miércoles, 5 de mayo de 2010

lo diste todo

.
No he de insistir en ti,
en ti todo me sobra.
No he de pisar la sombra que recorta
tu cuerpo en el asfalto
ni dejar otras huellas que las mías
cuando no estoy en mis cabales.
Porque tú eres muy tuya
—tanto como yo mío—,
me sobran tus miradas y tus ojos
cerrados, tus palabras,
tus labios, tu silencio.

Todo me sobra en ti.
No he de escribir tu nombre
ni pronunciar tus gestos,
no dejaré que vuele tu sonrisa
como paloma ajena a palomares.
Porque yo soy muy mío
—como tú eres muy tuya—,
me sobran cartas, libros, mariposas,
todas tus colecciones de ojos grises
y azules de bergara.

En ti todo me sobra.
Te encerraré en mis urnas,
las urnas que enterrara bajo el roble
para cuando sobraras, y ahora sobras
de sobra, aunque te siembren
todas los jornaleros.
Porque ya no eres mía
—yo tampoco soy tuyo—,
me sobra todo el tiempo que he perdido
contigo, cada instante, centésimas
de preciosos segundos.

No he de insistir en ti,
prefiero que te pierdas
en estos laberintos que me invento
para nunca insistirte,
para nunca añorarte,
para que sepas todo lo que quiero
y también lo que no.

En ti todo me sobra,
que me lo diste todo, entera tú
en ese yo tan mío.

30 comentarios:

mis-herías dijo...

Puf! Brutal!

Ángel Muñoz dijo...

mamma mía, que despecho en la estrofa final, zuñi. abrazo.s

Manolo Jiménez dijo...

Cuanto sentimiento en cada verso. Está escrito desde lo más profundo.

Abrazos.

Jesús Contreras dijo...

Sí, mejor que sobre; y sobre todo llevarlo de la mejor manera posible. "y ahora sobras de sobra". Me parece un gran logro.

Un saludo.

mis largos pies dijo...

Me hago seguidora y resulta que soy la 111. Debe ser porque a mí -al contrario que a ti- me gusta tanto insitir.
Me gustan, me gustan, me gustan, estos versos.

Jose Zúñiga dijo...

Como, la vida misma. Como tus herías.

Jose Zúñiga dijo...

Créeme que no hay despecho, volti. Sólo disgusto. Bueno, puede que cabreo, pero lo intento disfrazar.
Salud

Jose Zúñiga dijo...

Siempre, Manolo, siempre salen del fondo los versos. El sentimiento es sincero, aunque no autobiográfico.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Cuando algo sobra se tira, no, Jesús? Pues eso.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Bonito número! Casi tanto como lo que me dices.
Gracias y besos

delgaducho dijo...

Apabullante podría ser la palabra, increible, magnifico también.
Que grande.

ZenyZero dijo...

Vivir de lo que sobra. Como si en los confines laberínticos de nuestros deseos sobrara algo. Decimos que nos sobra, porque somos muy nosotros, pero no sé si es verdad.

UN abrazo
Chuff!!

Maria Sangüesa dijo...

Qué intensidad de desamor, y qué ritmo tan intenso en el poema... cierre rotundo, lapidario. Cómo me gusta... abrazos.

Mayte Sánchez Sempere dijo...

... y a mi, las sobras.

así, a lo colofón para suscribir ese sentimiento. Me gusta, me toca ahí, en ese hueco del que a veces aún salen versos empapados.

Besos mil.

Leonardo dijo...

"Posesiôn tú me dabas
de mí, al dárteme tú".
Definitivamente ¡cuánta España heredas en tu poesía! Antier Machado, ayer Góngora, hoy Salinas. Y siempre tú. Sintiendo. Diciendo. De raíz.
Y el ojo crítico diría que prefiero el comienzo, siento que no termina con la misma fuerza, que ese "alguien que no era yo" le quita arrestos al "yo soy muy mío". ¿El amor nos hace otro? ¿A qué yo volvemos si no es el mismo que siempre ha estado ahí? ¿Seremos sólo nuestros en la plenitud?
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Apabullado me djas, delgaducho (en verdadtan delgado?)

