lunes, 1 de noviembre de 2010

(lo que queda). Miguel Ángel Velasco

.
Diré de la alegría, aunque regresen
esas noches sin fe en las que apuramos
en vino de rencor; aquellas horas
de hosco abatimiento en que uno envidia
la vida de las bestias.

A pesar,
de la anciana palabra, no hecha acaso
para decir la dicha.

Aunque despues
la traicionemos siempre.

Aunque al final
siempre haya que pagarla: no se es
feliz impunemente.

Yo no entiendo la vida, pero algo
en mi pecho la entiende cuando veo
al sol hacere música en la yerba,
cada nota de oro titilando
en el frescor del rocío, cuando irisa
el ala de la abeja; si respiro
el olor de una rosa y un establo;
si el pino sangra oro de su herida;
en la luz de la miel y del aceite;
en la rosa de espuma que florece
del manatial contra la oscura piedra;
el negro abejorro que se encorva
sobre la flor con trémula impaciencia;
si me embriago en compañía cierta
y entonces recupero la memoria.

La alegría
(El dibujo de la savia)

28 comentarios:

Anónimo dijo...

Que verdad más verdadera....
La alegría, como todo, siempre vuelve.

Saluditos

Paloma Corrales dijo...

Acaricia los sentidos. Transporta.

Otro beso.

Unknown dijo...

"Aunque al final
siempre haya que pagarla: no se es
feliz impunemente."

Que gran verdad. Bellos poema.
Gracias por traerlo José.
Un abrazo.
Leo

Bletisa dijo...

Pues digamos de la alegría cómo Miguel Angel, Zú.

Los ojos de mi niño
mirándola a los ojos
y la voz de mi madre
con su Alzheimer
hoy casi agazapado,
difuninado casi,
en su abrazo de niño.

VICTOR VERGARA dijo...

Saber ver, saber mirar. A pesar de todo siempre hay motivos.
"El olor de la rosa en el establo". Joder, vaya contraposición más...

Gracias por traerlo, Jose.
Abrazo.

María Socorro Luis dijo...

Siempre hay motivos para la alegría.

Además recrearse en la tristaza, nos pone feísimos...

Muxus

Anónimo dijo...

Yo tampoco entiendo la vida, pero la última estrofa me ha encantado, tanto en su fondo como en su composición (encabalgamientos).

Saludos y abrazos.
(e)

Luisa Navarrete dijo...

Cuantas cosas, cuantos poetas, y tiene razón Soco nos ponemos feisimos tristones........ parece que ha descrito uno de mis paseos cerca de casa (cuando no llevo las gafas de la pena negra)

besicos y siempre un descubrimiento ;)

SIL dijo...

Aunque al final
siempre haya que pagarla:
no se es
feliz impunemente.//

Me inclino ante estos versos.
El poema: maravilloso.

Gracias, POETA.

BESO

SIL

José María Alloza dijo...

No lo conocía, y me gusta, mucho.
Un abrazo.

Isolda Wagner dijo...

Así la entiendo yo. Me ha gustado mucho. Gracias por traerlo, Jose.

Amelia Díaz dijo...

Sin palabras. Un poema ESPECTACULAR.

Un beso, Jose.

Jose Zúñiga dijo...

La sana alegría, Anatxu, la de verdad.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Es gran porta, Paloma.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Velasco murió joven, Leo, pero su obra ahí está.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Este poema me lo tienes que recitar, Ble, recuerdas?
Bueno, haz lo que te salga.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Ese saber ver es lo que posibilita la la alegría en este mundo tan sórdido, Víctor.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

... Y eso, que somos melancólicos, Soco (te incluyo).
Bs

Jose Zúñiga dijo...

En efecto, Emilio, creo que son versos de los buenos.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Nunca es completa la alegría en cas del poeta, Sil.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Fuera gafas, Luisa!
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Me alegro, José María, y te recomindo su lectura.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

La entiendes bien, Isolda, aquí no hay risa tonta.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Y tiene uno cuantos, Ame, dificil elegir.
Bs

La Solateras dijo...

No conocía este poeta, Zuñi, gracias por traerlo. Me parece muy bueno ese tener los pies en la tierra, la conciencia de que la felicidad se paga, pero al mismo tiempo esa manera de agarrarse a la vida. Por no hablar del ritmo y la perfección técnica.

Gran hallazgo. Un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Estamos de acuerdo, Ana: bueno en fondo y forma.
Bs

oliva dijo...

Me encanta leer y buscar poemas (extrañas aficiones y pasatiempos...), por tanto, a pesar de que el motivo de este poema sea el fallecimiento del autor, recordarlo con sus poemas es el mejor tributo y sentimiento de admiración que se le puede rendir.


¿Qué será cuando el día se congele
con la detonación de nuestra carga
en el hueco del tiempo?
¿Cuando nos engatille
la del cuerpo mayor,
la fusilera Hécate,
con la espingarda de la luna
en desvelo de caza,
de la que ser su blanco;
o a contraluz de un sol que se comprima
en una carabina, en su mirilla,
y al fondo nuestra liebre, un punto trémulo
del túnel frío que se estreche en nada?

Miguel Ángel Velasco

saludos.

Jose Zúñiga dijo...

Nada extraña me parece esa afición, Lemaki, al contrario. Y bello el homenaje.
Bs