.
Hace apenas dos horas estabas en mis brazos.
Lo que después pasó, pasó a la historia.
Ahora ya mi memoria esconde saldos
de besos caminantes, de labios parapléjicos,
de carmines
majados en la almohada.
Hace apenas
tres mil doce segundos que mis brazos
se quedaron varados en la ciénaga.
¿Por qué tanta tristeza?
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 1 día
9 comentarios:
Bendita tristeza Jose, bendita.
Un abrazo,
Kike
Hay momentos que quisiéramos eternos y los que se hacen eternos son los que pasamos los buenos momentos.
Abrazos.
la tristeza es pasajera
es pasajero el dolor
el placer es aún más efímero
el tiempo es nuestro gran enemigo
un placer haber llegado hasta aquí por caminos desconocidos, espero saber volver a casa
eloy
por que no todo en la vida pueden ser sonrisas, también hay lágrimas
y beso
El tiempo lo mide todo
pero los recuerdos no los borra, ni tus letras.
Un abrazo.
A veces sí, Kike. Pero sin abusar.
Abrazo
Ya se same, Manolo: lo bueno dura poco, lo malo se eterniza.
Un abrazo.
Pues bienvenida sea tu visita, Eloy, feliz camino de regreso.
Nos vemos por aquí.
Muchas, Ana, muchas.
Bs
Publicar un comentario