Te gustará saber que tengo entre los bazos brazos, brezos sarmentosos que acunan, que recogen los barquitos de vela y tres gorriones muertos de amargura sin trinos y sin tino que dejaste en su jaula entre las nubes de humo de nuestros lagrimones altaneros cuando saliste envuelta en todos los harapos que a través de los años has ido acumulando en las rebajas esas que anuncian primaveras o veranos pero no acaban de tachar la etiqueta de los muertos de hambre que se mueren sin ton ni son ni lágrimas ni moscas ni ataduras ni vendas ni alacranes ni yodo ni veneno ni alfombras ni calandrias ni nombre. Ni nombre, te gustará saber que tienen una historia que contar, que mañana yo voy a hacer que escuches entre los altavoces del metrónomo la infamia tan estúpida como que estoy saliendo de la mierda, del cubo de basura que somos, que nos somos, que nos hacen, que hacemos, te gustará, seguro que estarás encantada de morirte de asco. O al menos de morirte cuando leas mi esquela en los periódicos. Viva España.
sábado, 30 de enero de 2010
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4 comentarios:
Y por que no leer en las esquelas su nombre, es más propicio, apropiado y oportuno, no te parece??? vive feliz en la infelicidad del mundo y deja de sufrir en el sufrimiento perpetuo de nuestra especie.
Un abrazo.
No quiero, Emilio, perdóname.
Me gustô, muy bello texto, sacândole el zumo a la lengua y al dolor de la ausencia.
De eso se trata, en efecto: exprimir los sentidos ocultos, referenciales, de las palabras.
Saludos.
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