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Estabas a mi espalda. Sentí un leve aleteo,
un aire
de alfiler en mis vértebras.
Adiviné tus ojos, esos vitrales góticos,
escudriñando, amor, mis cicatrices.
Me estremecí. La noche del amante
siempre está al borde del acantilado.
Me adentro, me sumerjo
en el profundo lecho de tu cuerpo,
rompo el frágil cristal que te resguarda
de ciertas intemperies
y te busco,
y te exploro,
y te navego
y nunca
llego al fondo de tantas cavidades oscuras.
Eres inexpugnable, guardas silencio,
callas
como callan los faros que alumbran las mareas.
Y dejas que me ahogue. O que me queme.
La noche del amante es un auto de fe.
Vestiré el sambenito, calzaré el capirote,
caminaré sin prisa hacia la hoguera
en que se han convertido tus abrazos,
calibraré con calma si prefiero tu llama o tu silencio,
despejaré la incógnita que puebla tus entrañas:
me dejaré llevar por tus ausencias.
No hay cavidades blancas en las noches ardientes.
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 1 día
23 comentarios:
Estaba leyendo tu poema, escribí un comentario que deseché y ya por otros blogs me llegó tu comentario, así que vuelvo.
Estas cavidades blancas(o sus ausencias) en realidad son tres, bastante diferenciadas,aunque parece que la 3ª parte vuelve hacia la 1º. La 2º parte se basta como poema único. Y la 3º parte tiene otro 'tono', un cuerpo distinto a los otros dos, cierta mordacidad o bastante de ironía.
Como verás leo un poema muy completo.
hoy tenemos ración de sensualidad, será la primavera
un beso
En el momento que la noche del amante no esté en el acantilado seguramente reine la monotonía y en vez de amantes se convertirán en ... ¿rutinarios amadores?
Abrazos.
No hay que dejar nunca
de explorar
de navegar
aunque ella sea inexpugnable
porque la noche del amante es un auto de fe (¡qué gran frase!)y esta siempre al borde del acantilado.
Gran Poema
me apunto a que la noche del amante esta al borde de un acantilado.
¡Que preciosidad! "...como callan los faros que alumbran las mareas"
Y desvelare un secreto; nunca me importa demasiado el color de las cavidades en las noches ardientes. Todo mi interes se dirige a alcanzarlas, llenarlas...
Que bonito, que sensual, que certero. Me gusta mucho.
Besos.
Y que forma de navegar... hacia la hoguera.
Gran poema.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho este poema tan sensual, huele a primavera.
Un abrazo.
Hace ya un rato largo que busco en estos poemas o en esas canciones. Pero la omisión nos hace oídos afilados.
Atinado comentario, M Jesús. Sí, la segunda estrofa puede funcionar de forma autónoma, pero la idea era diferenciar nítidamente tres fases de un mismo proceso. Al leerte, he intoducido una pequeña modificación que refuerza esta idea: he he cambiado el tiempo verbal de la última estrofa, así quedan el pretérito imperfecto, el presente y el futuro.
Bs.
Vamos por rachas que no sé a qué obedecen, Ana.
Bs
Creo que el filo de la navaja es saludable para todo, Manolo.
Gracias, Eloy, sí, la noche del amnte tiene mucho de procesión pentenciaria.
Abrazo
Pues no es tan sencillo (alcanzarlas), Jorge, casi es más fácil escribir versos
Ya sabes, Mayte, a veces me da por ahí. Pero sin pasarme, eh!
Bss.
Espero que el fuego no llegue a quemarme, Emilio.
Abrazo
Espero que tu pasero haya sido agradable, Jesús, gracias por tu comentario.
Estamos en primavera con premeditación y alevosía, Jorge. Ahí andamos.
Abrazo.
No omito nada, escucho,no omitas nada, escucha, no llames al afilador.
Me he pasado un buen rato aquí. Hay cosas muy buenas.
Pedro A.
Simplemente adoro este poema Zuñi, es como una marea en si misma, no se definirlo, pero me encanta, y con tu permiso, me lo llevo a mis mares de Calipso.
Un gran abrazo
PD: que pena que me lo he leido tan tarde con lo bueno que es! pero como dicen, nunca es tarde si la dicha es buena, y esta me parece estupenda :)
Gracias por pasarte y dejar tu huella, Pedro.
Amiga Paz, y veo que lo llevaste a tus mares, y yo te lo agradezco, y te beso.
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