.
Esta noche
pega el viento con furia,
sus razones tendrá
para azotar rabioso los postigos
de todas las ventanas de la casa,
y dice:
“Aquí estoy yo,
no quiero que lo olvides”.
La gente se apresura,
se preparan
las doce campanadas
como mandan los cánones,
aunque tal vez se palpe
un pelín de desgana
que crece año tras año.
Quieres llorar.
No puedes.
Has entrado en tu cuarto
furtivo, fugitivo
de las risas que no vienen a cuento,
has posado tus dedos
en el teclado, a oscuras,
solo con la pantalla luminosa,
vas tejiendo
tu maraña de versos sin escape.
Quieres llorar.
No puedes.
Se te ha pasado el día
hilando sinsentidos
y ahora escribes,
aislado del bullicio que te viola,
lo sólo, lo preciso, lo que quieres decir
precisamente ahora, poco antes
de que suenen las doce campanadas:
Abuela, padre, hermano,
cuánto os quise.
Quiero estar con vosotros.
Enciendo el flexo y lloro.
FELIZ NOCHEVIEJA
jueves, 31 de diciembre de 2009
los dedos frente a Leilah
Quema esos dedos, Leilah,
que se abrasen los dedos en tu vientre agostado,
recoge el guante blanco que te entrega el invierno,
esa piedra lluviosa con que te han lapidado
desde que el mundo es mundo,
y arroja sus despojos siniestros a los hombres
que se aletargan mudos, sin rostro, frente al fuego
de las hogueras tuyas, sólo tuyas, y mías,
sólo mías también si quieres que me abrase
contigo. Te diría
unas simples palabras si no fuera
porque siento vergüenza al pronunciarlas:
ten piedad de nosotros.
Hoy me parecen, Leilah, los dedos del invierno
oscuras láminas, piedras del desierto
cuando azotan tus muslos todo el fuego,
toda la arena, toda la sed del mundo entre las moscas.
Nunca estuviste aquí, aunque a mi lado escuches
el latido de todos los apátridas y te apiñes conmigo.
que se abrasen los dedos en tu vientre agostado,
recoge el guante blanco que te entrega el invierno,
esa piedra lluviosa con que te han lapidado
desde que el mundo es mundo,
y arroja sus despojos siniestros a los hombres
que se aletargan mudos, sin rostro, frente al fuego
de las hogueras tuyas, sólo tuyas, y mías,
sólo mías también si quieres que me abrase
contigo. Te diría
unas simples palabras si no fuera
porque siento vergüenza al pronunciarlas:
ten piedad de nosotros.
Hoy me parecen, Leilah, los dedos del invierno
oscuras láminas, piedras del desierto
cuando azotan tus muslos todo el fuego,
toda la arena, toda la sed del mundo entre las moscas.
Nunca estuviste aquí, aunque a mi lado escuches
el latido de todos los apátridas y te apiñes conmigo.
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lamento del funámbulo
miércoles, 30 de diciembre de 2009
los papeles de Leilah
El Sargento Mayor de los jardines decretó que los pájaros
no osaran mancillar con sus trinos las ramas
de los árboles. Pero entonces los árboles, reunidos en consejo,
decretaron domingos de luto en desagravio:
se vistieron de blanco y así siguen sus ramas desoladas.
Este invierno habrá sido un festín de alimañas.
Leilah, la bien querida, Leilah,
sólo quedan rapaces en mis brazos,
no volvieron los pájaros
como la primavera a tus balcones,
Leilah, la amante ausencia, Leilah,
no de aquí ni de allá, no de entonces, Leilah,
no del todo ni a veces, ni siquiera
de los mares del sur. Ha vuelto el frío
con todo su esqueleto a mis entrañas
llenas de raras concatenaciones.
Y pronuncio tu nombre.
no osaran mancillar con sus trinos las ramas
de los árboles. Pero entonces los árboles, reunidos en consejo,
decretaron domingos de luto en desagravio:
se vistieron de blanco y así siguen sus ramas desoladas.
Este invierno habrá sido un festín de alimañas.
Leilah, la bien querida, Leilah,
sólo quedan rapaces en mis brazos,
no volvieron los pájaros
como la primavera a tus balcones,
Leilah, la amante ausencia, Leilah,
no de aquí ni de allá, no de entonces, Leilah,
no del todo ni a veces, ni siquiera
de los mares del sur. Ha vuelto el frío
con todo su esqueleto a mis entrañas
llenas de raras concatenaciones.
Y pronuncio tu nombre.
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martes, 29 de diciembre de 2009
mirar la tele
Qué sencillo fue todo,
qué lugar tan común
fue el amor deslizándose entre sábanas,
el amor encauzándose
por lugares comunes, tan comunes
que acabamos durmiendo en los laureles
y nunca amanecimos, nunca más
vimos la luz del sol ni el sol nos vino
a acariciar la piel. Así de ajados
hoy vemos canal plus mientras las manos
se cruzan, no se enlazan.
qué lugar tan común
fue el amor deslizándose entre sábanas,
el amor encauzándose
por lugares comunes, tan comunes
que acabamos durmiendo en los laureles
y nunca amanecimos, nunca más
vimos la luz del sol ni el sol nos vino
a acariciar la piel. Así de ajados
hoy vemos canal plus mientras las manos
se cruzan, no se enlazan.
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lamento del funámbulo
lunes, 28 de diciembre de 2009
Fe con Primavera: pipas de agua
Una pequeña inocentada...
PIPAS DE AGUA
Estaba yo en la calle de La Fe,
esquina Primavera.
Bajando a la derecha, Lavapiés,
el Botas a la izquierda.
Apareciste tú y me preguntaste:
“Qué pasa, no te acuerdas ya de mí”.
Yo apenas recordaba tus olores,
pero te contesté: “claro que sí”.
Estaba yo en la calle Primavera,
un sábado cualquiera,
esquina con La Fe.
Estaba yo en la calle de La Fe
y llovía y llovía.
Sólo recuerdo que te pregunté
de qué te conocía.
Salí corriendo en busca de un cajero,
cuando volví no estabas, te perdí.
Pasé la noche ya de barra en barra,
de birra en birra, y nunca más te vi.
Estaba sin un chavo y me sentía
un náufrago en la vida,
algo normal en mí.
Desde entonces no tomo más que té
y fumo en pipa de agua,
es algo gilipollas, ya lo sé,
y qué quieres que le haga
si ya no hay piba alguna que me aguante,
tan sólo algún colega, fíjate,
así que dejo así pasar las tardes
y aún dicen que lo estoy haciendo bien.
Estaba yo en la calle Primavera,
un sábado cualquiera,
esquina con La Fe.
PIPAS DE AGUA
Estaba yo en la calle de La Fe,
esquina Primavera.
Bajando a la derecha, Lavapiés,
el Botas a la izquierda.
Apareciste tú y me preguntaste:
“Qué pasa, no te acuerdas ya de mí”.
Yo apenas recordaba tus olores,
pero te contesté: “claro que sí”.
Estaba yo en la calle Primavera,
un sábado cualquiera,
esquina con La Fe.
Estaba yo en la calle de La Fe
y llovía y llovía.
Sólo recuerdo que te pregunté
de qué te conocía.
Salí corriendo en busca de un cajero,
cuando volví no estabas, te perdí.
Pasé la noche ya de barra en barra,
de birra en birra, y nunca más te vi.
Estaba sin un chavo y me sentía
un náufrago en la vida,
algo normal en mí.
