martes, 31 de marzo de 2009

manifiesto

Láminas de acero. Clamor uniforme.
Unánime invierno. Inane, traspuesto,
no pienso rendirme. Ahí me las den todas.
A todos y todas os digo: ya es hora
de que se nos oiga. Tan sólo un susurro:
basta, basta, basta. Nos sobran estatuas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

da gusto, ya te dije, tu sencillez

Jose Zúñiga dijo...

Creo en la palabra poética como en el pan. Pretendo no ser hermético. Aunque si buceas por ahí abajo (llevo tres meses a poema diario) podrás encontrar cosas más elaboradas. Ahora cierro (también aquí) un ciclo. Y empiezo otro.

Gracias por tus comentarios, amigo.