lunes, 12 de abril de 2010

turbas

.
Como si fueran las nubes
mi aliento
los campanarios lejanos.

                                      

                                             El que arrastra
                                             ya sabe
                                             que nadie
                                             lo mueve.



Se encamina a la cima.
La tierra acalla
el toque de los muertos.



                                         Trincheras socavones
                                         oculto bajo el cuerpo destrozado
                                         espera que amanezca.



Trincheras socavones
canta el grajo
la tierra es un despojo.



                                     Se hundió en la arena
                                     con una bocanada resignada
                                     como si no quisiera respirar.



Después de la batalla fue el silencio.
¡Los sordos
se sienten tan a gusto con los muertos!



                                      Pienso en el mar: me inunda
                                      la nada irrefutable
                                      del has
                                                 tí
                                                      o.



Ay, el mar
La corriente
La cal viva
Los muertos



                                        No hay muerte
                                        que no canten
                                        campanas.



Entre su mano
y el silencio
nada.



                             Todo pende
                             me llaman
                             y qué ahora.


         
           Mudo

             Cayado

                Mosca

51 comentarios:

Rafael Arenas García dijo...

Me ha recordado un fragmento de Guerra y Paz, aquél en el que Bolkonsky cae herido en Austerlitz. No sólo es que se trata de una batalla, sino también las nubes con las que comienzas y que en lo de Tolstoy es casi el final del episodio. A partir de ahí cesan las semejanzas, lo tuyo es poesía y lo suyo narración, lo suyo casi se queda en el relato y lo tuyo sugiere algo más; sobre todo, para mi, tras "Mudo, Cayado, Mosca" ¿Muerto, quizás?
Me ha gustado mucho. Un abrazo.

Reflexiones de Emibel dijo...

Caídas muy procesionales y originales.
A
b o
r i
a
z n
o e
s g

Manolo Jiménez dijo...

Hay muertes en vida que ni siquiera son cantadas por las campanas.

Me gustó la presentación del poema.

Abrazos.

Begoña Leonardo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Begoña Leonardo dijo...

Soberbio maestro,
tiene este poema mucho que ver con el que publiqué el otro día "La tierra no se abre" sí. Aprendo.
Besitos.

Ángel Muñoz dijo...

pepe, te he pillado prestado el poema para mi blog, si te parece bien, me gustó bastante, y más esta línea tuya de escribir ahora. un abrazo.

Almayou dijo...

Felicidades por el poema, me ha parecido muy original, tanto la presentación como el contenido.
Un saludo.

Cita Franco dijo...

Lo he repasado con 3 o 4 lecturas... costoso pero satisfactorio... un placer leerte

Besos

Cita

julia cerles dijo...

Impresionante. Para leer y releer.
Todo el poema se me aparece como una dura y bellísima imagen que eriza la piel. Me alegra haberte encontrado.
Gracias por tu visita a "LLamaradas en mí", ya puse la tercera parte de "La muchacha de la valija verde", mañana irá la última.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Corrígeme si me equivoco Maestro Zuñiga, pero a mi corto entender está este poema realizado con Haikus o como se escriba, ya sabes que lo mio es la magia mas que las letras. Cada Haiku o cada párrafo de tres, se puede leer independientemente.

Si no es así y estoy equivocado, aún así me sigue gustando bastante. Un saludo.

Anónimo dijo...

Un mar de imágenes se desenvuelven en tus versos. Muy interesante esta lectura.

Gracias por compartir.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me encanta! me encanta! me encanta! pero que buen escritor que eres, pero que vena de inspiracion mas grande tienes estos dias ( quien pillara una como esa :) )


Buenisisimo, un abrazo enorme para ti, y gracias por regalarnos estas letras preciosas cada dia.

Ramón María dijo...

¡Joerrr! y ahora con ustedesss...


Original sin duda y con contenido.


Un abrazo

Adolfo González dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adolfo González dijo...