Desde entonces no tomo más que té
y fumo en pipa de agua,
es algo gilipollas, ya lo sé,
y qué quieres que le haga
si ya no hay piba alguna que me aguante,
tan sólo algún colega, fíjate,
así que dejo así pasar las tardes
y aún dicen que lo estoy haciendo bien.
Estaba yo en la calle Primavera,
un sábado cualquiera,
esquina con La Fe.
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canción
domingo, 27 de diciembre de 2009
sábado, 26 de diciembre de 2009
viernes, 25 de diciembre de 2009
jueves, 24 de diciembre de 2009
miércoles, 23 de diciembre de 2009
somos muy raros, 10: a pedradas (felices pascuas)
.
Mohammed Abukar Ibrahim
da la impresión de encontrarse
extrañamente sereno,
escindido de la realidad,
superado
por las brutales circunstancias
en las que se encuentra
atrapado. Levanta las manos
hacia el cielo como si quisiese
dejar en evidencia la arbitrariedad
de la decisión de los hombres
que lo están enterrando vivo,
que recogen exaltados piedras
blancas recién traídas en un camión.
Sin embargo,
los testigos que se congregaron
el pasado domingo en el campo de fútbol
de la ciudad de Afgoye,
situada a 30
kilómetros de Mogadiscio,
sostienen que este hombre de 48
años gritó y se resistió
después de escuchar que el juez Osmán
Siidow Hasán lo declaraba
culpable de adulterio,
dando así comienzo a un cruento ritual.
"Murió rápidamente, después
de una roca grande que lo impactara",
sostiene
uno de los presentes. No obstante,
otros cuentan que los verdugos, integrantes
de la milicia hezb al Islam,
sacaron el cuerpo inconsciente del hoyo
y bañado en sangre de Mohammed
y lo remataron.
A la mujer con la que tuvo relaciones,
Halima Sheikh Abdúlahi,
le propinaron 100 latigazos.
Al ser soltera, el juez
no pudo condenarla a muerte
en concordancia con la sharía.
Mohammed Abukar Ibrahim
da la impresión de encontrarse
extrañamente sereno,
escindido de la realidad,
superado
por las brutales circunstancias
en las que se encuentra
atrapado. Levanta las manos
hacia el cielo como si quisiese
dejar en evidencia la arbitrariedad
de la decisión de los hombres
que lo están enterrando vivo,
que recogen exaltados piedras
blancas recién traídas en un camión.
Sin embargo,
los testigos que se congregaron
el pasado domingo en el campo de fútbol
de la ciudad de Afgoye,
situada a 30
kilómetros de Mogadiscio,
sostienen que este hombre de 48
años gritó y se resistió
después de escuchar que el juez Osmán
Siidow Hasán lo declaraba
culpable de adulterio,
dando así comienzo a un cruento ritual.
"Murió rápidamente, después
de una roca grande que lo impactara",
sostiene
uno de los presentes. No obstante,
otros cuentan que los verdugos, integrantes
de la milicia hezb al Islam,
sacaron el cuerpo inconsciente del hoyo
y bañado en sangre de Mohammed
y lo remataron.
A la mujer con la que tuvo relaciones,
Halima Sheikh Abdúlahi,
le propinaron 100 latigazos.
Al ser soltera, el juez
no pudo condenarla a muerte
en concordancia con la sharía.
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somos muy raros
martes, 22 de diciembre de 2009
me abro, pero no.
.
Voy a abrirme
de aquí
definitivamente.
Voy a abrirme
en canal
al mundo temporal.
Hay gente y gente.
Unos son. Otros no.
Voy a abrirme
de aquí
definitivamente.
Voy a abrirme
en canal
al mundo temporal.
Hay gente y gente.
Unos son. Otros no.
Un lunes 22 de diciembre, hoy hace exactamente 366 días (ha sido año bisiesto), comencé con este blog, a modo de apuesta. La apuesta con Medel la he ganado, por supuesto. Y el reto que me impuse a mí mismo, tan absurdo, de subir un nuevo poema al día, lo he superado también.
Se acabó esta etapa. Ha sido provechosa, he aprendido mucho, he conocido nuevos ámbitos. A partir de hoy me disvinculo del compromiso y subiré poemas cuando me parezca oportuno. Y las chorradas que me plazcan. También seguiré con mi otro blog, lo que queda, en el que suelo poner poemas que me han gustado.
Ahí vamos! Achuchones a tutiplén y felices pascuas.
Se acabó esta etapa. Ha sido provechosa, he aprendido mucho, he conocido nuevos ámbitos. A partir de hoy me disvinculo del compromiso y subiré poemas cuando me parezca oportuno. Y las chorradas que me plazcan. También seguiré con mi otro blog, lo que queda, en el que suelo poner poemas que me han gustado.
Ahí vamos! Achuchones a tutiplén y felices pascuas.
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noticia
lunes, 21 de diciembre de 2009
copiota: a la manera de...
Empiezo a despedirme de este año (por el momento). No quedan días para colgar las varias cosas que he estado haciendo hoy, así que las pongo de una tacada, ya las troceraré. Todas ellas tienen un denominador común: procuran adaptarse al tono, al estilo de uno u otro autor, aunque todos los versos los he escrito yo. Un divertimento más a modo de regalo pascual. Sed benévolos.
A la manera de Sarmentero, poeta y caballero
Si quieres que lo quiera yo lo quiero
porque tienes el alma de madera,
de madera de quiero y no te quiero:
no basta decir basta a tu manera.
Hasta que no lo quieras no lo quiero
y no lo querré nunca hasta que quiera
querer como se quiere a un cenicero,
como al humo o un tuerto: una quimera.
M e alejaré de ti mientras te acercas
a las aladas almas de las rosas
que se llenan de invierno en primavera.
Seré tornillo donde tú eres tuercas.
Troquelaré tus dardos en la espera.
Lo que espero de ti son otras cosas.
--- --- ---
A la manera de Santiago Tena, amor y libertad.
Vivir, vivir, vivir, vivo viviendo sin saber si me vivo o si me sueño cuando viajo en los trenes tan nocturnos, tanto tuyos, tan míos, tan vivir lo vivido, tan sabido lo muerto, cada segundo incierto estoy desnudo de todo cuanto tengo, lo que es tuyo no es mío, vivir, vivir, la vida, dónde tengo, la vida, dónde duermo, la vida dónde está, qué es vivir, dónde estaba la vida cuando estábamos muertos el uno sobre el otro, vivir, vivir, vivir y estoy muriendo de muerte natural, es amor, es amor lo que siento mientras se cae la noche en mi ventana aunque caigan postigos, aunque caigan castigos, aunque caigan abrigos, aunque se caigan todas las paredes sobre mi vivir muerto, muerto de ti, de mí, muerto de nada, de muerte natural y dudo, dudo, dudo de lo que veo, lo que escucho, lo que me cuentan, dudo de lo que cuento y lo que dices, dudo de lo que mientes y te miento, dudo, vivo envuelto en las dudas de quien nunca ha vivido de vida natural y está viviendo como quien muere a solas con la vida, vivir, vivir, vivir. Hoy no me encontraré cuando amanezca.
--- --- ---
A la manera de Begoña Leonardo, dad al aire mi voz
Tengo frío esta noche
gélida,
armada,
silenciosa,
tengo que abandonarme
en tu sexo desnudo,
pisado,
despreciado,
tengo que salir ya
de la cabaña
que tronco
a tronco
fui levantando sola,
tengo
que estar despierta
para sentir los pasos
que nunca
sabré si vienen o se van.
