martes, 13 de abril de 2010

martes trece: asamblea

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—Señores, hasta aquí hemos llegado. Hemos soportado palomas y jilgueros, hemos aguantado tubos de escape a todo gas, moteros empeñados en no dejarnos dormir, nos tropezamos con ciegos una vez sí y otra también. Por no hablar de los pobres: éstos son los peores, ocupan las esquinas, los zaguanes, los bancos de los parques y hasta el césped allá donde florece. Ya está bien de aguantar, ha llegado el momento de la liberación, de la liberación, camaradas, hoy es el día del martirio liberador, viva.

El líder, al que le acababa de cagar encima una paloma, acabó su arenga con cierto fastidio, hay que comprenderlo, a nadie le gusta levantar un muñón en vez de una mano o un puño. Pero no se arredró, dado que el pataleo fue bastante entusiasta. Hubo uno que henchido de fervor llegó a batir palmas: fue rápidamente abatido por el ejército de mancos. Una manzana podrida, dijeron. Siguiendo planes largamente meditados —y también debatidos en masivas asambleas—, las patrullas se esparcieron por las arterias de la ciudad. Quedó establecido el cuartel general. Los patrulleros más adiestrados se dirigieron hacia las colas. A ver, no colas de caballo, no cola arábiga, ni mucho menos coca-cola: las colas por antonomasia en aquella ciudad eran de gente. La afición por hacer cola atraía a ellas a todo tipo de personal que era rápidamente abordado por pobres y vendedores de la Once. Y, siempre a la que salta, palomas gordas, muchas palomas gordas alrededor. Conque las colas, como se ve, habían sido bien elegidas como objetivo prioritario, los moteros, más agresivos, quedarían para una ulterior fase militar.

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Nada sabía Javier de todo esto mientras hacía cola en su panadería favorita, que era la panadería favorita de todo el barrio, claro. Ni Marta, que estaba en la del pescado. Uno y otra fueron de los primeros en caer.

32 comentarios:

emilio dijo...

Y es que a quién se le ocurre en tal fecha, hacer cola... y mucho menos una coca-cola.
Espero que esos mancos no se hagan con el mundo.
Sólo utopía, espero, pero de gran sarcasmo y genialidad, tu obra.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

:) gran texto amigo, contigo aprendo.

Un abrazo

Paloma Corrales dijo...

Muy bueno. Besos.

Jorge dijo...

Fantástico José. No dejas de sorprenderme.
Y me sumo a los que aprenden contigo, maestro.
Un fuerte abrazo.

Antonio Marset Boza dijo...

Unas reflexiones absurdas llenas de profundidad. Me ha gustado mucho. Saludos.

mjromero dijo...

Qué divertido, sobre todo la primera parte.
Qué bien escribes, eres un buen prosista, buen ritmo en la narración, palabras adecuadas, buena sintaxis, en fin buena técnica...
Enhorabuena.
Un abrazo.

virgi dijo...

Muy bueno. Me encantó.
Yo fui de las que se apartó antes justo antes que llegaran.

Reflexiones de Emibel dijo...

Me encanta tu ironía, tu sarcasmo cuando escribes. Eres muy grande, amigo, y no me refiero de altura, que, por cierto, no lo sé.
Un abrazo

Pep dijo...

Lo tuyo con Marta y Javier ya es fijación, aunque estaba cantado.

Cita Franco dijo...

Me voy sorprendidísima ... y espero que sea cada vez mas... gran descubrimiento tu blog para mi!

Besos

Cita

Jose Zúñiga dijo...

Creo que los mancos no llegarán muy lejos, Emilio, tienen muy malas maneras.
Imaginado, claro, no real, pero cercano a una realidad rabiosa que ahora siento.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Yo creo que aprendes mucho más con tus escritos, Paz. A mí me cuesta mucho a veces, y otras se hacen solos. Pero, sí, así aprendo.
Bs.

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, Paloma.

Jose Zúñiga dijo...

