José Luis, hijo
de Luis y María Luisa
hijo de Aurelio y Esperanza
hija de José y Catalina
José hijo de María y de José
Aurelio hermano de Jesús y de María
hijo de los caballos
hermano de José.
José Luis, hijo
de Luis y María Luisa,
sobrino de Jesús José y María
no puede acreditarlo;
nada dice al respecto
el libro de familia
nº 13-77-137 tomo ciento treinta
pagado pago único julio 76
que firma y certifica
Pedro Arroyo Martín.
Ana y Luis son los hijos
y esto es lo único cierto,
el único pasado
que certifica el libro.
Un funcionario espera
rellenar las casillas
del divorcio o del óbito...
¡Es un libro muy raro!
El libro de familia
apenas dice nada
que interese de veras,
no reseña siquiera a los amigos.
Y mucho menos las ausencias.
"Lo que queda"http://jlzuni.blogspot.com/
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 2 días
14 comentarios:
todo un batiburrillo, ya al cuadrado, ¿seguimos hasta el infinito?
un abrazo grande
Cierto Zúñiga, en los libros de familia no se recogen las voces de nuestros amigos, ni el eco que queda para siempre de los que ya se fueron. Sólo se recogen nombres y apellidos iguales a otros miles de nombres y apellidos.
BUEN POEMA.
Me he dado otra vueltita por tu blog y lo he disfrutado.
SALUDOS DEL CRÁPULA.
los lazos de sangre son inquebrantables
beso
me gusta. Cierto es que hay muchas personas importantes que no salen ni saldrán nunca.
A ver cuando nos vemos, José.
Un abrazo.
los verdaderos libros de familia nadie los ha visto aún, los que tenemos son sólo una cáscara muerta
Pura burocracia, tan sólo somos hijos de quien nos ama, si es que tenemos la suerte de que así haya sido. Pero en el cómputo de la vida, la muerte y sus circunstancias, nos numeran, nos etiquetan y nos convierten en grises estadísticas. Buen poema, José, muy bueno. Un beso.
Siempre me ha parecido curioso el nombre, y más cuando hay tantas buenas familias sin libro y otras tantas al revés. Me ha gustado especialmente lo de ...los hijos... es lo único cierto, el único pasado que certifica el libro.
Achuchón.
Hasta la enésima potencia, Santi.
Gracias por la visita, Paco, los libros esos son algo repugnante, en serio.
Sólo a veces, Ana, hay lazos y lazos. Algunos ahogan.
Pero ponen muchos sellos y pólizas, eso sí.
Espero que pronto coincidamos, Javi, se ve que no coordinamos los eventos. Algo complicado, cierto.
Abrazo.
Hola, Cristina, qué bueno verte por aquí. Una cáscara muerta con tapas muertas y papeles yertos, sí. Es una pena que se llamen libros, que a mí me gustan mucho los de verdad.
Bs.
Así es, María, y así lo sentí el otro día al encontrar entre papelels olvidados el fementado librito, algo amarillento...
Bs.
Es lo único que dice el libro, Bego, casi lo he trascrito literalmente. Y sí, los hijos son el futuro, pero en esas páginas suenan a pasado. Incluso remoto.
Beso
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