Donde la espera,
donde
la espera tiene
ese olor a difuntos.
--- --- ---
A mi manera
Vengo
de un velatorio
nada grave,
sólo un muerto
que me recuerda
a todos
los difuntos
que un día
se acordarán de mí.
--- --- ---
A la manera de Mayte Sánchez Sempere.
Me lo dijo esta mañana,
sí, me lo dijo
esta mañana
al despertarse,
le recordé que no,
las piedras que recojo
no son suyas
por mucho
que me trague tantos
años,
tantos,
tantos te quiero mucho
y no,
no me voy a tragar su desayuno.
--- --- ---
A la manera de Marcus Versus.
Joder con la polla,
ya estoy harto,
yo prefiero joder
con otras cosas.
--- --- ---
A la manera (una de ellas) de Elia Maqueda
No miré las plantas de sus pies ni encontré
las raíces en las calles nevadas,
las ventanas
veladas, orificios sin credo y yo
metida en varios avatares
sin salida ni slide ni puertas colgadas de los árboles
que ahora piso con los pies que nunca fueron plantas
de nada. No sé si estoy metida en las potencias
cuadradas del guarismo de tus noches
o no, me importa más saberme
metida entre los hielos de mi cama sin ti
cuando te miro y siento que respiras mi aliento
y no he salido de la madriguera, yo,
que fui madrugada sin regazo.
--- --- ---
A la manera de María Socorro Luis.
Está abierta.
Pasa sin pedir paso.
Esta noche te aguardo
con las puertas abiertas
y un olor
que recuerda la leña
crepitando en la hoguera.
El mar, lejos, me llama.
No escucho su llamada,
espero que la puerta no se cierre
antes de tu retorno silencioso.
Te espero, pasa,
tengo que hablarte mucho.
---..---..---
A la manera de Ana Sáenz, escalera de caracol.
Tenía un lápiz
de colores rojo y azul
con el que dibujaba
árboles y tejados,
nunca casas,
las casas tienen
que ser verdes
porque tú eres verde
que te quiero verde
y verte,
mi lápiz de colores
azul y rojo
lo escondía debajo de la almohada
cuando me iba a dormir
y nunca te escribía.
--- --- ---
A la manera de Bolo.
Tenía prisa: tomaba digital.
Cuando se mueve llueve: no te muevas.
Estaba allí, pero estaba p’allá.
Si te pillo te atropello.
Pasa de largo y larga.
Mañana será otro día,
dijo el jamás volveré a pasar hambre.
No bebo: bebeo.
--- --- ---
A la manera de Javier Belinchón
Hoy me siento cansado.
Han pasado las horas
una a una, he sentido
unas tremendas
ganas de llorar de asco.
Nadie me ha visto,
me he encerrado en mí mismo.
No sé por qué me sentiré cansado.
No sé por qué mis manos están secas
y mis palabras huyen,
no sé qué quiero.
Hoy
me siento cansado
ayer, igual. Cómo será mañana
--- --- ---
A la manera de Ángel Rodríguez, Voltios.
En la cola
de la panadería
esta mañana
sentía un frío
intenso
metido entre mis huesos
tenía prisa
una abuela intentaba
colarse
no la dejé
mis huesos son primero
pensé,
y ella
no tiene prisa.
Llegó mi turno
y se formó un revuelo
detrás mío,
fue creciendo un murmullo
hasta que llegó el samur.
A la abuela
intentaron reanimarla
pero nada pudieron
hacer,
directa al anatómico
no sé si de hipotermia
o de hambre
o de vejez.
Da igual. Ya no hubo pan.
No se me quita el frío
ni me entran ganas de comer.
Yo también tengo abuela
y no sé si la echaron a patadas
de cualquier cola en la posguerra.
--- --- ---
A la manera de José Naveiras
Tengo un supermán y una bicicleta,
tengo un berberecho abierto de piernas.
Tú no tienes nada.
Tengo las cenizas de tus cigarrillos,
tengo dos almendros en flor enterrados.
Tú no tienes nada.
Tengo un pensamiento
entre ceja y ceja,
en el entresuelo,
entre los zurcidos,
en los cementerios
de los parachoques.
Tú no tienes nada.
Yo tengo un poema
y unas palmaditas en la espalda.
--- --- ---
A la manera de Palabra en Cierne.
Nunca supe qué hacer con las palabras tristes
hasta que ayer me regalaron una
cesta de navidad llena de nada
que bien pudiera estar llena de todo
lo que no te conozco.
Ahora parto muy lejos,
ya sé qué hacer con mi palabra triste:
te digo adiós.
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lamento del funámbulo
domingo, 20 de diciembre de 2009
de un corazón que apenas late
.
El que guarda todas las claves,
el obstruye todos los huecos,
el que ahuyenta los moscardones
que aletean sobre su cuerpo
cuando duerme desnuda, blanca,
el que ausculta cada latido
de un corazón que apenas late
tras las rejas de su prisión:
su guardián, el que tiene miedo
de la vida sin reglas fijas.
Huye de mí, vive esta noche
la final noche vulnerada
y duerme libre luego, sola
o con amantes que no sean
diques del río de tus días.
El que guarda todas las claves,
el obstruye todos los huecos,
el que ahuyenta los moscardones
que aletean sobre su cuerpo
cuando duerme desnuda, blanca,
el que ausculta cada latido
de un corazón que apenas late
tras las rejas de su prisión:
su guardián, el que tiene miedo
de la vida sin reglas fijas.
Huye de mí, vive esta noche
la final noche vulnerada
y duerme libre luego, sola
o con amantes que no sean
diques del río de tus días.
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lamento del funámbulo
esta tarde
.
Acógeme. Ahora que escucho el toque de campanas
a muerto, que ha llegado el invierno, que penetran
todos los hielos en el medular centro de mis huesos,
acógeme.
Acógeme,
dame todo el amor que puedes darme,
no luego, no más tarde, precisamente ahora.
Acógeme, devuélveme la fe,
todos los días míos que perdí en la gatera.
Acógeme.
Como si fuera niño en tu regazo acógeme,
espero ya impaciente que me arropen tus brazos maternales,
que me envuelva tu seno primigenio
en el lecho telúrico del primer mandamiento.
Acógeme, recibe al peregrino
en el umbral del todo y de la nada,
acógeme, ya es tarde, se ha hecho tarde,
en los remates de las espadañas
no anidan ya cigüeñas. Han partido
dejando aquí sus crías a merced de mis garras.
Acógeme en silencio, no hagas ruido,
vente a mí de puntillas, no me avises
ni me asustes tampoco. Acógeme un domingo
por la tarde, cuando empiecen las luces
a alumbrar las farolas y se escuchen mis pasos
vertiendo su cansancio por las calles desiertas.
Tengo ganas de ti. Acógeme, no dejes
que me vaya sin verte.
Acógeme. Ahora que escucho el toque de campanas
a muerto, que ha llegado el invierno, que penetran
todos los hielos en el medular centro de mis huesos,
acógeme.
Acógeme,
dame todo el amor que puedes darme,
no luego, no más tarde, precisamente ahora.
Acógeme, devuélveme la fe,
todos los días míos que perdí en la gatera.
Acógeme.
Como si fuera niño en tu regazo acógeme,
espero ya impaciente que me arropen tus brazos maternales,
que me envuelva tu seno primigenio
en el lecho telúrico del primer mandamiento.