Aprendizajes mutuos, compartidos, Jorge. Nos quedan tantas, tantas cosas por leer, por escribir… Gracias por entender mis bandazos.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Y tan absurdas, Antonio, a ver quién me explica cómo se las arreglaron los mancos asamblearios para cargarse al personal con tanta facilidad. A patadas parece difícil.
Absurdo y, sin embargo, cierto, cierto en cierto sentido.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Mucha gente piensa que la prosa resulta más sencilla que el verso. Es un error. Hay que trabajar mucho el lenguaje (menos libre que en el poema), la cadencia… En fin. Pero lo que más me ha interesado de tu comentario, Mª Jesús, es tu alusión al ritmo, que es en lo que suelen fallar muchos buenos prosistas. Jeí el otro día un artículo de Ramón Irigoyen al respecto, en el que recomendaba la lectura de métricas clásicas a los prosista para que se les pegara algo de ese ritmo (bueno, está en una entrada por ahí abajo). Claro tampoco es cuestión de llegar al extremo de escribir toda una novela en heptasílabos sin verso, que las hay. Ya buscaré alguna con más tiempo.. Y quién sabe…
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

¿Pero haces colas, Vrgi? Bueno, por lo menos olfateas el peligro.
Bs.

Jose Zúñiga dijo...

Exactamente 1,70, Emibel. O sea, normalito. Pues sí, muchas veces acudo a la ironía para zafarme de males peores. Tampoco es cuestión de ponerse a llorar.
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Tú sabrás, Pepe.

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, Carmen, la sorpresa es la chipa que ayuda seguir intentándolo.
Bs

Anónimo dijo...

Yo Zuñi, tengo poco que aportar esa es la verdad, no se de lirica ni de grámatica, ni de poesia ni de prosa, ni de escritura, en fin, no voy a decirte todo lo que no se, porque mi aprendizaje en el mundo de las letras, terminó hace muchos años cuando me decanté por las ciencias para mis estudios.

Por ello, no puedo distinguir un soneto de un haiku, o casi, y no te puedo enriquecer con mis comentarios, muy a mi pesar.
Al menos no en ese aspecto, yo solo se lo que me gusta, y me gusta leerte, y cuando la gente comenta, aprendo, porque en este mundo estoy recien nacida, y recien nacida leo, y escribo con el alma, porque es el unico instrumento que tengo.

Me encanta leerte y aqui seguire pesada, con todo lo que no se, y con todo lo que si siento.

Un abrazo grande amigo,

Almayou dijo...

Intentaré no hacer cola a partir de ahora,...
Simplemente genial.
Un abrazo.

sus(ana) dijo...

de la prosa nacen letras sin música y de la poesía palabras versadas, en cualquier caso leerte siempre es un placer

y beso

Anónimo dijo...

Loa mancos tienen toda la razón. Por lo menos, si es de Madrid. No hay quien aguante tanta paloma ni tanto pobre ni tanta cola.

Rafael Arenas García dijo...

Se me viene a la cabeza el Madrid un tanto deteriorado de los últimos años. Espero la segunda parte, saber quiénes son los conspiradores, cómo abaten a quienes hacen cola, cómo se llegará a la liberación a través del martirio... tantas preguntas que surgen del texto...
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Mira, Paz, yo soy de letras pero lo que aprendí respecto a la escritura no tiene que ver con estudios, sino con afición, sentimientos, vida y mucha lectura: ese es el mejor taller de literatura.
Tú lo tienes, y encima sabes dividir. Y sumar, que es mejor!
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Harás bien , Psique, las colas son odiosas. Y, por lo que ve, también peligrosas.

Jose Zúñiga dijo...

El placer es volver a verte revoloteando por la blogosfera, Ana.
Y bs.

Jose Zúñiga dijo...

Estamos de acuerdo en casi todo, paparruca.

Jose Zúñiga dijo...

Me temo que no tiene continuación, Rafael. Perdería cualquier rastro de poesía en cuanto aparecieran los moteros.
Abrazo.

Jesús Contreras dijo...

Cuánto absurdo. Me reí un buen rato. A ver quién hace ahora cola.
En fin, me voy a tomar una *-cola (es por no hacer publicidad)

Saludos.

Jose Zúñiga dijo...

Es mejor que te de por reír, Jesús. Que también podía habetre dado por llorar...
Abrazo