martes, 9 de noviembre de 2010

Issa y yo

.
Issa Kobajashi se trasladó a la capital
y se topó con el subsecretario.
Sus ojeras marrones se arrugaron al verlo
(Issa desconocía por completo
la existencia de tales especímenes)
y añoró Kobajashi su tierra abandonada,
su mujer, sus tres hijos. Y lloró.

Casi nunca
había llorado Issa. Me dio pena.
Por eso,
con tres hijos
y una mujer

estamos
al borde de los círculos
polárticos, antárticos, jurásicos.
                                  Issa y yo.

18 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Me he visto obligada a estudiar la vida de Issa Kobajashi, para tratar de entender tus versos. Poéticamente nada que objetar a la última estrofa, es preciosa, pero espero que las comparaciones sigan siendo odiosas.
Besos de hoy, frescos, renovados para el mañana.

Anónimo dijo...

Uufff, al borde de los círculos...
si señor.

SIL dijo...

Esta mañana es otoño
al decir estas palabras
siento como envejezco.
Issa

Hemos sentido tristeza todos, Poeta.
Issa, vos y nosotros.

Beso.

SIL

La Solateras dijo...

Yo también he tenido que visitar la Wiki. Fascinante este Issa y precioso tu poema.

Besos

Unknown dijo...

Versos de tristeza rotunda, como la muerte misma del poeta solo. Cuando comencé a interesarme los haiku(s) encontré algunos de Isa Kobajashi, en uno de ellos se respira la misma tristeza:
"Tampoco yo
he encontrado un hogar.
Tarde de otoño."

Excelentes tus versos, José, como siempre.
Un abrazo.
Leo

María Socorro Luis dijo...

Desde ese lugar remoto y etéreo, Issa te mandará un saludo en una hoja de otoño.

Qué entrañable!

Muxus

Manuel dijo...

Lo cierto, Zuñi, en que una de las maravillas de esta red es que es capáz de ponernos a estudiar.

Más allá del placer de leerte, me ofreces el placer del conocimiento.

Y eso es grande.

Gracias. Un abrazo.

(Ya era hora de que me pusieras la portada del disco. Está avisado en mi blog)

Luisa Navarrete dijo...

Me gusta descubrir y veo que no soy la única, gracias!!!!

y luego dicen que internet es malo ;)


Me ha impresionado su vida, dolorosa donde las haya..... y qué belleza emanan sus letras.

besicos

César Sempere dijo...

Me he tomado la libertad de rescatar un Hiku de Issa:

"De no estar tú,
demasiado enorme
sería el bosque."

No hay nada más que decir.

Un abrazo,

jorge dijo...

¿Donde esta el punto de coincidencia de un hacedor de Haikus japones a caballo entre los siglos XVIII y XIX y un trovador en los madriles, entre el XX y el XXI?

En en arte ¿Donde si no?

MarianGardi dijo...

Desde luego Rusia esta en la esquina.
Original como siempre vos sos.
Bssss

Anónimo dijo...

tremenda tristeza!!!

Paloma Corrales dijo...

Cómo me gusta que me lo hayas descubierto. El final del poema, fantástico; "al borde de los círculos" esdrújulos y cercanos.

Besazo.

Isabel Mercadé dijo...

Él es uno de mis preferidos. Precioso homenaje. Gracias.

carmen jiménez dijo...

Pues iba a quedarme sólo con tu poema, no indagar en quién es o era Issa. Quedarme sólo con tus letras, con su llanto, con su pérdida, con sus bordes polárticos. Pero después de leer a tus comentaristas, tendré que profundizar para engrandecer así si se puede tu poesía.
Un abrazo. Mejor dos.

Jose Zúñiga dijo...

Bingo, Carmen: Issa fue el pretexto, no pretendía en este caso hacer labor de divulgación.
Bs.

VICTOR VERGARA dijo...

Al borde de los círculos ya no queda más nada o casi nada.
Duro, como la vida con más frecuencia de la necesaria.

Un abrazo.

Rafael Arenas García dijo...

Issa y tú en el borde de la nada, preguntándoos qué hacéis allí; qué es lo mismo que preguntarse cualquier otra cosa vital e intrascendente.

Miro adelante,
al horizonte azul,
veo mi nuca.

Entre mis ojos
y mi nuca lejana
blanco y azul,
nada.

Y entre nosotros,
en la corta distancia,
fuertes abrazos.