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No sé cuántos han muerto
hoy
no sé cuántas
han sido
mutiladas
hoy
no sé cuántos ahorcados
hoy
no sé cuánta tortura
hoy
no sé
cuántos muchísimos
niños no han comido
hoy
no sé el número exacto
de parados
hoy
no sé las colas
de los que buscan
sopa caliente
hoy
no sé
cuántas infamias
no sé los árboles
que han podado
hoy
no sé las hojas muertas
que arrasó el viento
hoy
no sé las balas
que han disparado
hoy
no sé dónde por qué
se han disparado
hoy
no sé cuántos
se han frotado
las manos
hoy
no sé qué pasa
hoy
la sola certidumbre
lo cierto único
lo que no tiene nombre
ni vergüenza
hoy
es que tengo unas ganas
irresistibles
de salir a la calle
hoy
hoy
y poner una bomba
en medio de esas luces
tan estúpidas
que revienten
todos los transeúntes
que se vayan
al carajo señores
hoy
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 2 días
8 comentarios:
Yo pienso que la felicidad no se encuentra en las lucecitas, aunque a veces las luces iluminan el alma y hacen sonreír a los niños
Déjalo para mañana
Y un beso
Creo que estas lucecitas de diseño, ni a los niños.
Naturalmente, lo dejaré para mañana. Como casi todo. Soy un cobarde.
Bs apagado
pues yo si te soy sincero, no dejes para mañana lo de hoy. deberiamos cargarnos esas lucecitas de diseño que nada tienen que ver con la navidad que recuerdo en mi infancia, zuñi.
Ya te digo, voltios, anímate y nos cargamos unas cuantas. Y de paso un par de papanoeles.
jiji, pas mal ces petits vers. En fait, c'est tout à fait ce que je voulais lire.
Bonne continuation, comme d'habitude, cher JL
Hola, Chris, es que a mí este despilfarro casi obligado me pone de los nervios, ya sabes.
Un abrazo.
Me gusta mucho, en particular la primera parte. Ya con esa rabia, leída, contenida pueden explotar unas cuantas cosas.
Un saludo
Conscientemente anónimo Leonardo: Tienes razón. La última parte sobra. El poema debe dejar huecos al lector.
Un abrazo.
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