienen tus comentarios.

Es cierto que el fragmento 6 salió algo distinto a lo que es habitual en mí. Como dijo Rafael, cuyos comentarios también aprecio mucho, tiene un cierto aroma modernista.

Sazona esos puntos cardinales, espero verlos pronto y disfrutarlos. Sí, el “sumamente” puede que sobre, más si se tiene en cuenta que estos fragmentos cuanto más desnudos mejor. Pero, aunque pueda parecer lo contrario, no los quise crípticos. Este fragmento 7 es como una odisea…

En el fragmento 8 me resultaba imprescindible el vacío, no lo busqué, me vino.

Fragmento 9: tanto Brel como Neruda están en mí, y eso sale lo quieras o no. No había caído, pero si que resuena el “Ne me quitte pas”; Neruda algo menos, porque el callado soy yo, no ella.

Y, en fin, el fragmento 10 es tal cual lo dices: silencio final. Gracias por los hermosos versos que me regalas.

Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Ay, Virgi, gracias por leerme y por tantas cosas. Pero no te sulfures, porfa.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Es algo triste lo que cuentas, anónimo. Qué má puedo decir.

Anónimo dijo...

Ok.

Leonardo dijo...

Y cómo aprendo yo y disfruto en tu casa. Y muchas veces me llevo alguna palabra en los bolsillos. Ya verás.

Rafael Arenas García dijo...

Mientras fluían tus fragmentos yo estaba abducido por cosas mucho más aburridas. Vuelvo ahora y los veo juntos. Me gusta que hayas optado por regalarlos de esta forma fragmmentada. Los he leído en orden cronóligo, y también en orden cronológico inverso; y también tienen sentido. Si los publicaras fuera del blog ¿qué harías? porque me parece que así están pefectos, fragmentos numerados, pero en los que el lector que llega con retraso puede recorrerlos en sentido inverso. Como un río, que es diferente según se camina hacia su fuente o hacia su desembocadura.
Quizás -se me ocurre- me gustaría ver esa fuente, esa desembocadura. Quizás fuente y desembocadura fueran el mismo lugar: un mar negro, tenebroso, terrible. Tus fragmentos dejan abierta, al menos para mi, esta duda; pero quizás sea eso lo esencial de la poesía, "podría contar tantas cosas que os asombrarían; pero basta con las que aquí digo".
Es un gozo abrir el ordenador y leer tu blog. Gracias. un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Con esta vorágine bloguera se me había pasado tu comentario, Rafael.
Qué quieres que te diga, estos fragmentos están hechos para que alguien los recoja y recomponga algo que ni yo mismo sé lo que es. Tienes mucha razón: dejan abiertas muchas dudas. Pero no adrede, simplemente es así.
¿Continuarán? ¿Llegaremos al mar?
Abrazo