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No preciso de nieve cotidiana
para salir del fondo del abismo.
Mi luz es luz desde el momento mismo
en que atisba tu luz cada mañana.
Tú amaneces en mí, rosa temprana,
enésima potencia del guarismo;
tus ojos son Jordán de mi bautismo,
son tus labios mi edén y mi manzana.
Sierpe querida, fuerza prodigiosa
que iluminó la noche más oscura
y otorgó nombre propio a cada cosa:
tú me hiciste cual soy, temblor, anhelo,
artesa y verbo, simple criatura.
Tú eres mi creador, mi Dios, mi cielo.
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 2 días
47 comentarios:
Hermoso homenaje al Verbo, y quñe gustazo casi depertarse con un soneto...me encanta el latín del título además.
MUAAC
Me uno al comentario anterior. Ahí queda todo dicho.La importancia de la palabra. ¡Cuánto juego da!!
Un saludo.
Y con cada día renace una luz nueva.
Abrazos.
Cómo me gusta lo de "artesa y verbo"... bueno, todo, pero esas dos palabras me resultan tan sugerentes así juntas: el pan y la palabra, lo imprescindible, lo necesario.
Besos.
Vaya sonetazo que te has marcaooo ¿eh Zú?
A-no-na-da-di-ta me ha dejado señor maestro.
Es precioso y perfecto.
Envidia me das.
Muaccc.
Por destacar algo:
"son tus labios mi edén y mi manzana"
Ta muxus.
Hoy como en la Edad de Oro, nada que envidiar a aquellos sonetos.
Abrazos.
El Evangelio de Juan es una obra que me fascina (como a muchos otros) y su comienzo especialmente. Este soneto tuyo tiene el tono, el misterio, la transcendencia que cabría esperar del título. Quien a mucho se atreve, mucho gana (si sabe, como es tu caso).
Un abrazo.
Hombre afortunado:
Por ser capaz de hacer este soneto.
Por tener cerca a su prota.
tus sonetos siempre me dejan un sabor dulce
y un beso
Lo que se escucha detrás del viento nadie lo sabe, pero lo que se escucha por sobre el anhelo, la criatura del anhelo, cosa rara, sí que se escucha, mientras mantengamos los ojos abiertos.
Hablando de edén, tu edén, y la manzana, tu manzana... las torres de manzanas verdes se han ido por ahí, rodando, quién sabe... sólo dejaron cáscaras, y son éstas.
Un burbujeo.
Te queda muy bien este traje místico que te has vestido hoy.
Un abrazo.
Y como el verbo se hizo carne... menudo manjar en tu mesa.
Gran amor destila.
Un abrazo.
El Dios palabra.Palabra luz. Y hasta podría ser palabra Eva, por la manzana.Palabra desde el principio.
Un abrazo.
Tendré que aprender, un soneto es un reto. Intentaré escribir. Me has dejado con la miel en los labios y el lápiz a punto de escribir. Ya te diré si soy capaz. Felicidades.
Que precioso:
fuerza prodigiosa
que iluminó la noche más oscura
y otorgó nombre propio a cada cosa
lo leo otra vez más y me voy a la cama - que ya es hora!
Sumamente sugestivo el título. Y el cuerpo le hace honor. Hermoso tu modo de hilvanar palabras. Me gusta mucho.
Absorto una vez más ante tus letras, sencillamente gigantesco.
La biblia en verso. Bello soneto.
Buen soneto, de corte nerudiano, rima blanca y métrica desencorsetada... esto es lo que se llama construir un mundo propio (de a dos). Precioso. Besos.
Un bello soneto dedicado al sentimiento más poético: el amor.
Un fuerte abrazo.
¿Canto al amor? ¿Canto al verbo? Tal parece que hay indecisión en la lectura. Me sorprende el comienzo, la nieve cotidiana, así como la enésima potencia del guarismo. "artesa y verbo", esto me gusta. Has atrapado una lagartija sin que se le caiga la cola!
Un abrazo
La leche tío.
Gracias, Sofía. Me quedó evngélico el título, sí.
Bs
La palabra, la creación: me dijeron y nací, José Antonio. Esa es la idea.
Abrazo
Y una palabra nueva, Psique.
Bs
Artesas para recoger todos los verbos, Mayte. Si supiera, sacaría una fotografía, pero no sé, así que me conformo con el soneto.
Bss.
Que no, Ble, que tú no te anonadadas por nada. Pero me gusta que te guste, que soy muy vanidoso.
Bs
El deseo, la felicidad, el castigo. Ahí es nada.
Bss.
A mí también me fascinó siempre este comienzo, Rafael: cómo el verbo es lo primero. Y sobre esta fascinación convertí al amante en algo creado por la sola palabra de la amada. Que solo vive en, por ella.
Abrazo
Me inquieta ese silencio, Jesús.
Muy alto me pones el listón, Manolo. Gracias.
Abrazo
Lo soy, Jorge. Aunque a veces mi prota se rebele con tanto soneto.
Abrazo
Y yo me alegro mucho de que te sepan bien, Ana.
Y beso
Alta torre de manzanas, no dejes cáscaras: vuelve al amor o al anhelo, es mejor.
No sé si místico, Emibel. Con sabor a manzanas sí. Y su punto evangélico, que hay metáforas ya escritas que siempre retornan.
Bs.
Sabio comentario, Emilio.
Compartamos festín.
Abrazo
Lo dejamos en palabra Eva, mj? Que lo teológico me supera.
Bs
Serás capaz, Antonio, ya lo creo. Todo es ponerse.
Gracias por tus palabras. Un abrazo.
Feliz si te fuiste feliz a la cama, largos y sensibles pies.
Gracias, Julia. Tus palabras me alientan.
Bs
Gracias, delgaducho, pero no te quedes absorto en exceso, que luego ya se sabe.
Abrazo
La biblia en verso o en arameo es otra cosa, paparruca. Esto es un versículo.
Gracias y bs
Se hace lo que se puede, María, a veces sale y otras no. Por lo que veo en los comentarios, éste salió. Y me animan a proseguir por derroteros que, ciertamente, no son sencillos. Sobre todo, esa fluidez a la que te refieres.
Bueno, que me he hinchado como un pavo.
Bs
Gracias, Jorge, seguimos intentándolo.
Un abrazo
Leonardo: te traigo aquí estos versos de Ángel González:
"Yo sé que existo
porque tu me imaginas".
Al leer tu comentario, creo de forma consciente o inconsciente es lo que he querido decir. De ahí la indecisión: amor y verbo están al mismo nivel.
Nieve: coca (no -cola, sino .ina)
Enésima potencia: no soy de ciencias, pero me suena que tiende al infinito. Vaya, no suelo explicar mis versos (ni puedo muchas veces), pero esta vez me apeteció.
Que las lagartijas, o sus colas, sigan coleando.
Un abrazo.
En polvo, Pepe.
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