Acógeme, recibe al peregrino
en el umbral del todo y de la nada,
acógeme, ya es tarde, se ha hecho tarde,
en los remates de las espadañas
no anidan ya cigüeñas. Han partido
dejando aquí sus crías a merced de mis garras.
Acógeme en silencio, no hagas ruido,
vente a mí de puntillas, no me avises
ni me asustes tampoco. Acógeme un domingo
por la tarde, cuando empiecen las luces
a alumbrar las farolas y se escuchen mis pasos
vertiendo su cansancio por las calles desiertas.
Tengo ganas de ti. Acógeme, no dejes
que me vaya sin verte.
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sábado, 19 de diciembre de 2009
una camiseta en la basura
.
Qué risa, tía Felisa.
Hoy tiré una camisa
roja a la basura
(a pesar de ser roja)
y crecieron ladrillos
con rastros de grafiti
y un cierto afán de estar
en todas partes.
Recogí la camisa
de nuevo, levanté
un muro invulnerable
a las meadas,
revoqué
la fachada, di el gran salto
y me sentí en la gloria.
Es lo que tienen
las camisetas rojas:
las rijosas camisas,
como los gui-ones
o los agui-jones
o las reflex-iones
o las sinra.zones
o los pelo-tones
no acaban
de sentarme bien.
Ahora está ya claro.
Me voy a dormir.
Qué risa, tía Felisa.
Hoy tiré una camisa
roja a la basura
(a pesar de ser roja)
y crecieron ladrillos
con rastros de grafiti
y un cierto afán de estar
en todas partes.
Recogí la camisa
de nuevo, levanté
un muro invulnerable
a las meadas,
revoqué
la fachada, di el gran salto
y me sentí en la gloria.
Es lo que tienen
las camisetas rojas:
las rijosas camisas,
como los gui-ones
o los agui-jones
o las reflex-iones
o las sinra.zones
o los pelo-tones
no acaban
de sentarme bien.
Ahora está ya claro.
Me voy a dormir.
viernes, 18 de diciembre de 2009
poema a mares llenas
A Nares Montero
A mares,
mujer de los zapatos y los labios,
a mares rojos, abiertos en canal,
a mares dejo
mi palabra en su boca,
mis voces en la suya,
mi cabeza en sus dedos.
A sangre,
a la primera sangre se hizo el duelo,
mis libros exteriores fueron peces
de colorines
bailando en la pecera,
mi corazón sangraba
dulces gotas de leche.
A fuego,
me abandoné en la escala de los sueños
que eran mis propios versos renacidos.
Nuevo sonido
que penetró mis venas,
que se hizo nuevamente,
que trasmutó el ardor.
A Nares
le debo todo esto y algo más:
lo que me escribe ahora, en el sosiego
de este diciembre
que ya empieza a nevarse
con los versos que un día
recitará por mí.
Y Nares, ni corta ni perezosa, me responde como ella sólo puede hacerlo: a manos llenas, con estos versos:
Es un primor
A Jose Luis Zuñiga
Lo he intentado
lo juro
escondí el bombo
y los platillos,
las castañuelas,
las chácaras,
incluso el papel albal
y las bolsas de plástico
para no hacer ruido
pero el primor de los cascabeles
ah, esos no
guardé el silencio
de feria ambulante
el previo al aplauso
de boca cosida
con las agujas del carmín
pero ya no aguanto
lo juro
si he de recitarte
henchida
violeta y temblorosa
a quemarropa
que así sea
a mares en plena libertad
donde haga falta
vocalizaré tus verbos subversibos
desbrozaré verbos y adjetivos
y si mi lengua se entorpece
volveré a empezar
volveré a recitarte
donde haga falta
lo juro
No faltaremos a la cita.
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lamento del funámbulo,
nombres propios
jueves, 17 de diciembre de 2009
mi abecedario (de la LL a la O)
.
LL
Llama, llama, llama.
La primera, corre.
La segunda, quema
La tercera, canta.
M
Mudó de piel
para no quedar mudo.
N
Nanay del peluquín.
No entiendo que aparezcas
nunca después.
Ñ
Ñaques en la selva.
Ñoños en la mar.
O
O te vas
o te quedas
o mejor,
os quedáis.
"Lo que queda"http://jlzuni.blogspot.com/
LL
Llama, llama, llama.
La primera, corre.
La segunda, quema
La tercera, canta.
M
Mudó de piel
para no quedar mudo.
N
Nanay del peluquín.
No entiendo que aparezcas
nunca después.
Ñ
Ñaques en la selva.
Ñoños en la mar.
O
O te vas
o te quedas
o mejor,
os quedáis.
"Lo que queda"http://jlzuni.blogspot.com/
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abecedario,
patrias parias
martes, 15 de diciembre de 2009
boouuummm
.
La verdad:
cada vez tengo más
ganas de hacer aquello
que ayer decía.
Eso sí,
a las lucecitas
añadiré
blogueros y papanoeles,
funcionatas,
pasteleros, reyes,
pedantes, lameculos y cuentistas.
Acabaré en el trullo,
no es mal final
para un tipo que siempre
fue legal. Demasiado.
La verdad:
cada vez tengo más
ganas de hacer aquello
que ayer decía.
Eso sí,
a las lucecitas
añadiré
blogueros y papanoeles,
funcionatas,
pasteleros, reyes,
pedantes, lameculos y cuentistas.
Acabaré en el trullo,
no es mal final
para un tipo que siempre
fue legal. Demasiado.
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lamento del funámbulo
lunes, 14 de diciembre de 2009
lucecitas
.
No sé cuántos han muerto
hoy
no sé cuántas
han sido
mutiladas
hoy
no sé cuántos ahorcados
hoy
no sé cuánta tortura
hoy
no sé
cuántos muchísimos
niños no han comido
hoy
no sé el número exacto
de parados
hoy
no sé las colas
de los que buscan
sopa caliente
hoy
no sé
cuántas infamias
no sé los árboles
que han podado
hoy
no sé las hojas muertas
que arrasó el viento
hoy
no sé las balas
que han disparado
hoy
no sé dónde por qué
se han disparado
hoy
no sé cuántos
se han frotado
las manos
hoy
no sé qué pasa
hoy
la sola certidumbre
lo cierto único
lo que no tiene nombre
ni vergüenza
hoy
es que tengo unas ganas
irresistibles
de salir a la calle
hoy
hoy
y poner una bomba
en medio de esas luces
tan estúpidas
que revienten
todos los transeúntes
que se vayan
al carajo señores
hoy
No sé cuántos han muerto
hoy
no sé cuántas
han sido
mutiladas
hoy
no sé cuántos ahorcados
hoy
no sé cuánta tortura
hoy
no sé
cuántos muchísimos
niños no han comido
hoy
no sé el número exacto
de parados
hoy
no sé las colas
de los que buscan
sopa caliente
hoy
no sé
cuántas infamias
no sé los árboles
que han podado
hoy
no sé las hojas muertas
que arrasó el viento
hoy
no sé las balas
que han disparado
hoy
no sé dónde por qué
se han disparado
hoy
no sé cuántos
se han frotado
las manos
hoy
no sé qué pasa
hoy
la sola certidumbre
lo cierto único
lo que no tiene nombre
ni vergüenza
hoy
es que tengo unas ganas
irresistibles
de salir a la calle
hoy
hoy
y poner una bomba
en medio de esas luces
tan estúpidas
que revienten
todos los transeúntes
que se vayan
al carajo señores
hoy
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lamento del funámbulo
domingo, 13 de diciembre de 2009
transfiguración
.
