martes, 25 de agosto de 2009

por ser franco

En su lecho de muerte me lo dijo
un viejo comunista poco antes de que el cáncer
lo matara: “Yo conocí a tu abuelo,
era un buen hombre”. Y así supe
que tenía un abuelo fusilado.
Por fin alguien me hablaba
de su historia, en casa
nunca se hablaba de según qué cosas.

Mi abuelo (me contó) no era anarquista,
tampoco jornalero ni rojo
ni tan siquiera pobre; era
lo que hoy diríamos
un pequeño empresario,
con su modesta fábrica
de zapatillas hechas
más o menos a mano.

“A veces iba a misa”, recordaba
aquel buen hombre que fue su compañero
y ateo militante hasta el final,
“cuando entraron
todos tuvimos que salir corriendo
pero él no se movió; nos dijo:
yo, por qué,
yo no he hecho nada.
Un poco ingenuo era”, concluyó.

Lo mataron al alba, como a todos,
junto a las tapias del viejo cementerio.

“Yo no he hecho nada”,
dijo. Y no mentía.
Había sido franco.


“lo que queda”:
http://jlzuni.blogspot.com/

22 comentarios:

Bibiana Poveda dijo...

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(hay temas sobre los que ni una palabra podría cicatrizar)
besos, José.

Javier Belinchón dijo...

He leído muchos poemas tuyos pero como este (y lo digo sin desmerecer al resto)... Muy bueno. De verdad que sí.

Abrazos.

uminuscula dijo...

hasta los cojones estoy de los obreros, amigo Zúñiga

Enol Sanyago dijo...

Da gusto volver con estas letras, Jose. Se nota que el norte siempre sienta bien. Volveremos a encontrarnos.

Abrazo.

Ángel Muñoz dijo...

Zuñi, no has podido retratar mejor todo aquello, de verdad.

Nadie, mucha gente, en aquella época, hizo nada para recibir lo que mereció.

Buen poema camarada.

Un abrazo.Angel

Anónimo dijo...

De casualidad llego a este blog, Jose, y me encuentro con esta poesía que, después de tanto tiempo, aún me ha estremecido.

Un fuerte abrazo.

Rafa

trovador errante dijo...

Jose, ya sabes la relación que tengo con mi abuelo, que por suerte (mucha), me puede explicar todas esas cosas. La persona más buena y sencilla que conozco, pero no le pudieron los años quitar la rabia.

Gran poema amigo, me sorprendiste y calaste.

Un fuerte abrazo y otro para todos esos abuelos.

Pep dijo...

Me gusta que esté tratado el tema con ese pudor, amigo, ni te imaginas lo que hubiera dicho yo.

Anónimo dijo...

...Tiranías.

Mamá, ¿Qué pasó con el abuelo?

...Tiranías.

Y recuerdo leer a aquél poeta al metieron preso.

...Tiranías.

¿Dónde fue a desayunar la flor esta mañana que aún no ha regresado? Fuimos todos a buscarla...

...Tiranías.

Sé de un lugar en el exilio en el que ando buscando mi hogar.

...Tiranías.

A poco de salir me encontré dos amigos de mi patria pero no querían hablar de éso.

...Tiranías.

Y me hallé desnudo sin palabras sin sentido con aquella niña sóla, extraña, gritándome al oido.

...Tiranías...de Rojos colores a Negros corazones.

Bletisa dijo...

Que franco fué tu abuelo Zú y Franco que HDP.

Mancantaó don José.
Chuicc.

Jose Zúñiga dijo...

Y a mí no me queda piel sin cicatrices, Bibiana. Me desahogué.

Besos p'a ti.

Jose Zúñiga dijo...

Me ha costado escribir esto, Javier, no sabía cómo hincarle el diente al tema sin demagogias ni sentimentalismos. Y más me ha costado publicarlo, por aquello del pudor. Ahora sé que ha valido la pena. Gracias.

Jose Zúñiga dijo...

u!, los escribientes somos obreros del verso. Claro que no es igual que cavar zanjas. Y menos si son para uno mismo.

Agrupémonos todos...

Jose Zúñiga dijo...

El norte también refresca las ideas, aunque sean dolorosas. Qué te voy a decir, Enol. Espero ese encuentro.

Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, Ángel, la verdad es que me he quitado un peso de encima escribiendo esto. Me lo debía.

Salud.

Jose Zúñiga dijo...

Me alegra este encuentro, Rafa, a ver si nos ponemos al día pronto. Y gracias por el estremecimiento.

Jose Zúñiga dijo...

Amigo Quique, leía con gusto tus crónicas del abuelo. Qué suerte. Disfruta, disfruta. Yo lo haré con el nieto, no me queda otra. Y no es poco.

A galopar.

Jose Zúñiga dijo...

No lo digas, Pepe.

Jose Zúñiga dijo...

…y vas y me regalas esa maravilla. Eso, eso es, Aurora. Gracias, de verdad.

Bs.

Jose Zúñiga dijo...

Tú sí que sabes, Ble. Con franqueza te diré: yo también soy franco, a ver cómo acabamos.

Rafael Arenas García dijo...

Guardo este poema con especial cariño. Tuve un abuelo que pasó la guerra, no murió (de otra forma yo no estaría aquí), pero aquello siempre le marcó de una forma que yo nunca llegué a comprender del todo.
Gran poema, qué naturalidad, qué equilibrio, qué elegante ironía y que contenido sentimiento.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

A tí por el magnífico poema.

Un saludo ;)