Aquí vuelves a cambiar efectivamente de registro.

Te comento que das muchas posibilidades semánticas en lo yo que entiendo como un mismo poema fragmentado, roto tal vez por el dolor, la decepción, el hastío, la ausencia..., aunque a mí me gusta más la veta tuya en la que explotas el verso un poco más largo, sea octosílabo, endecasílabo, haiku sin subversión métrica, verso libre, etc, con tu ritmo más habitual y con tu sentido del humor, con tu óptica irónica. Me gustas más en la expresión más clara, ciertamente, como casi toda la poesía. Pero te ha quedado bien hecho. Me gusta, sobre todo, como acaba.

Yo lo he leído, primero, relacionando lo que está colocado a la izquierda en la disposición del texto con todo lo de ese lado, y lo que está colocado a la derecha con lo de la parte derecha.

Luego, lo volví a leer varias veces y me monté un cacao del copón.

Al final, lo he comprendido como un salto cayendo de sinsentido a sinsentido y, aun así, le veo sentido, mucha resemantización.

Me transmites esta vez algo muy misterioso, me deja el texto un poso de desolación, pero no me desagrada el experimento formal y tal vez me salga hacer algo parecido pronto.

En fin, ya me extendí más de la cuenta en mi comentario.

Pero ahí vamos, compay, luchando, que el camino se hace duro y por eso no podemos dejar de serlo. Tenemos que intentarlo siempre, cada día. Ya sabes dónde estoy para lo que haga falta. Abrazos.

Unknown dijo...

Uff, JOSE ZÚÑIGA, espero que no estés enfadado, ni haya ocurrido nada malo.
Me gustó el poema y la forma de exponerlo, porque me ha hecho sentir lo mismo que si bajara por unos escalones desde el cielo a la realidad de siempre.

Un abrazote de los de crugir costillas:
AAAAAAAAAAUUUUUUUUMMMMMMMMFFFFFFFF

emilio dijo...

Un gran poema...
Y eso que las campanas, no doblan por esos muertos de guerras.

Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Guerras y muertos sobrevuelan estos versos, Rafael. Pero más pretendo pintar un paisaje a través del cual mostrar una muerte más íntima, interna: una cierta desolación. Y, efectivamente, la clave está en los tres últimos términos, que por una vez diré que he pensado con cierto detenimiento y los he centrado y colocado así adrede. Tal vez haya abusado de la polisemia, pero quería cerrar el poema con algo que fuera, sin ser nada, un resumen:
Mudo: que no habla, que se siente impotente para hablar. Mudo: cambio, en constante devenir.
Cayado: muleta para el herido en combate. Bastón pata el caminante. Y mudo también, aunque con grave error ortográfico.
Mosca: las que rondan cadáveres putrefactos. Mosca: mosqueado, atónito, estupefacto.
No sé si muerto, no…
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Interesante comentario, Emibel. Turba puede ser muchas cosas, pero el título lo puse precisamente pensando en esas procesiones conquenses. Estuve una vez y quedé impresionado.
Interesante también ese doble abrazo acróstico y circular. Aunque de genio, nada.
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Razón llevas, Manolo, aunque puede que suene alguna campana a muerto en vida de vez en cuando. Y hasta aldabonazos, aunque menos.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

No sabes cuánto he aprendido yo de ti, Bego. Seguro que hoy estás contenta, y yo contigo.
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Pues muchas gracias, volti, aunque ya sabes que mi linea no es en absoluto recta: a salto de mata voy.
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, Psique, tambien yo ando caminado entre ¿pesadillas?

Jose Zúñiga dijo...

Lo de la relectura tiene su mérito. A mí me halaga.
Gracias, Carmen.

Jose Zúñiga dijo...

He pretendido pintar un lienzo o algo así, Julia. Cuando acabe estos comentarios voy a verte...
Bs.

Jose Zúñiga dijo...