Era algo tierno en las desgracias.
Cuando llegó el invierno sólo hubo
huellas sobre la nieve, toscas, sucias,
donde antes lumbre y luz.
"Lo que queda"
http://jlzuni.blogspot.com/
Era algo tierno en las desgracias.
Cuando llegó el invierno sólo hubo
huellas sobre la nieve, toscas, sucias,
donde antes lumbre y luz.
"Lo que queda"
http://jlzuni.blogspot.com/
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lamento del funámbulo
sábado, 12 de diciembre de 2009
somos muy raros, 9: la araña que teje las telas más grandes
Una nueva especie de arañas gigantes Nephila,
las que tejen telas redondas de mayor tamaño,
ha sido encontrada en el África, tras una ardua búsqueda,
por unos científicos yanquis y eslovacos.
Esta es la primera especie del género
que se encuentra en al menos 130 años
y la mayor de todas. Fue Lineo
el primero en describir arañas de este tipo.
las que tejen telas redondas de mayor tamaño,
ha sido encontrada en el África, tras una ardua búsqueda,
por unos científicos yanquis y eslovacos.
Esta es la primera especie del género
que se encuentra en al menos 130 años
y la mayor de todas. Fue Lineo
el primero en describir arañas de este tipo.
Sólo son gigantes las hembras
y las telas que tejen sobrepasan el metro de diámetro.
Los machos son cinco veces más pequeños:
su tamaño es normal, las hembras son las grandes
y por eso estas arañas sirven de organismo idóneo
para el estudio del dimorfismo y de la biología
sexuales.
No se ha hallado ningún ejemplar vivo en Madagascar,
y las telas que tejen sobrepasan el metro de diámetro.
Los machos son cinco veces más pequeños:
su tamaño es normal, las hembras son las grandes
y por eso estas arañas sirven de organismo idóneo
para el estudio del dimorfismo y de la biología
sexuales.
No se ha hallado ningún ejemplar vivo en Madagascar,
el otro lugar del África donde los científicos
piensan que podrían conservarse,
y se pide al público que busquen la araña
y lo comuniquen para preservar así su futuro.
piensan que podrían conservarse,
y se pide al público que busquen la araña
y lo comuniquen para preservar así su futuro.
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somos muy raros
viernes, 11 de diciembre de 2009
Una locura poética
Soy la entrada 42. Por supuesto, estoy a favor de la poesía. Y, más todavía, de las locuras.
Para seguir creciendo, comentar aquí. Hay que leerlo sin puntos después de la interrogación y la admiración. Y, ya puestos, la u inicial con mayúscula, aunque admito esa licencia.
Para seguir creciendo, comentar aquí. Hay que leerlo sin puntos después de la interrogación y la admiración. Y, ya puestos, la u inicial con mayúscula, aunque admito esa licencia.
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metafísica
jueves, 10 de diciembre de 2009
me fusilan hoy
"A las 4 me van a fusilar.
Si vieras lo calmado
que estoy, mamá querida",
escribió Robert en la prisión de Fresnes.
"Vive, tienes que vivir",
anotó otro reo
antes de caer bajo las balas.
"No tengo miedo, no es mi costumbre",
fue el valiente mensaje del rehén
Michel Dabat. "Voy a llevar
en el pecho vuestras fotos
para que me acompañen en el ataúd".
"Mi alegría más grande sería que pensaras
en mí lo menos posible y que rehagas
tu vida". "Besos grandes,
besos como sólo podemos
dar cuando son los últimos".
“No te olvides de mis zapatos,
se los das a Maurice”
"No he sufrido antes y ya no más después,
por supuesto".
"Siempre soñé, mira tú por dónde,
morir de pie un día en que el sol brillara".
escribe Fernand Zelnikov, empleado
de peletería.
"Bah, no importa"
dijo Bernard Grinbaum.
"Te deseo que encuentres
un proletario digno
de ti".
Maurice reconoce:
"Es duro decir esto
porque estoy celoso
aun ante la muerte".
"Mi escritura es quizá
un poco temblorosa,
pero es que tengo un lápiz
muy pequeño".
"Vienen a buscarnos".
"Dejo mi chaqueta de cuero”.
"Haz editar mis poemas".
(Todos lo escribieron
ante el pelotón.
Siento vergüenza).
(El País 08/12/2009)
Si vieras lo calmado
que estoy, mamá querida",
escribió Robert en la prisión de Fresnes.
"Vive, tienes que vivir",
anotó otro reo
antes de caer bajo las balas.
"No tengo miedo, no es mi costumbre",
fue el valiente mensaje del rehén
Michel Dabat. "Voy a llevar
en el pecho vuestras fotos
para que me acompañen en el ataúd".
"Mi alegría más grande sería que pensaras
en mí lo menos posible y que rehagas
tu vida". "Besos grandes,
besos como sólo podemos
dar cuando son los últimos".
“No te olvides de mis zapatos,
se los das a Maurice”
"No he sufrido antes y ya no más después,
por supuesto".
"Siempre soñé, mira tú por dónde,
morir de pie un día en que el sol brillara".
escribe Fernand Zelnikov, empleado
de peletería.
"Bah, no importa"
dijo Bernard Grinbaum.
"Te deseo que encuentres
un proletario digno
de ti".
Maurice reconoce:
"Es duro decir esto
porque estoy celoso
aun ante la muerte".
"Mi escritura es quizá
un poco temblorosa,
pero es que tengo un lápiz
muy pequeño".
"Vienen a buscarnos".
"Dejo mi chaqueta de cuero”.
"Haz editar mis poemas".
(Todos lo escribieron
ante el pelotón.
Siento vergüenza).
(El País 08/12/2009)
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noticia
miércoles, 9 de diciembre de 2009
vigilia de la Inmaculada
.
I
Acabo de apagar el cigarrillo
y ya me enciendo el otro. Van dos noches
en vela y en tequila. Sólo escucho
la novena de Mahler, su estruendoso
calderón de silencio hacia la nada.
Entre los claroscuros de la noche
dejé mi americana en el armario,
colgué los pantalones en su percha,
lavé los calcetines, los gayumbos,
las camisetas sucias. Estoy limpio.
Me tumbo en el sofá. Sigo sin sueño
con la frente marchita en dos mitades:
una está en la ventana, la otra espera
escuchar en la puerta tus tacones.
II
Aquel gato era negro
no soy supersticioso
pero el gato era negro
no tengo mal de ojo
pero el gato era negro
no me espanto de nada
pero el gato era negro.
Tus ojos eran negros
como aquel gato negro.
Ahora siguen abiertos,
no soy supersticioso.
III
En el bus 27
iba leyendo una novela
corta del escritor Boris Vian.
Leía por si acaso
alguna vez me preguntabas.
De repente,
te vi por el retrovisor.
IV
Mientras dormías sabía
que no soñabas conmigo.
Ni siquiera con el mar.
Tu espíritu se fue
con los ahogados.
V
No me dejes,
soy el amante de tus ojos.
No me dejes,
soy el esclavo de tu lengua.
No me dejes,
soy el reptil de tu silencio.
No me dejes,
fui viento, tierra, fuego
antes de dar contigo.
Ahora ya no soy yo.
Ni siquiera tu perro
es tan perruno.
VI
Rascainfiernos.
Vivimos en un sótano
donde las rocas negras
restriegan sus escorias.
Vivimos
en el fondo del cielo.
VII
Te di el timón de mi barca.
Embarrancamos
en el mar sin sargazos
de tu sexo terroso.
