Se levantó
con pocas ganas
de hacer nada:
se pasó el día
de banco en banco.
Arregló sus finanzas,
no hizo nada
que tuviera que ver
con los parques
ni con los dormitorios.
Por la noche pensó
que es mejor
levantarse
con pocas ganas
de hacer mucho.
Despertar a los muertos, de Scott Spencer
Hace 12 horas
6 comentarios:
descansar, y entre descanso y descanso, vivir
Se lo voy a mandar a un amigo de Logroño que se llama Carlos y que casualmente lo retratas.
Lo mío siempre ha sido muchas ganas de hacer poco. Aunque no debe haber mucha diferencia respecto a las pocas ganas de hacer mucho, verdad?
Aprovecho, ya que me prodigo poco en comentarios, para aplaudirte todo tu Tiempo a Destiempo. Un placer seguirte. Abrazo cordial, JL.
¿Y por qué no al revés, Santi?
Ay, Amparo,Si es que hay gente que no sabe vivir, como dice Santiago...
Amigo Enol, aprecio tus comentarios, tus lecturas, tus poemas y, en general, por lo poco que hemos hablado, tu actitud ante el hecho poético. Así que me honra este "seguimiento".
Un abrazo.
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