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La verdad se ha instalado en sus miradas
y ya ni hay quien la saque.
No me refiero a la verdad que llega
a base de intentarlo.
La suya es la verdad hereditaria:
clérigos de sí mismos,
su historia se encapricha de destino
y en ellos la certeza
ha hecho un terco nido indemostrable.
Cabezas infestadas de verdad
como otras de piojos.
Afirmo todo esto con envidia:
son sabios que no escriben,
por contracción del estirado cuello,
por tortícolis mística.
Lo que en ellos es ágrafa heredad
busca uno con trabajo.
Los sabios mudos son indiscutibles.
Despertar a los muertos, de Scott Spencer
Hace 1 hora
17 comentarios:
Lo que queda, a veces, es solamente que uno mismo. Con sus sabidurías e ignorancias, con sus lamentos y pesares. Con una esperanza irrenunciable: la de seguir vivo.
Gran poema.
Saludos.
Lo que resta me resta
Me resta la soledad como costumbre,/
el más lánguido de los posos de tristeza/
-a borbotones brotando-,/
este cándido anhelo de quietud exenta de zozobras/
-que puede que teniéndola no advierta-,/
la desazón por reconocerme a tiempo en los paisajes/
-los únicos certeros de todos mis futuros-/
que arroparon la niñez, mi inocente mocedad,/
íntimos espacios a los que traicioné,/
de los que todos mis miedos me arrojaron,/
sin que ellos cejaran en la espera/
y yo, cerril, fijando entre angustias la memoria,/
los recuerdos castigados, amañadas añoranzas,/
vomitando la tortura de todos los rencores,/ si los hubo,/ porfiando torpemente porque no reste lo que resta.
No es tiempo de restar, así que a segir respirando el aire de esta locura, provocando a las sorpresas, insinuándonos a cualquier inédito deseo. Un abrazo. Pedro
seguir,.... que no se diga.
En este caso quedan los versos de unos y otros, Adriano, aunque en estos de Álvaro García más bien se hable de los que callan.
Un abrazo.
Está claro, Pedro, que eres sabio. Pero de mudo, nada.
A sumar, a seguir, a vivir...
Abrazo.
A mí me deja mudo especialmente, de estos tres últimos poemas del blog Lo que Queda, el de Octavio Paz, quien con frecuencia parece haberme quitado las palabras de la boca, sobre todo a la hora de ensayar (a la hora de escribir ensayo, digo) acerca de la poesía. Cuánta razón tiene (razón poética, se comprende- y cuánto congenio con él.
Ganas tengo, Jose, de ese recital, más que nada por el amigueo de tomarnos algo, que recitar ya lo hace uno todos los días, pero al final no viajo hasta la semana que viene, así que habrá que aguardar un poco más para fijar día.
Gracias, Jose, pero..... "el único saber al que aspiro es el de la humildad, que es infinita" (T.S.Eliot en East Coker).
Con Octavio Paz me sucede igual que a Adolfo González (a quien no tengo el gusto de conocer) y al que dedico uno de mis poemas del próximo libro, a propósito de la otredad.
" “ Para que pueda ser he de ser otro,
salir de mi, buscarme entre otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia ...“.
El poema es de Octavio Paz, como es de imaginar sin esfuerzo.
Estoy de acuerdo, Adolfo, la ensayística de Octavio Paz sobre poesía (y más) es algo que siempre frecuento. Su poesía me dice menos. O me decía, porque cuanto más la leo más me gusta.
Pd.- Tranqui, no hay prisa. Ya te cuento.
Juass, Pedro, estaba yo debatiéndome con el existencialismo (ya sabes, la otredad es una de mis preocupaciones), y das con el poema. Está claro: los otros serán lo que sea, incluso muchos yoes, pero nunca el infierno.
El poema pasa deirectamente a la galería de "lo que queda"
Pd.- AVISO A NAVEGANTES: bajo la etiqueta de (lo que queda), así entre paréntesis, incluyo poemas que no me pertenecen, aunque los hago míos porque me gustan. Vienen de un blog homónimo que cerraré en breve.
Bien suprimidos están los comentarios. No pasa nada. Yo me entiendo.
La soberbia de creer sólo en sí mismos?
Yo creo que sí: escritorcillos endiosados que, por no contaminarse, ni escriben. Naturalmente, quién podrá decir si lo hacen bien o mal.
El que se cree dueño de la verdad suele retratarse,
Quien no habla, no se muestra.
Tampoco tiene que defender sus razonamientos.
Ya se sabe, Jorge: en boca cerrada no entran moscas. Así, cualquiera, no?
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