VIII
El bus 150 se ha parado
dos paradas después
justo en la espuma de los días,
antes de que escupieras
sobre la tumba sucia de mi esquina.
Seguí leyendo. Sigo
apagando un cigarro tras otro
sobre trozos de piel que ya escasean
limpios de cicatrices, sigo
encendiendo un cigarro tras otro,
trasegando un tequila tras otro,
lavándome los dientes.
Levanto la mirada al techo.
No estás allí, la lámpara
apenas si se queja.
IX
Cruzo Vázquez de Mella
perdido en multitudes
me dirijo a la entrada
del Banco Santander
tengo en cuenta corriente
un dinero de saldo
hago cola
tosen los jubilados
que se enfilan con orden
la mujer
de la limpieza barre
el cajero dispone de su tiempo
voy a dejar mi saldo a cero
por el ventanal veo
una señora despistada
con un pañuelo al cuello.
Parece que eres tú.
No sé qué espero
encontrar en la caja.
X
Amante soy de ti, no me abandones
en la vigilia de la Inmaculada.
Sé virgen para mí, no pierdes nada
resguardando tu cuerpo entre almidones.
Amo tu sordidez, los perdigones
que lastran tus palabras, tu mirada
perdida, lujuriosa. Soy manada,
soy perro sin collar y sin razones.
Te ayudaré a flotar, aunque me hunda
en el cenagal propio de esta noche
que ya es mi propia noche. Noche inmunda,
noche tuya de mí, piadosa noche
de vigilia constante. Que no cunda
ningún pánico en ti. Soy tu derroche.
XI
Pasa página,
una página en blanco.
Tiene letras
una página en blanco.
Pasa página,
una más en tu vida
y en la mía. Las páginas
están para comérselas.
XII
Miro
al otro lado del espejo.
Me encuentro conmigo.
Corro
hacia otra parte
en que no estés tú.
I
Acabo de apagar el cigarrillo
y ya me enciendo el otro. Van dos noches
en vela y en tequila. Sólo escucho
la novena de Mahler, su estruendoso
calderón de silencio hacia la nada.
Entre los claroscuros de la noche
dejé mi americana en el armario,
colgué los pantalones en su percha,
lavé los calcetines, los gayumbos,
las camisetas sucias. Estoy limpio.
Me tumbo en el sofá. Sigo sin sueño
con la frente marchita en dos mitades:
una está en la ventana, la otra espera
escuchar en la puerta tus tacones.
II
Aquel gato era negro
no soy supersticioso
pero el gato era negro
no tengo mal de ojo
pero el gato era negro
no me espanto de nada
pero el gato era negro.
Tus ojos eran negros
como aquel gato negro.
Ahora siguen abiertos,
no soy supersticioso.
III
En el bus 27
iba leyendo una novela
corta del escritor Boris Vian.
Leía por si acaso
alguna vez me preguntabas.
De repente,
te vi por el retrovisor.
IV
Mientras dormías sabía
que no soñabas conmigo.
Ni siquiera con el mar.
Tu espíritu se fue
con los ahogados.
V
No me dejes,
soy el amante de tus ojos.
No me dejes,
soy el esclavo de tu lengua.
No me dejes,
soy el reptil de tu silencio.
No me dejes,
fui viento, tierra, fuego
antes de dar contigo.
Ahora ya no soy yo.
Ni siquiera tu perro
es tan perruno.
VI
Rascainfiernos.
Vivimos en un sótano
donde las rocas negras
restriegan sus escorias.
Vivimos
en el fondo del cielo.
VII
Te di el timón de mi barca.
Embarrancamos
en el mar sin sargazos
de tu sexo terroso.
VIII
El bus 150 se ha parado
dos paradas después
justo en la espuma de los días,
antes de que escupieras
sobre la tumba sucia de mi esquina.
Seguí leyendo. Sigo
apagando un cigarro tras otro
sobre trozos de piel que ya escasean
limpios de cicatrices, sigo
encendiendo un cigarro tras otro,
trasegando un tequila tras otro,
lavándome los dientes.
Levanto la mirada al techo.
No estás allí, la lámpara
apenas si se queja.
IX
Cruzo Vázquez de Mella
perdido en multitudes
me dirijo a la entrada
del Banco Santander
tengo en cuenta corriente
un dinero de saldo
hago cola
tosen los jubilados
que se enfilan con orden
la mujer
de la limpieza barre
el cajero dispone de su tiempo
voy a dejar mi saldo a cero
por el ventanal veo
una señora despistada
con un pañuelo al cuello.
Parece que eres tú.
No sé qué espero
encontrar en la caja.
X
Amante soy de ti, no me abandones
en la vigilia de la Inmaculada.
Sé virgen para mí, no pierdes nada
resguardando tu cuerpo entre almidones.
Amo tu sordidez, los perdigones
que lastran tus palabras, tu mirada
perdida, lujuriosa. Soy manada,
soy perro sin collar y sin razones.
Te ayudaré a flotar, aunque me hunda
en el cenagal propio de esta noche
que ya es mi propia noche. Noche inmunda,
noche tuya de mí, piadosa noche
de vigilia constante. Que no cunda
ningún pánico en ti. Soy tu derroche.
XI
Pasa página,
una página en blanco.
Tiene letras
una página en blanco.
Pasa página,
una más en tu vida
y en la mía. Las páginas
están para comérselas.
XII
Miro
al otro lado del espejo.
Me encuentro conmigo.
Corro
hacia otra parte
en que no estés tú.
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martes, 8 de diciembre de 2009
paño de lágrimas
Mis puñales son versos
mis versos acericos
mis acequias riadas
mis retamas sequía
mi secarral escorzo
mi corza un ciervo blanco
mis sábanas torrentes
mis tormentas tranquilas
mi tronco hendido
mis heridas poemas
mis poemables tristes
y mis versos puñales.
Mis lágrimas son lágrimas.
Mi pañuelo
es un saco sin fondo.
mis versos acericos
mis acequias riadas
mis retamas sequía
mi secarral escorzo
mi corza un ciervo blanco
mis sábanas torrentes
mis tormentas tranquilas
mi tronco hendido
mis heridas poemas
mis poemables tristes
y mis versos puñales.
Mis lágrimas son lágrimas.
Mi pañuelo
es un saco sin fondo.
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lunes, 7 de diciembre de 2009
poesía al spray:filantropía
Parto al sur, no sé si al este.
Que no lleguen, que no vengan
a llorar sobre mis hombros,
que no vengan, que no lleguen
a reírse a mis espaldas,
que se vayan, que se queden
en sus feudos empedrados,
que no me tomen por tonto
ni emponzoñen mi palabra,
no los quiero, no los quiero
ni en pintura, son los dueños
de todas nuestras infamias,
ladrones de guante blanco
que lloran porque rapiñan,
que lloran porque no rampan,
que lloran como rapaces,
plañideras sin vergüenza.
Los señores,
los señores de la guerra,
los señores,
los de la mierda señores,
que no vengan, los filántropos
son para echarse a temblar.
Voy al sur, a ser al sur.
"Lo que queda"http://jlzuni.blogspot.com/
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domingo, 6 de diciembre de 2009
regalo
A Isabel Sierra, una lista de posibles regalos
para una bolchevique como ella.
para una bolchevique como ella.
Un busto de Lenin, V. Illich,
con una pajarita.
Entradas gratuitas
en el privado comedor del jefe.
Mojitos con limón envenenados.