Agradezco mucho tu comentario, Metrini, y que preguntes, valores y hagas pensar. Eso te honra. Y contesto:
En lo de lo haikus, te equivocas, no hay ni un solo haiku aquí. Lo que hay es poemas breves, pero libre de ataduras, y el haiku (cosas de académicos o de tradiciones, como quieras) debe sujetarse a varias normas; la más visible, la métrica: versos de 7-5-7 sílabas y en ese orden.
Los poemas que conforman estas turbas podrían haber sido independientes, tienes razón. Cada uno de ellos tiene su vida. Pero mi intención al unirlos era que saliera algo distinto de la suma de todos ellos, otro poema. No sé si lo he conseguido.
Mucho abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Gracias a ti, Salvador, por esta visita y por tus palabras.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Ay, Paz, no sabes lo contento que me pongo al leer estas cosas. Y más después de leerte tus textos día a día.
Un beso.

Jose Zúñiga dijo...

Bueno, Montxu, son breves pensamientos y de eso tú sabes bastante.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Cambio de registro, Adolfo, siempre a la espera de dar el tono. Y tal vez me sienta más cómodo en mis versos de metrica escandida y en mis quiebros irónicos, pero aquí me he movido como perico por su casa. Y eso es lo que quiero, no encasillarme, no quedarme en lo fácil, andar, andar.
Este poema (sí, no es una suma de retales) resultó complicado. Tú das dos claves: la primera, el final; en el primer comentario que hago en respuesta al de Rafael hablo de ello, así que allí te remito si te apetece. Y algo te aclarará (que no es pa tanto el cacao) el tema polisémico que está en efecto muy presente en estos versos.
La segunda tiene más enjundia: poso de desolación. Voila! Eso es lo que pretendía, y si a persona avezada como tú le quedaa tal poso es que algo me he acercado al objetivo.
Maldita, bendita poesía.
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Estoy del recopón, amigo Comu, cosas de la poesía que sale por dónde quiere. Ese descenso tuyo por las estrofas-escalones es todo un hallazgo: no lo había pensado, pero también quería decir algo de eso.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Doblan, Emilio, doblan siempre las campanas, por quién doblan es otro cantar (y otra novela). Gracias por el comentario.
Abrazo

mjromero dijo...

Entre la lectura del poema, que me parece muy bueno y muy trabajado, y los comentarios...,si llevara sombrero me lo quitaría y me inclinaría ligeramente ante vos,
me gusta mucho el juego de los 3 versos últimos.

Jose Zúñiga dijo...

Hay que reivindicar los comentarios, Mª Jesús. Podria ser un nuevo género literario, jeje.
Gracias, y mo te destoques bajo ningún concepto.
Bs

María Socorro Luis dijo...

Pues... yo no sé que decirte, Jose.
Déjame que lo piense.

De momento, besos.

José Antonio Fernández dijo...

Muy interesantes estos tercetos-haikus, algunos son como aforismos, pensamienos profundos.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Zuñi, la verdad, que no solo he disfrutado y disfruto del poema cada vez que me lo leo, ( y ya van unas cuantas) sino que estoy aqui aprendiendo y disfrutando de los comentarios, de cada una de las aportaciones que te traen hasta aqui, y de los detalles que comentas tu despues, en fin, que a lo mejor tienes razon y hay que defender el espacio de los comentarios :) como genero en si mismo.

Bueno no me extiendo mas, un abrazo!

Jose Zúñiga dijo...

Bah, Soco, no le des vueltas. Enmudece, "caya", o mosqueate. Pero no lo pienses.
Muxus.

Jose Zúñiga dijo...

Son sensaciones, José Antonio, me alegro si he logrado transmitirte alguna.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Es que me gustan esas aportaciones, Paz, y bien está que me digan "qué bonito", pero si van más allá me hacen pensar. Y pienso, y procuro ponerlo aquí aunque sea trabajoso.
Y gracias ;)

Adolfo González dijo...

