domingo, 20 de diciembre de 2009

de un corazón que apenas late

.
El que guarda todas las claves,
el obstruye todos los huecos,
el que ahuyenta los moscardones
que aletean sobre su cuerpo
cuando duerme desnuda, blanca,
el que ausculta cada latido
de un corazón que apenas late
tras las rejas de su prisión:
su guardián, el que tiene miedo
de la vida sin reglas fijas.

Huye de mí, vive esta noche
la final noche vulnerada
y duerme libre luego, sola
o con amantes que no sean
diques del río de tus días.

10 comentarios:

la palabra en cierne dijo...

No hay otro remedio que salir de esas rejas. El corazón es listo y sabe el ritmo adecuado de su latido.

Saludos.

sus(ana) dijo...

cada latido es un sentimiento que habita en el pensamiento

y un beso*

Nares Montero dijo...

a veces es fácil, demasiado, casi inevitable, dejarse atrapar por diques y cadenas. aunque una sea un torrente o tenga vocación de ello.


Me encata.
Bs

Ángel Muñoz dijo...

es fácil pero difícil soltarse a la vez maestro, un fuerte fortísimo abrazo amigo.

trovador errante dijo...

Mi aliento y mi agua para romper diques.

Y un abrazo muy fuerte, de corazón.

Jose Zúñiga dijo...

Eso espero, palabra amiga, aprender a compasar latidos no es sencillo.

Un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Y un apenas latido, sin embargo, es un sentimiento que desborda, Ana.
Y dos bessos.

Jose Zúñiga dijo...

No querría ser yo ese dique, Nares. Que fluya vida, amor, se desborden las torrenteras del alma y de la vida. Que nadie te ate, ni aún queriendo.
Bss grandes.

Jose Zúñiga dijo...

Un abrazo amigo, voltios, es lo que espera ese corazón de latido leve y vocación guardiana.
Gracias.

Jose Zúñiga dijo...

Kike: hay que romperse, romperlos,rompérnoslos, tú sabes, intuyo, de eso. Por eso errante.

Y de corazón vuelve el abrazo.