Un libro. Un pasajero
en avión a Varadero.
Una canita al aire de Fidel.
Una cama redonda: tú, yo, él.
Hoces, martillos, montes, papeletas
revueltas en la mierda. Estrellas rojas.
Muchos ayeres. Jefecillos muertos.
Una estampa de Lourdes y un milagro.
Éste es un buen regalo;
fúgate con el rojo que soñaste
aunque lo pierdas todo en el empeño,
niña: mi regalo
es posible. Es
posible. Mis regalos
jamás han sido utópicos.
Entradas gratuitas
en el privado comedor del jefe.
Mojitos con limón envenenados.
Un libro. Un pasajero
en avión a Varadero.
Una canita al aire de Fidel.
Una cama redonda: tú, yo, él.
Hoces, martillos, montes, papeletas
revueltas en la mierda. Estrellas rojas.
Muchos ayeres. Jefecillos muertos.
Una estampa de Lourdes y un milagro.
Éste es un buen regalo;
fúgate con el rojo que soñaste
aunque lo pierdas todo en el empeño,
niña: mi regalo
es posible. Es
posible. Mis regalos
jamás han sido utópicos.
"Lo que queda"http://jlzuni.blogspot.com/
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sábado, 5 de diciembre de 2009
La crónica más hermosa jamás contada, por M. S. S.
Me he quedado sin palabras. Hoy no hay poema, sino acto poético. Gracias, Mayte.
"Sé de buena tinta que hubo relojes que se contagiaron del tiempo a destiempo y ahora marchan a contratiempo. Sé también que en la noche del jueves se escuchó un grito y hay quien asegura que lo dio el taguloguta. Todo esto lo sé porque estuve allí, entre los ausentes, prestando oídos sordos y dando palmas mudas.
José Luis Zúñiga, maestro de ceremonias informales y poemas insolentes, presentó su último libro ("Nada de último", diría a la periodista que debería haberle entrevistado, "realmente es solo el anterior") en el Café Libertad 8, acompañado de amigos y espíritus, muchos espíritus que, por J o por B, por H o por K, no pudieron confirmar su presencia corpórea. Y tan a gusto estuvo el maestro sobre el escenario que en algún momento se le vio levitar, uniéndose a nosotros, los que desde otros lugares soplábamos en su dirección para enviarle ánimo y darle calorcito con nuestro aliento.
Ocurrió que la alegría se escapó por las costuras del Café y aún a esta hora no han conseguido arreglar el escape. Ocurrió que algunas notas se quedaron pegadas a la ropa de los asistentes y por lo que se ve, no hay manera de sacarlas. Ocurrió que muchos se fueron a casa con ganas de repetir y otros nos quedamos con ganas de empezar. Y todo eso ocurrió porque durante un breve espacio de tiempo, Jose Zúñiga puso a cero el cronómetro y envolviendo sus poemas y canciones para regalo hizo que las esferas de los relojes reflejasen una sonrisa en lugar de dar la hora".
"Sé de buena tinta que hubo relojes que se contagiaron del tiempo a destiempo y ahora marchan a contratiempo. Sé también que en la noche del jueves se escuchó un grito y hay quien asegura que lo dio el taguloguta. Todo esto lo sé porque estuve allí, entre los ausentes, prestando oídos sordos y dando palmas mudas.
José Luis Zúñiga, maestro de ceremonias informales y poemas insolentes, presentó su último libro ("Nada de último", diría a la periodista que debería haberle entrevistado, "realmente es solo el anterior") en el Café Libertad 8, acompañado de amigos y espíritus, muchos espíritus que, por J o por B, por H o por K, no pudieron confirmar su presencia corpórea. Y tan a gusto estuvo el maestro sobre el escenario que en algún momento se le vio levitar, uniéndose a nosotros, los que desde otros lugares soplábamos en su dirección para enviarle ánimo y darle calorcito con nuestro aliento.
Ocurrió que la alegría se escapó por las costuras del Café y aún a esta hora no han conseguido arreglar el escape. Ocurrió que algunas notas se quedaron pegadas a la ropa de los asistentes y por lo que se ve, no hay manera de sacarlas. Ocurrió que muchos se fueron a casa con ganas de repetir y otros nos quedamos con ganas de empezar. Y todo eso ocurrió porque durante un breve espacio de tiempo, Jose Zúñiga puso a cero el cronómetro y envolviendo sus poemas y canciones para regalo hizo que las esferas de los relojes reflejasen una sonrisa en lugar de dar la hora".
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viernes, 4 de diciembre de 2009
amistades peligrosas
Estaba en el trance de escribir los versos del día cuando, a mitad de camino, caigo en la cuenta de que lo que estaba escribiendo ya estaba escrito, más o menos parecido. Así que rompo los versos y me repito esta entrada, porque es lo que hoy quería escribir. Lo escribí en marzo con el título de "sobran los fotones".
Ciertas noches no sirven los fotones
ni como tema de conversación.
Ciertas noches (sin ir más lejos, hoy)
sólo sirven las buenas compañías,
la simple voz que cuenta cómo le va la vida
y te pregunta o no, pero te escucha;
sirven las caminatas por callejuelas húmedas,
la esquina que ilumina una farola rota,
el cigarrillo de las confidencias,
los burdeles vacíos de un sábado en la noche.
Ciertas noches no sirven los fotones,
con un hasta mañana va de sobra.
Ciertas noches dan pena. Pero la noche avanza
y te sientes a gusto entre nuevos abrazos,
entre gente que vive, que respira contigo
sin tú saberlo apenas. Y entonces te das cuenta
de la futilidad de los fotones.
Puedo hablar de fotones con cierta autoridad,
pero prefiero hablar del pan con queso
que es mucho más amable. Quede claro
que me gusta la gente propensa a la ternura,
sencilla, transparente: nunca doble.
Normalmente, en este juego de vivir la vida,
me juego el corazón a todo o nada
y pierdo siempre, menos cuando gano.
Hoy me tocó ganar. Otros perdieron.
Ciertas noches no sirven los fotones
ni como tema de conversación.
Ciertas noches (sin ir más lejos, hoy)
sólo sirven las buenas compañías,
la simple voz que cuenta cómo le va la vida
y te pregunta o no, pero te escucha;
sirven las caminatas por callejuelas húmedas,
la esquina que ilumina una farola rota,
el cigarrillo de las confidencias,
los burdeles vacíos de un sábado en la noche.
Ciertas noches no sirven los fotones,
con un hasta mañana va de sobra.
Ciertas noches dan pena. Pero la noche avanza
y te sientes a gusto entre nuevos abrazos,
entre gente que vive, que respira contigo
sin tú saberlo apenas. Y entonces te das cuenta
de la futilidad de los fotones.
Puedo hablar de fotones con cierta autoridad,
pero prefiero hablar del pan con queso
que es mucho más amable. Quede claro
que me gusta la gente propensa a la ternura,
sencilla, transparente: nunca doble.
Normalmente, en este juego de vivir la vida,
me juego el corazón a todo o nada
y pierdo siempre, menos cuando gano.
Hoy me tocó ganar. Otros perdieron.
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tiempo a destiempo
jueves, 3 de diciembre de 2009
Recordatorio: tiempo a destiempo

Hoy es el día. Y qué mejor que anunciarlo jubilosamente con esta introducción de Carlos Fuentes (que vertebra todo el poemario) y el precioso cartel diseñado y realizado para la ocasión por Francisco Cano sobre una fotografía de José Naveiras.