¡Oye, pero yo no quiero que te desoles, viejo zorro, que me desolas!

Siempre que sea con objetivos de no encasillarse, por andar y buscar, bien, pero te he cogido aprecio y no quiero desolaciones, así que aquí pongo mis dos brazos para abrazarte y mis dos manos para palmearte la espalda en el abrazo.

Al final ayer entendí el poema como un conciliar lo de dentro con lo de fuera. Y, sabiendo de ciertas guerras, cantares y novelas como sé, lo entendí mejor todavía.

Estás hecho un chaval. Eres un ejemplo.

P.D.: Lo de las turbas en Cuenca sólo lo vi un año. Hay mucho sentimiento en ello por parte de los turbos, que tan borrachos van. Este año no estuve y el año pasado creo recordar que se suspendió.

Jose Zúñiga dijo...

Entendiste bien, Adolfo. Ya ves, hoy la desolación tomó otra derrota y se hizo prosa rabiosa, sarcástica. Sí, nunca se aprende el oficio de escribir. En eso me tengo por chaval a pesar de las canas.
Pero nunca zorro. Y ejemplo, tampoco, que da yuyu.
Abrazo tu abrazo

Anónimo dijo...

He quedado turbada.

Jose Zúñiga dijo...

No te turbes, Paparruca, ni te perturbes ni te enturbies. No vale la pena.

Leonardo dijo...

Es como un bordado de figuras, parecen independientes al comienzo y poco a poco, al ver el conjunto se da uno cuenta de que hay una unidad, un socavón profundo que los une. Al comienzo, los campanarios que siempre repican para mí el nombre de Machado, ya da un tono melancólico. Luego, en efecto, con las trincheras aparece el paisaje (el Waterloo de Del Dongo, pensé allí) y esos muertos (la sexta estrofa me recuerda el poema de Rimbaud del "dormido del valle" ("se hundió en la arena...") y el toque de campanas, el canto del grajo y los tres versos finales de esta 'parte', tan fuertes.
Luego, la mudanza, ese mar que se parece a la muerte, esta parte me gusta más que la primera (más 'recogida' y más cortante), la nada irrefutable, la cal viva, "entre su mano/y el silencio/ nada", y la siguiente "todo pende, /me llaman /y qué ahora" (me encanta), para llegar al final que sin tu ayuda no hubiera interpretado.
¿Algo tiene que ver el número de estrofas con las estaciones de las procesiones?
Un abrazo y buena velada que veo que hay mucho que escuchar por allá.

Adolfo González dijo...

Ya, hombre, lo de viejo zorro es un decir. Retiro lo de ejemplo y lo dejo en admirable.

Rafa dijo...

Y yo que pongo?

Jose Zúñiga dijo...

Así es más o menos la secuencia, Leonardo, no hay nada mejor que alguien te ponga blanco sobre negro su vidsión del para que quien lo escribe se de cuenta de lo que, tal vez inconscientemente, hizo.
Esta serie de comentarios me ha enriquecido mucho. Y mir que a mí no me gusta explicar qué quiero o pretendo decir en mi poesía (a veces, ni puedo), pero esta vez me pareció un ejercicio interesante y frutífero (ay, esas tres últimas palabras!), así que repetiremos cuando venga a cuento.
En cuanto a las estaciones, pues no, no se me había ocurrido, lástima, porque sería la guinda estas turbas. Ya veré qué hago en la versión definiva.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Las moscas zumban siempre cual moscas cojoneras, Jesús, no nos libramos.
Sí, no sigo una linea recta en mis entradas, me gusta experimentar, entrar, salir, caerme, levantarme, dar tumbos. Jugar, en fin.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Muy bueno lo tuyo, Adolfo, aunque lo de admirable me parece un exceso me dejo regalar el oído.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

No pongas nada, Rafa. Hasta luego.