Ayer me desleí
como un azucarillo en aguardiente
sobre la tarde de hojarascas sucias.
De golpe se esfumaron de mi mente
metros de estantería, ni una sola novela,
ni un relato, ni un verso ni una letra:
todo se diluyó en un decir amén.
He desleído todas las palabras
y con ellas yo mismo me he disuelto.
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 2 días
8 comentarios:
mira, como yo, casi
Pues ahora que lo dices, sí. Desleer y/o desleír es una forma de huir.
parece ser que sí zu, desleer puede ser una forma de huír, o de reencontrarse consigo mismo, me gustan esas tardes que describres de hojarascas y demás.
un abrazo maestro.
todos nos hemos desleído alguna que otra vez
beso
Es el eterno retorno, voltios, desleo para releer.
Vaya!, pues a mí es la primera vez que me pasa, Ana. Y aún no sé si me he desleído o me he diluido.
Bs.
Me has pisado el comentario, Jose, leer para releer... si fuera posible volver a leer por vez primera Los Tres Mosqueteros, la Ilíada... o ver por primera vez tantas películas...
Pero ahora que escribo esto me doy cuenta de que cuando relees tras haber leído la obra es diferente (quizás no Los Tres Mosqueteros, pero sí la Ilíada, la Divina Comedia, Fragmentos de un Libro Futuro...) y al darte cuenta de ello te das cuenta de que tu también te has hecho más complicado, que hay más cosas en tus habitaciones; y comienzas a pensar que hay que hacer limpieza, olvidarte, dejar cosas a la puerta para que las recojan otros.
Y me doy cuenta de que tienes razón, hay que desleer, desleer en serio, olvidar, olvidar...
Un abrazo.
La verdad es que con este poemilla quería dar cauce a ideas diversas, Rafael, y con el batiburrilo de jugar con los verbos, en fin, no sé si lo he conseguido pero esa es la grandeza de la poesía: decir sin decir. Y sí, una de las cosa era ésa. Olvidar, releer...
Un abrazo.
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