Por una vez, seremos puntuales (los minutos justos de cortesía). Y no nos alargaremos en exceso.
Os espero. Os abrazo. Y os dejo con el poema que cierra el libro, y que deja abiertas todas las puertas que nunca quise cerrar: Jardín de infancia.
Que llueva que llueva,
la Virgen de la Cueva…
Corre un niño
descalzo por la hierba,
sube al columpio, lleva
toda luz el mundo en su mirada
limpia, confiada.
Un perro mueve el rabo
alegremente,
dos abuelas
tejen y tejen sin parar.
Miro hacia atrás:
el columpio me lleva
hacia la luz perdida
de mi jardín de infancia.
Que sí, que no,
que caiga un chaparrón.
Pues eso. Hay tiempo para todo. Comparto el mío. Pido prestado el vuestro.
.
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miércoles, 2 de diciembre de 2009
teoría impertinente de la lectura
No acostumbro a poner aquí más que mis poemables. Hago hoy excepción con este artículo de Luis García Montero. Me parece que vale la pena.
(…)
A veces siento que el ser humano no se caracteriza por su capacidad de pensar, sino por su capacidad de dividirse, de hacerse presente o de borrarse según las necesidades de su deseo y su conciencia. Por eso me parece decisiva la operación de leer como metáfora de una reivindicación decente de la modernidad. Copio unas palabras de Edward W. Said, de su libro Humanismo y crítica democrática (Debate, 2008): "La realidad de la lectura es, ante todo, un acto de emancipación e ilustración humana, quizá modesto, pero que transforma y realza nuestro conocimiento en aras de algo diferente del reduccionismo, el cinismo o el estéril mantenerse al margen".
Las formas del dogmatismo actual, más allá de las ideologías totalitarias, tienen mucho que ver con la reducción de los matices del mundo a breves titulares que sirven para imponer opiniones y simplificar la realidad, haciendo imposible un verdadero uso de la conciencia individual. Los dogmas de hoy dependen con frecuencia de las nuevas velocidades de la información. La invitación al cinismo, el deseo de relativizarlo todo, suele ser el camino de las inteligencias que juegan a destruir las ilusiones colectivas.
Como hacía el poeta Campoamor contra el liberalismo romántico, los cínicos, más que defender sus ideas reaccionarias, se limitan a ridiculizar las apuestas optimistas. Confieso que el cinismo, como disfraz del pensamiento reaccionario, me molesta incluso más que la pretendida pureza de los que se mantienen al margen y se lavan las manos. A los puros, es decir, a los inquisidores actuales, no les preparan el terreno los sacerdotes, sino el cinismo.
No es, por tanto, asunto menor la reivindicación de la lectura si sirve para defender la emancipación humana en contra de los dogmáticos, los cínicos y los puros. Hay que tomarse en serio una pasión de entrega atenta a las palabras del otro, que tiene como resultado último la confirmación independiente de la realidad personal. Observo a mi hija mientras lee. Está aquí y en otro lugar, es ella más que nunca, porque descubre sus sentimientos, y es al mismo tiempo otro. Cada lector se ha formado gracias a las palabras de muchos autores, que también llegaron a conocerse a sí mismos cuando organizaron sus palabras, sus ideas y sus sentimientos para establecer un diálogo con sus lectores. ¿A qué se parecen las operaciones de leer y escribir? A ponerse en el lugar del otro, quiero decir, por ejemplo, a cuidar a una hija o a un familiar enfermo. Sólo descubrimos lo que hay en nosotros mismos cuando nos desdoblamos para cuidar al otro.
(…)
La pérdida de prestigio social de las humanidades ha provocado un sentimiento de culpa entre sus disciplinas y un deseo de imitar a las ciencias. Una sucesión de pretendidos métodos científicos marca desde hace años los rumbos de las teorías literarias. Los métodos nacen, crecen, se reproducen y mueren con la pretensión de aportar una verdad científica al conocimiento de la literatura. Se sienten fuertes al aplicar un protocolo y utilizar un vocabulario tecnológico de muy dudoso gusto.
Estoy convencido de la importancia de la teoría literaria, pero estoy convencido también de que ninguna pretensión científica es más importante que la capacidad personal de lectura, la solitaria pasión con la que Leo Spitzer, Roman Jakobson, Roland Barthes, Dámaso Alonso o Fernando Lázaro Carreter supieron leer. No los admiro por científicos objetivos, sino porque con una soledad cuidadosa supieron hacer en su despacho, ante una página de Garcilaso o Baudelaire, lo mismo que ahora hace mi hija con sus ojos adolescentes.
Ante la certeza de los dogmas y la homologación de las conciencias, tal vez haya que darle hoy su completo significado histórico a la emoción del lector. La soledad compartida de alguien que lee unos versos o una narración, alguien que pide tiempo para vivir cada palabra hasta hacerse dueño de sus propias opiniones, es la mayor ofensa que podemos hacerle a un economicismo desalmado que cuenta con poderosísimos mecanismos tecnológicos de control de las conciencias y que liquida los espacios públicos, suprimiendo los textos y las plazas, es decir, los lugares donde los individuos, sin renunciar a ser ellos mismos, borran un poco sus identidades concretas para convertirse en ciudadanos.
Oponerse al progreso de la ciencia y la tecnología es simplemente reaccionario. Pero eso no significa olvidar el sentido de las humanidades, o asumir una definición tecnológica del futuro. La ciencia no puede perder la raíz de su pacto humanista. Quizá ser moderno, más que llenar las costumbres de vocabulario desarrollista, consista es ser capaces de volver a formular un contrato social adaptado a los nuevos tiempos. Y para firmar un contrato conviene leerlo todo, hasta la letra pequeña de los documentos. Así lo siento cuando pienso en el futuro, mientras observo la impertinente soledad de mi hija que lee, rodeada de gente, en una playa del sur.
LUIS GARCÍA MONTERO 16/08/2009
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estrábico perdido
Los colores
siempre son daltónicos
pero tú eres negra,
petirroja mía,
y yo soy estrábico
por partida doble:
miro tus pestañas,
azules y verdes,
y tan sólo veo
tus orejas.
siempre son daltónicos
pero tú eres negra,
petirroja mía,
y yo soy estrábico
por partida doble:
miro tus pestañas,
azules y verdes,
y tan sólo veo
tus orejas.
No quiero,
y espero en silencioa que tú me centres.
¡Negra petirroja,
no te escapes
que me perderé!
“lo que queda”:
http://jlzuni.blogspot.com/
¡Negra petirroja,
no te escapes
que me perderé!
“lo que queda”:
http://jlzuni.blogspot.com/
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martes, 1 de diciembre de 2009
mi abecedario (de la E a la G)
.
E
Ella. Ale. Lea. Lae.
Ella.
Calle.
Lea.
Llave.
Lae. Lea. Ella. Alle.
Llave.
Ella.
Lea.
Calle.
En el enclave la clave.
F
Francamente, no entiendo
tus francachelas
cuando te vas de entierro.
G
Gaza, gases,
goma 2.
Ganan golfos.
"Lo que queda"http://jlzuni.blogspot.com/
E
Ella. Ale. Lea. Lae.
Ella.
Calle.
Lea.
Llave.
Lae. Lea. Ella. Alle.
Llave.
Ella.
Lea.
Calle.
En el enclave la clave.
F
Francamente, no entiendo
tus francachelas
cuando te vas de entierro.
G
Gaza, gases,
goma 2.
Ganan golfos.
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Etiquetas:
abecedario,
patrias parias
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