.
-“Todavía no”,
me contestó el muchacho
aquella noche al pie de aquella higuera.
Pasados unos días me llamaron
a horas intempestivas (siempre llaman
a horas intempestivas cuando no es buena cosa),
me dieron la noticia
antes de que saliera en los papeles:
el chico había jugado a la ruleta
rusa
y se metió una bala en la cabeza.
Aquella noche habíamos hablado,
bajo una higuera joven, de la suerte.
Yo no le pregunté por la ruleta
ni por ningún juego. Sólo hablábamos
de novias, preguntaba:
-“¿Has besado a tu chica?”.
Todavía no.
Se mató sin besar
más que a su madre.
lunes, 1 de febrero de 2010
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22 comentarios:
there's no chance
at all:
we are all trapped
by a singular
fate
C. Bukowski
Mi deficiente inglés me dice: eso.
Bs
Yo en español.... que mi inglés dista mucho de ser perfecto, ni imperfecto vamos...
Me encantó tu triste poema.
Un abrazo.
Qué bueno, José, me encanta como sintetizas toda la tragedia al final.
Un abrazo.
Yo diría: there's no fucking chance for luck, just our own unknown fucking fate.
Digo.
Chuff!!
No sé si es ficción, pero yo tengo una realidad parecida en mi memoria; era joven amiga...
Un abrazo triste.
la suerte a veces pasa de largo cuando quizás es demasiado pronto
un beso
Holaa!, gracias por asomarte por mi blog. veo que al igual que el amigo Zen también eres un mago de las palabras.
Un saludo
La suerte llevada al extremo es como una droga en cuanto a la adicción; a veces de resultados instantáneos en lo negativo.
Me gusta tu forma de componer.
Abrazos.
hostia, hostia y hostia, cambio de registro total.
Triste lo es. Lo fue.
Mira, Javi, el caso es que recordé algo parecido. Y no lo pasé bien.
Abrazo.
Jo, Zen, yo esas cosas no las digo.
Es ficción, Soco, pero (como en todo lo que escribo), es cierto. No sé cómo explicarlo. En tu memoria pasará lo mismo, seguro.
Bs.
En este caso pasó. El problema es la pregunta y la respuesta.
Hola, Ana, me gustó la visita. En cuanto a la magia, ojalá...
Gracias, Manolo, el gusto es mutuo, aunque dicho así suene cursi.
Un abrazo.
Voltios, ya sabes cómo soy. Así voy.
Sî, eso, esta maldita vida! Cuântas cosas han ocurrido al pie de una higuera!
saludos
dolorosas las cosas cuando vienen así
... Y nunca caemos del guindo, Leonardo.
Así es, Santi, y más cuando ni las hueles...
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