maestro, no te agobies, yo hay días, muchos días que termino hasta las narices del mío, pero luego me termina llamando, como el chocolate en la nevera, eso sí, no abras más que ya no sé de dónde voy a sacar tiempo para leer tanto. un abrazo, y un terceto interesante, sin rima, pero interesante.
Pues a mí me pican las costras por mucho que guste la sarna, Batania, me pica la rastra de cojos y mancos que van a su antojo, me pica, me rasco, me enfrasco y me enroco. Y, como bien dices, escupo mi lava mental con un desahogo de pocas palabras. Aquí seguiré, dejaré que fluya la sangre, la lava o la misma mierda que nos emponzoña. Me ha dado diarreica.
Aprovecho: no sé si, como tú, quitar los comentarios. Bien pensado, lo mejor sería abrir otro blog donde quien qusiera pudiera dejar los que nos conciernan, bien a ti o a mí: ¿Qué te parece un blog que acoja comentarios exclusivamente? Lo dicho, diarreico.
No lo abriré, voltios, tendré buen cuidado en no dar más lata. Agobiado estoy, pero sin remedio atado a la pata de este blog infame. Abrazo rimado, arrimado, fuerte.
¿Te dejé ya dicho que eres un encanto? Pues lo digo, Ana: eres un encanto y una embaucadora de serpientes frágiles como quien te escribe. Siempre estás ahí y siempre te veo auque no te mire.
16 comentarios:
Tienes toda la razón, macho, lo mejor de la vida es la sarna, esa manera nuestra de rascarnos.
Abrazos.
Hasta pronto.
maestro, no te agobies, yo hay días, muchos días que termino hasta las narices del mío, pero luego me termina llamando, como el chocolate en la nevera, eso sí, no abras más que ya no sé de dónde voy a sacar tiempo para leer tanto. un abrazo, y un terceto interesante, sin rima, pero interesante.
si abres otro envíame la dire
;)
bes
El paraíso siempre está un poco más allá de la siguiente vuelta del camino...
Yo con los míos tengo lío, pero los pelicureo un poco y parece que se ponen contentos, te lo recomiendo...
Besín.
Pues a mí me pican las costras por mucho que guste la sarna, Batania, me pica la rastra de cojos y mancos que van a su antojo, me pica, me rasco, me enfrasco y me enroco. Y, como bien dices, escupo mi lava mental con un desahogo de pocas palabras. Aquí seguiré, dejaré que fluya la sangre, la lava o la misma mierda que nos emponzoña. Me ha dado diarreica.
Aprovecho: no sé si, como tú, quitar los comentarios. Bien pensado, lo mejor sería abrir otro blog donde quien qusiera pudiera dejar los que nos conciernan, bien a ti o a mí: ¿Qué te parece un blog que acoja comentarios exclusivamente? Lo dicho, diarreico.
No lo abriré, voltios, tendré buen cuidado en no dar más lata. Agobiado estoy, pero sin remedio atado a la pata de este blog infame.
Abrazo rimado, arrimado, fuerte.
¿Te dejé ya dicho que eres un encanto? Pues lo digo, Ana: eres un encanto y una embaucadora de serpientes frágiles como quien te escribe. Siempre estás ahí y siempre te veo auque no te mire.
No hay camino al paraíso, Rafael, a la vuelta del camino sopla el viento, siempre sopla. Prefiero dar otra vuelta, pero de torca esta vez.
Pelicurear, que bonito verbo, me lo apropio, Bego, aunque mucho temo que a mí no me sirva. Valen más los besos que en ti son besines.
A Batania: me gustó el poema. Y más que hayas vuelto a los versos.
¿Ves como hace falta un blog de comentarios varios?
vamos macho, vas a pagarla con el blog? que culpa tiene el?
Cieto, amigo, toda la culpa es mía, sólo mía.
Vamos Jose, deja tu enojo por "loquesea"
y sonríe que es lo saludable.
Con tanta gente que te quiere!!!...
Muxu. Soco
Voy a sonreir, de verdad te lo digo, Soco, es cierto, lo sé, hay tanta buena gente...
Bs.
alguien debía de inventar alguna técnica para cuando uno está hasta el gorro entonces: huir
:)
un abrazo
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