Jose Zúñiga dijo...

Leo esto y es cierto, Mayte: es un tema muy tuyo. O tal vez era, que todo pasa aunque algo queda.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Tienes razón por partida doble, Zen: es poco lo que sobra de verdad. Y aún de eso, siempre nos quedará algo por mucho que intentemos desprendérnoslo.
Pero esta voz poética no sabe de sutilezas, jeje.
Abrazos

Jose Zúñiga dijo...

Un desamor triste y alegre a un tiempo, María, hay mucho claroscuro rodadando por aquí.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Aviso: después de veel comentario de Leonardo voy a contradecirme de todos los anteriores. Así es la poesía. Y esto es lo que te contesto, Leonardo:

Lo cierto es que este final lo tenía escrito de otra forma y lo cambié ya al editar la entrada. No recuerdo cómo era, pero le daba al poema otro sentido que no acababa de convencerme. Y esas cosas los lectores avezados pueden notarlas, como tú lo has notado. También debo decirte que la interpretación de ese “alguien” que tú haces es perfectamente coherente, pero en este caso no estoy hablando (como en esos versos de Salinas) de darse en el yo-otro, sino de otro sin más. O sea que el alguien es otro, no el yo.
Al leer tu comentario he vuelto a pensar los versos desde esa perspectiva que me apuntas, tan de Salinas (que es oro de mis poetas de cabecera, en efecto) y me gustan más. Tendré que retocarlo y, desde luego, cambiar ese final con un giro rotundo. Algo así como:

“En ti todo me sobra,
que me lo diste todo, entera tú
en ese yo tan mío”

Agradezco de veras tus comentarios. Ya me dirás qué te parece el cambio.
Abrazo

Reflexiones de Emibel dijo...

Muy fuerte.
A mí no me sobra nada de tus letras ehhh
Un abrazo.

Gladys dijo...

Bello poema un despecho despanpanante,con fuerza con garra,
con mucha soberbia,y valentía,
buen escritome gusto mucho.
Ando por aquí de turista pero
me a gustado tanto tu espacio
que me quedaré si me lo permites.
encantada de conoserte.
Un abrazo grande.

jorge dijo...

En ti todo me sobra
porque me falta todo lo que diste
a alguien que no era yo.

Estas tres lineas, ¡cielos! estas tres lineas valen por todo un libro.

He quedado alucinado.

Espero que ninguno de mis protas se aproveche de ella.

mjromero dijo...

Es un poema de amor tal y como es el amor, de todo hay, cuando llegan los reproches parece que todo sobra.
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

No me digas eso, Emibel, que yo soy muy de sobras y te las guardo envueltas en albal, jeje.
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Qué bueno que tu andar turístico te trajera hasta aquí, Gladys. Pues ya sabes, un placer compartir casa y versos,
bs

Jose Zúñiga dijo...

No me fío de tus protas, Jorge, pero sí de las manos que los guía.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Creo que tienes razón, mj, de amor es porque el amor no siempre se desliza por caminos de rosas.
Bs.

Leonardo dijo...

Comprenderás que mi comentario procede de una mala lectura porque, para mì, el yo del final no podía ser en ningún caso alguien diferente del yo del poema. La dialéctica saliniana del conjunto no puede resolverse con un quite de bolero (el otro, alguien). Su resolución no puede ser sino interna, la contundencia final no puede ser extranjera.
Pese a la admiraciòn que suscita en Jorge los ùltimos versos, creo que la soluciòn que presentas es más coherente, porque el cuerpo extraño desaparece. No dudo en que los retoques encontrarán una respuesta definitiva.
Ya lo sabes, pero te lo digo de nuevo, el placer que me da participar en tu bitàcora como lo haces en la mía.
PD Tu respuesta contenía una errata: veel (en lugar de ver o de leer), feliz hallazgo, además de añadir un sufijo infinitivo a nuestro idioma.
Un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Gracias por darme tu opinión. Leonardo. Estamos de acuerdo pues.
Seguiremos inventando nuevos sufijos!
Abrazo