martes, 23 de junio de 2009

desde el abismo

(Me doy un baño en la charca de los cerdos, me penetran, me violan miasmas de bellotas, me hundo poco a poco en el cénago, pringoso, fangoso, excremental, estoy en el cielo, alcanzo la luz, las estrellas restriegan mi piel, ansían mis órganos profilácticos, adornan mis extremidades, asciendo desde lo más profundo, salgo de los caminos abisales

y no estoy vivo.)

8 comentarios:

Begoña Leonardo dijo...

Ahí estamos en el abismo o al borde, qué remedio nos queda...

Mucho me ha gustado lo leído, aprendo.

Rafael Arenas García dijo...

Genial, no sé muy bien por qué; pero genial. La Divina Comedia resumida y ampliada a la vez; menos racional, más emocional; más real, menos ideal. Este viaje en unas pocas líneas es de una riqueza tal... Maravilloso el "y no estoy vivo" con el que concluye.
Cuántas historias se intuyen en este microrelato.

Jose Zúñiga dijo...

Vamos aprehendiéndonos, Begoña. Ya lo creo.

Jose Zúñiga dijo...

Pues lo cierto es que unas cuantas, Rafael, pero nunca viajé a los infiernos. ¿O sí?, ahora lo pienso y ya no sé qué decir.

Gracias, siempre me ilustras.

Mayte Sánchez Sempere dijo...

Este no me gusta, pero es porque es bueno y pone los pelos de punta...

Besos

Jose Zúñiga dijo...

Grande, Mayte.

Javier Belinchón dijo...

Muy buen poema, josé.

Abrazos.

Anónimo dijo...

habrá que buscar la vida, pues