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No voy a entrar. Me da
yuyu la puerta sin aldaba,
sin hiedra que retrepe
madera carcomida
torpemente
ni cerradura herrumbre
ni mirillas, entero
miedo siento enteramente.
No voy a entrar
por mucho que la fila
de hormigas marque el paso,
sus dos pasos al frente y uno atrás,
sus dos hacia adelante y uno al este,
cuatro columnas dóricas
rastros de escoria, hulla
mineralmente erguida, ristras
de huellas que penetran,
me penetran, huyo
adentro, más allá del umbral,
más allá de que no,
no quiero entrar,
no quiero verlo, tiemblo
con los cabos de vela consumidos,
con el cabo del miedo al cabo de las calles,
con tanto cabo de rompientes cavas,
con tanto cabo suelto tiemblo,
tan nimiamente tiemblo
que es un temblar de estar
mejor callado silenciosamente
todo. No quiero entrar,
se niegan mis gemelos
triplemente, rechazo el doble salto
mortal. No,
no quiero entrar, lo más seguro
es que seguramente no volveré a salir
y me quedaré adverbio para siempre
yo, tanto sustantivo,
yo, en adverbio
circunstancial opaco. Opacamente
vago en la noche, vuelvo
sobre mis pasos, no
apaño mis pendones,
arrebatadamente me reboto,
me voy a mis asuntos,
no quiero entrar, no entro.
Dentro me están velando.
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 2 días
18 comentarios:
uf yo también temblaría y mucho
bess
el juego de palabras es magistral, y el final es de los de TACHANNNN! me gusta, pero eso, como dice ana, temblaría seguro, no entres.
Nunca se debe entrar donde no nos han llamado, ni al propio velatorio.
Es impactante tu poema.
Un beso
Es que a veces las puertas no son puertas, sino sumideros camuflados. No me fiaría de una puerta sin aldaba.
Un abrazo
Chuff!!
Mi aliento de hoy es simplemente que me has dejado sin aliento.
Saludos.
me gustan mis asuntos, yo tampoco entro
José me gustó mucho, y besos
Inés
A mí me da yuyu leerlo. Transmite algo inquietante.
Rafa
Me encanta el verso final, José.
Un abrazo.
Al final se acaba uno acosrumbrado, Ana.
El final hace el poema, Voltios.
Ya se dice: nadie te ha dado vela en este entierro. No sé si en el propio...
Gracias por tus palabras, Militos.
Bs.
Sumido en mis pensamientos me dejas, Zen.
Un abrazo
Gracias, amiga de los tiempos, yo también quedé un poco tocado al escribir esto.
Bs.
Gracias, Inés, de entrar hacerlo juntos.
Hola, Rafa. Me gusta verte por aquí. Fuera fantasmas.
Ya le digo a voltios: es el poema. Creo.
Un abrazo, Javi.
yo si entraría.. solo por curiosidad a ver quien esta en mi velorio jajaja
un beso!!
Es tentación la he tenido yo, amiga, y hasta sueños. Mejor que no lo lea Freud.
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