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No me gustan nada los homenajes. (He rechazado varios aunque me esté mal el decirlo). Las multitudes, menos. Las colas…, ya ni palabras tengo para las colas, los apretujones, la pomada.
No me gusta el que se hace de rogar. No me gusta el marketing, no me gustan los dioses paganos ni el dios endiosado.
No me gusta hacer de un acto poético una manifestación. No me gustan los que están porque hay que estar. No me gustan los que están por si las moscas, ni los moscones ni los que medran a cuenta de hacer el ganso.
No me gusta nada de eso y de todo eso habrá, con o sin camisetas.
Me gusta una persona, no un personaje. Hoy le llamo Alberto. Adrede. Porque es Alberto quien escribe, quien HACE poesía (no me gustan tampoco las mayúsculas, pero la ocasión lo vale). No el neorrabioso. No el personaje: la persona. Y mañana no sé si llegaré, que tengo asuntos graves que arreglar antes. Y, si llego, seguro que no quepo. Haré cola.
Quiero una camiseta aunque ya tengo, la quiero de recuerdo de una fecha que quedará fijada en ese calendario que yo nunca he entendido. Allá cada cual, me sobra Batania, me basta el poeta. Y más el hombre.
sábado, 29 de mayo de 2010
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13 comentarios:
Pues a mí no me dio la camiseta. Aún no sé por qué. Dijo que la mandaría a los que estaban por recibirla -entre los que estaba yo- y a mí nunca jamás me la envió. El hombre. Soy el único con el que hizo esa excepción de no mandarla. Yo incluso se la hubiera comprado. Pero tampoco voy a hacerle la pelota para que lo haga, que sólo es una camiseta.
¿Y cómo sería el mundo sin marketing? Sería otro, me cuesta imaginarlo.
¿Y las conversaciones que se pueden oír en una cola? seré cotilla!
¿Camiseta? ¿Donde? ¿Donde? ¡¡¡Yo quiero una!!! (XXL claro).
Suscribiria tu texto entero
...si conociera a Alberto, supiera que es Batania,,, bueno, pero en lo demas; lo suscribo.
Hola, Adolfo, acabo de soltarte una parrafada en la anterior entrada. No creo que la excepción sea a conciencia, no es fácil controlar este tinglado. Si quieres de verdad (que eres muy dueño de no querer) la camiseta, la tendrás. Sólo es una camiseta. Sólo es una pintada. Sólo es una
gracia. Pero hay gracias que me hacen gracia y valoro, y esta es una de ellas.
Si quieres la camiseta la tendrás. Eso y más, ya te digo. Tendrás el afecto que ya tienes y un poco más.
Esto me pasa por ir a un concierto de música clásica por la tarde y a otro de rock puro y duro por la noche. Que se liberan las neurona y se dice de todo.
Abrazo.
Jorge: tendrás la camiseta. Me la juego, pero casi que sí. Será la sensación del Hope, mientras tus protas comentan este texto en el que digo sin tapujos lo que pienso. Y también me la juego.
Abrazo.
Madre mía, a saber qué me has dicho, amigo. Quita, quita. Prefiero ni verlo con este aviso que me das. Es que os montáis unas películas a veces que yo alucino, de verdad. Yo creo que es cosa de la distancia, de la red, de este medio de comunicación, de las horas y horas pasadas de blog a blog.
La camiseta, a estas alturas de la milonga, me da igual. El caso es que se la pedí varias veces a Batania y no me hizo ni puñetero caso. ¡Qué se habrá creído el de Lauros! Yo no tengo nada en contra de nadie, coño. Ya se lo dije en persona. De hecho, le admiro. Si quiere mandarme la camiseta, que me escriba él para que le pase mi dirección. Con intermediarios que traten los futbolistas.
Dejaos de haceros pajas mentales y ser sensibles para con la poesía y no tan susceptibles con lo que se dice de broma, que, la verdad, a veces parecéis niñinos, o marujonas, no sé. Y te lo digo tranquilamente, con todo mi cariño, que sabes que te tengo ese cariño de verdad.
Hala. Ahora te solté yo la parrafada.
Un abrazo. Y más rock&roll, di que sí.
Nada susceptible, Adolfo, digo que sí y punto. Sin intermediarios. Sin milongas. Sin pajas mentales. Con humor.
Y esperando unas seguidillas... completas. A lo nuestro.
De lo que no hay duda es de que Batania es un fenómeno extraño que levanta pasiones y algunas inquinas.
Yo soy muy crítica con él y aún así, o mejor dicho tal vez por eso, me gusta tanto.
La verdad es que este señor no deja indiferente a nadie.
Es todo un personaje Batania y una buena persona don Alberto.
Lo de que es todo personaje, lo sabe todo el mundo icluidos sus enemigos. Lo de que es buena persona se sabe enseguida mirándole a los ojos. Yo le miré un día y me bastó, pero bueno es que yo soy una experta.
No me gusta la pomada, ni los dioses auqnue tenga uno o dos.
No me gusta nada de lo que no te gusta Zú, maestro sabio y docto.
A mí me gustas tú y el Bata y las cosas que me hacen reír y....
Y a mí me gustas tú, Ble, que ni tú ni yo hacemos la pelota a nadie, pero tampoco nos cortamos cuando algo nos cae bien.
Bss
Jaja. La gente peleándose por una camiste. Anda, que...
Ahora hay unas ofertas en el carrefour buenísimas.
"Batania es un fenómeno extraño que levanta pasiones"...
como la BELÉN ESTEBAN ó la CAMPANARIO.
¡Nooooo, que es broma !!! (inevitable carácter andaluz)
Indiferencia sólo se siente con las personas que no nos importa nada -me refiero a eso de darle caña, o regañarle- No todas sus cosas me hacen tilín, pero eso es lógico y normal que pase con todo el mundo. Él imaginará que hay cosas que le echo de menos y otras que le echo de más. Pero eso sólo es gusto personal de cada uno. Y no se vive para los demás.
También le aprecio, claro que sí.
Lo de las camisetas ¡¡madre mía!!, es un gran ZIPIZAPE el que hay montao -como dice UyH- Pero yo es que tampoco me considero "rabioso" de los nuevos, ni de los antiguos. Más bien "descamisao", sin adscripción alguna, por libre.
Se me viene siempre la imagen de espuma en la boca y eso no me agrada (es broma)
Suerte para Batania, Alberto, BATA, neorrabioso, o como se quiera denominar.
PD. ¡¡Ahhhh!! hubo un corto período de tiempo, cuando entramos en LIBERTAD-8, antes de decidirse por BATANIA, que se bautizó con "VÍCTOR" y coincidíamos los dos en ello -aunque yo de forma natural- Aquellos días...
ABRAZOS.
Dejando a un lado las camisetas, me parece una gran entrada con cuyo contenido me identifico plenamente. A mí me gusta mucho como escribe Batania. Un abrazo.
En realidad, es como mi pequeño manifiesto, María. Me alegra que te sientas identificada.
Bs
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