viernes, 26 de noviembre de 2010

sólo un soplo de vida

.
Es fácil recordar cuando miraba
por aquellos cristales algo sucios
cómo el sol se ponía entre las nubes
turbias, amenazantes de la tarde.
Es fácil recordar cuando esperaba
el abrazo sutil de una tardanza
que nunca supo compartir bastante;
recordar cuántas veces intentaba
reventar su silencio entre las blancas
paredes que aguardaban el milagro
de unos brazos tendidos, junto al cristo
que era su pecho blanco y desvalido.
El desamor fijó sus tenebrosas
garras donde el hogar solía, en primavera,
ser más alegre y tierno: junto al lecho.
Él se acordaba de los buenos ratos
y entonces se escapaba hacia las nubes.

Sus amigos ya nunca aparecimos,
fueron sus hijos haciéndose mayores,
es fácil recordar, fue sólo un soplo
de muerte el que nubló la casa primitiva.
Qué malestar, amigos, él cenizas
y nosotros echándolas al viento
porque así lo imploraba con sus ojos
cuando estaba ya muerto, aunque vivía.



30 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Marisol dijo...
¿En qué pensaremos antes de dejar nuestro último soplo de vida?
Tu poema me ha llevado a hacerme esta pregunta.
Recibe un cordial saludo desde Berlín.

26 de noviembre de 2010 15:19

Jose Zúñiga dijo...

Begoña Leonardo dijo...
Qué Hermoso, me enocionas...

Arrumacos

26 de noviembre de 2010 18:46

Jose Zúñiga dijo...

Leonel dijo...
Un soplo de vida y un ùltimo deseo implorado, que me dejan dibujada la tristeza de tus versos. Esa imagen de los ojos implorantes de quien esta muerto en vida, me ha tirado fuera las lágrimas.
Un abrazo, José.
Leo

26 de noviembre de 2010 18:58

Jose Zúñiga dijo...

Rosa dijo...
Que perfecta conjunción de la vida y la muerte en un mismo espacio…

El final me ha dejado enganchada un rato ¡genial!.
Un beso grande

26 de noviembre de 2010 19:31

Jose Zúñiga dijo...

Jorge Torres Daudet dijo...
Qué tristeza morir sin tener a quien el desamor apartó. Esa tristeza puede echarse en brazos de la muerte.
Un soplo de vida que se lleva un soplo de viento.
...Y en endecasílabos, como a ti te gusta!
Un abrazo.

26 de noviembre de 2010 20:16

SIL dijo...

Dos opciones, tengo, Poeta.

Y viene a colación por tu poema y por el comentario de Marisol:

- o nos sentiremos en paz en mérito a todo lo que hemos logrado hacer
- o nos reprocharemos sin paz todo lo que no hemos hecho...

Espero estar en el primer grupo.

Beso grande

SIL

Luisa Navarrete dijo...

Es una belleza pero de las de vacío que ni todas las cenizas pueden disimular, a saber qué broma nos guarda el destino a cada cual....

mientras tanto disfrutaremos aunque sea a lagrima pero muy viva leyéndote.

ale besicos

Rafael Arenas García dijo...

Me produce una cierta tristeza la muerte de las casas; casi más que la de las propias personas, que para mí son propiamente en su casa. He visto como se deshacían las casas de mis abuelos y otras también muy queridas. Cuando llegaba a la cocina antes bulliciosa y me encontraba tan sólo con el silencio, el polvo de un par de días y a los antiguos señores en un rincón, esperando que alguien les sirviera un café con pastas sentía en toda su crudeza el paso del tiempo.
A la vez, sin embargo, casi envidiaba a quienes podían decir: ya he vivido una vida, entera. He visto su apogeo y su inevitable descenso. Si en ese tiempo he amado, sentido, gozado, conocido y aprendido ¿qué más puedo pedir?
Un abrazo, Jose.

Paloma Corrales dijo...

"es fácil recordar, fue sólo un soplo
de muerte el que nubló la casa primitiva"

Madre mía que dos versos, el poema a pesar de la tristeza y la melancolía (o por ellas) es bellísimo, pero estos dos versos son de temblar.

Ay.

Jose Zúñiga dijo...

Mejor no pensarlo, Marisol.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Basado en una historia real, Bego, quise recordarlo.
Achuchón

Jose Zúñiga dijo...

Supongo que ese deseo es sumamente triste, Leo

Jose Zúñiga dijo...

Probablemente esa vida le llevó a esa muerte, Rosa.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Esa es la historia, Jorge, el desamor, mucha soledad... En endecasílabos, que me persiguen.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Ya te digo, Sil, mejor no pensarlo. Pero qué pena si no dejamos nada.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Luisa: carpe diem
Bs

Jose Zúñiga dijo...

No se puede pedir más, Rafael. Interesante (y bella) reflexión la tuya.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Estos versos son un puro temblor, Paloma.
Bs

Jesús Arroyo dijo...

Jose:
Cuando la muerte se presenta, la sonrisa se adormece y la vida, su vida, crece en nosotros.
Esto no es de Buda, ni de Lao, ni de ninguno de esos gordos o feos. Es la pura realidad.
Abrazote.

Isolda Wagner dijo...

Si lo pudiera leer y entonar como suena, se echaría a llorar y agradecería ese abrazo que no supo compartir bastante.

Tan trsite y repetida esta historia! En este momento me acuerdo de Antonio Vega, aunque hemos perdido a tantos amigos en el camino...

"Qué malestar, amigos, él cenizas
y nosotros echándolas al viento
porque así lo imploraba con sus ojos
cuando estaba ya muerto, aunque vivía."

Besos, largos como endecasílabos, suenan tan bien!

virgi dijo...

Triste. Me dejas un sabor a pérdidas y ausencias, casas vacías, familias desmembradas, ancianos sin compañía...

Contra la tristeza, un largo abrazo.

La Solateras dijo...

Tanta belleza triste me deja el cuerpo cortao. ¡Qué nivelazo, Zuñi!

Un abrazo

jorge dijo...

Cuando ya estaba muerto, aunque vivia.

Conozco unos cuantos.

Los que se han rendido y ya no persiguen sus sueños.

Los que se sienten abandonados por las personas que quieren y son invadidos por una gran desolacion.

Jose Zúñiga dijo...

La pura y dura realidad, Jesús.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Se van, Isolda. Y en el camino quedan tantas cosas...
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Me acojo a ese abrazo, Virgi.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

La poesía a veces reconforta, Ana.
Bs.

Jose Zúñiga dijo...

Son dos muertes, Jorge, dos.
Abrazo

leonardo dijo...

Basta un soplo para apagar la llama de la vida. El desamor es uno de ellos. ¿Cuántos somos en la oscuridad?
Abrazo

oliva dijo...

No tenemos fe, al otro lado de esta vida sólo espera el rock and roll. lo dice la calavera que hay entre mis manos, baila, baila el rock and roll. para el rock el tiempo y la vida son una miseria
el alcohol y el haschisch no dicen nada de la vida, sexo, drogas y rock and roll.
el sol no brilla por el hombre,
lo mismo que el sexo y las drogas;
la muerte es la cuna del rock and roll.
Baila hasta que la muerte te llame
y diga suavemente entra
entra en el reino del rock and roll.

Leopoldo María Panero

Antes de morir creo que no sería capaz de pensar en nada, tal vez, sonreiría (no soy tan valiente) o lloraría o enmudecería, pero si pudiera moverme bailaría... Preciosos versos para recordar a un amigo, no solo por echar sus cenizas al viento, si no porque estuvo rodeado de amigos que no le abandonaron.

Un saludo.