La teoría de la grotesquidad
(o grotesquidología) aún está por construir,
pero indagando un poco, o divagando,
pueden establecerse sus principios
más básicos. En buena teoría,
habrá que definir previamente el objeto:
¿Qué puede ser grotesco?
¿Una palabra ¿Un gesto? ?¿Un arañazo?
No: es mucho más grotesco
un Parlamento mudo.
La ética convertida en razones de Estado.
La estética en pelotas.
Una sonrisa malograda en rictus.
El jefe de la oposición.
Decir de entrada no, mas puede que,
quizás, ya lo veremos.
Grotescas son las tablas de input-output,
las banderas,
las bombas de racimo, los G-20.
Grotesco es ser (no ser) perdedores en todo
y encima sonreír. Contar conmigo.
Tener corazonadas.
Hacer la cuenta de la vieja y
sumar diez millones de votos
y otros tantos millones de parados.
Grotesco, en sumo grado,
es hacer las Américas y volver sin un duro.
Grotesco es trabajar. Grotesco jubilarse
sin tener ni siquiera un sueño en el bolsillo.
Grotescos son los saltos de alegría
cuando ganan los nuestros. Los nuestros
son grotescos. Grotesco es hacer cola,
como es grotesco el rímel si se corre.
Grotesco, en fin, amar un imposible
y proclamar que has consumado el acto.
La teoría de la grotesquidad propone
indagar los intentos fallidos de ser libre
por presumirse libre antes de tiempo,
y su metodológico instrumento
(que nada sabe
de condiciones objetivas) es,
de puro simple, creo yo, perfecto.
Pero qué tontería,
la teoría de la grotesquidad
anda buscando a un Einstein
y a mí me toca
decir que sí
mañana.
REVISTA TURIA. Núm 152. Pág. 250 y sgtes.
Hace 2 días
8 comentarios:
Ay Zuñi, me alegra ser la primera en anunciar que me desbordas de alegría con esas grotesquidades...música grotesca y límpia en mis oidos.
Qué maestría cuando escribes y parece simple y fácil y sencillo, y nada grotesco y rápido y sonoro, y siempre claro y al grano.
Pero qué grotesco se hace el seguir rodeado de todas estas grotesquidades que nos recuerdas! y qué imposible es quitártelas de encima!
Qué bueno si asoman a veces para ser grotesco a favor de la corriente, de la que nos ayuda...de ésa.
Zuñi, dejemos aquí las grotesquidades y vayamos todos a construir nuestros castillos en el aire.
¿Imposible? No para un poeta...
Un fuerte abrazo ;))
Aurora
Los nuestros son grotescos. Eso me gusta, aunque ya no sé bien quienes son los nuestros.
me gusta maestro, los principios de la grotesquidad planteados o levemente apuntados por ti, y sobre todo esa ...."contad conmigo...", me gusta.
abrazos zuñi.
la grotesquidología es una ciencia que debería ser estudiada más afondo
besos
Tal vez, Aurora, tal vez consigamos lo imposible. Pero lo veo difícil.
Beso.
Pues eso, Pepe.
Habrá que esforzarse en conseguir cerar la teórica, Ángel.
En ello estamos, Ana.
Publicar un comentario