Termina de una vez ese dictado
y vete al recreo,
busca, mientras vas
suspendiendo, un balón
imperial o una muñeca
salaz y desinflable,
cuestión de no pensar
más allá de la valla
retórica, más acá
de la vaca platónica
(o ¿sería una caverna?),
y permanece y salta,
mientras el timbre suena,
en el exacto centro
del pensamiento vegetal,
umbrío,
feroz y miserable
pensamiento de alumno
aventajado, que vuelve
del recreo y en el aula
no pupitres: ataúdes se encuentra.
Hora de clase todavía
Despertar a los muertos, de Scott Spencer
Hace 1 hora
14 comentarios:
Entre la valla retórica y la vaca platónica se mueve el mundo... Yo terminaba rápido los dicatados para salir al recreo. Antes, ahora me retraso en mis dictados y sueño el sueño de las vacas.
Me ha encantado el sarcasmo. Hortelano, lo busco y lo apunto... qué lista tengo.
Un abrazo
chuff!!
Muy bueno josé, buena elección
Besos
Cita
Vaya final. Hombre, los alumnos tienen un muermo encima, pero tanto.
La caverna algún día nos iluminará. Cuando aprendamos a salir de ella y nos demos cuenta que alguna vez existió el sol.
Espero que tu tarde te saque la depre de encima... jajajja.
Un abrazo.
EXCELENTE!! Me gustó mucho. Un abrazo.
Ataudes para una educacion incompleta y partidista que recibieron varias generaciones.
A mi en musica (hª del arte) me daban fechas (nacio, murio) y juicios de valor (es bueno) pero ni una sola audicion.
No te pierdas la poesía de Hortelano, Zen, es breve pero enjundiosa. Su narrativa es también espléndida a mi juicio, pero eso ya es más conocido.
Y cuántos más quedan, Carmen!
Bs.
Es que este Hortelano es tremendo, José Antonio.
Ahí andamos, Adriano, dando vueltas a ciegas. Pero se hace la luz de vez en cuando en forma de poema.
Abrazo
Fue una tarde de aúpa, Emilio, pero tampoco estaba depre, jeje.
Gracias!
Los poemasque traigo aquí me gustan, y más aún compartirlos. Es buen poema, Alma, sí.
Qué me vas a contar, Jorge. Lo de la música, peor aún que lo de la literatura.
Abrazo
Publicar un comentario