Tengo por cabeza dos zapatos huecos
y un altar con zuecos es mi corazón.
Ando y mientras ando los números cantan
y no me levantan ni dios ni el amor.
Ayer aún soñaba pájaros sin cuento,
hoy estoy despierto pues no sé dormir.
Me faltan los dientes que el tiempo me roba,
soy como una escoba. Me siento infantil.
Nunca voy a misa, nunca me confieso,
soy bastante obseso y algo sexual.
Grito en el silencio, callo en la algarada,
no me importa nada, todo me da igual.
Vivo con el pueblo sobre una escalera
y de esta manera ya se puede ver
cuál es mi carrera, cuál es mi talante;
soy un militante pequeño burgués.
Despertar a los muertos, de Scott Spencer
Hace 1 día
No hay comentarios:
Publicar un comentario