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Aquella noche despidió temprano
a sus pequeñas cucarachas negras,
aquéllas que alegraban con su cháchara
tantas horas de vicio solitario.
Las despidió como uno se despide
–supongo– de sus deudos, cuando al cabo
presiente que sus días se terminan
y está de allá mas cerca que de acá.
Se despidió. No olvidó, sin embargo,
sus pequeñas rutinas cavernícolas,
así que se entregó a sus abluciones
nocturnas, que nunca perdonaba.
Aquella noche fueron poluciones
más solemnes si cabe, más precisas…
"Lo que queda
"http://jlzuni.blogspot.com/
Despertar a los muertos, de Scott Spencer
Hace 2 horas
10 comentarios:
Me gusta. Sí es cierto que recuerda al de Ángel González.
Un abrazo.
Pues a mí me parece te pareces a mí en este poema o yo me parezco a tí.
No sé...pero este rimo me suena familar y me gusta.
Yo es que soy muy de ritmos Zú.
Muy, muy, muy.
Gracias, Javier, al César lo que es del César. No obstante, te anuncio que acaba en puntos suspensivo, que es como decir: continuará. Y luego pega un quiebro, ya verás.
Si es que nos van los sonetos, Amparo! Este es el primero de una serie de 3, ya me dirás al final si te identificas no. Me da que sí.
Muchos, muchos.
Otro que le dá a la matraca hasta el final!!!!!
Te agradezco estas primeras risas mañaneras, José!!!
Abrazo.
Me ponen los sonetos
y las rosas,
la voz de un acordeón
entre los muslos,
un tinto de verano
en San Fernando,,,,,
la arena ente los pliegues
de mi piel.
Y me pone y me pone
y que me va poniendo....
un soneto al oído despacito
uf,ahhh,ohhh..........
cooooooomo me pone Zú
cómo me pone.
Me gusta mucho, tiene su punto Ángel González, como comenta Javier. Y lo prometido ya veo que lo cumples.
Abrazos.
Mira, Bibiana, que esta serie acabará mal. Pero espero que siga alegrándote, porque me alegra.
Bss.
Grande, Ble.
Ole, Begoña, bienvenida. Que recuerde a Ángel González, por más que sea adrede, es un halago para mí.
Bs.
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