La canté mucho en su tiempo pero tú eras muy pequeña, Luisa, no creo que estuvieras en esas movidas. Si alguien la plagió y tú la escuchaste, mejor que mejor. Es sencillita. Soñarla, ¿por qué no?
Cuatro y cuatro no son ocho, ¿es eso enseñar, Adolfo? No. Andando a ciegas se aprendía. Andando a ciegas se aprende. Porque enseñar ya se sabe lo que enseñan: miserias.
En mi paìs se aprendía sin sangre la matematica y la literatura, pero con la sangre nos imponían(y lo hacen todavía hoy) no usar la cabeza para pensar... La canción me gustò mucho, "como va aprender el niño a cantar la libertad" ya dice mucho. Un abrazo. Leo
Jesús bendito!... Zuñi, ¡estas cosas no se hacen!.
Yo fui uno más de los que cantaban en cualquier sitio, allá por los 70, para las cajas de resistencia.
Que marcha, ¿verdad?. Pero que vida intensa aquella. Recuerdo con cariño a algunos de mis maestros. Pero nadie me enseñó tanto como ese tiempo revuelto.
Nunca viene mal un paseo por los recuerdos, sobre todo si son recuerdos de un tiempo vivido con intensidad.
Te he visto mil veces por estos lares y ni siquiera te he saludado. ¿Cómo he podido pasar de largo por esta casa? Un verdadero placer contactar con tus letras. Por cierto, a mí la letra me entraba con la inteligencia e intuición del maestro, pero por desgracia hay tan pocos. Algunos hubo. Hasta pronto.
Hombre, hay buenos profesores también. La mayoría enseñan que cuatro y cuatro son 8, de toda la vida, en el año de la pera y actualmente. Ahora, si tienen que pegar para enseñar eso, mala manera de enseñar, sin duda. De todas formas, hoy en día creo que los niños llevan más deberes para casa y muchos se agobian más que los niños de antes, que estaban más en la calle. Pero es verdad que como más se aprende en la vida es cometiendo errores y recibiendo palos de muchas experiencias.
Pues mi más calurosa bienvenida a esa visita por estos lares, Mercedes. Lares que ahora andan un poco revueltos por diversas causas, pronto retomaré la calma, jeje. Bss
Ayúdame Jose, en el 70 o 71, Javier Krahe cantaba con Sabina y un tercero, cosas muy divertidas, de hecho tenían un LP (qué rancio), que tuve y debí perder. No me refiero a La Mandrágora. No soy capaz de acordarme del trío completo.
Qué mal nos enseñaron, pero qué bien aprendimos por libre y me siento orgullosa. Besos, cantautor-poeta, (retro como dice Lu)
Oye, voy a comentar algo a modo de prueba, a ver si sale mi nombre con el apellido o si sólo sale mi nombre. Resulta que hace un ratillo, en otro blog, hice un comentario y sólo aparece mi nombre, sin el apellido, que es lo que tengo registrado en mi perfil. ¿Por qué será? Me parece muy raro. Las cosas de blogger, ay. Abrazo.
40 comentarios:
Como todos, por su cuenta.
Con sangre es de la unica manera que no consiguieron adiestrarme.
El verbo importante no es enseñar; es aprender.
Ya te digo, Jorge: así nos fue. Tal vez se me olvidó decir que esta letra tiene más de treinta años.
¿Qué haces levantado a estas horas?
jdr nos ha dado por los treinta años !!!! jjjj en vez de blogs los vamos a tener que llamar retroblogs
pues me encanta y al final pa mi que el niño algo aprendió de eso de la libertad
creo
o soy naif?
ale besicos aplaudiendo y pidiendo bis
Yo soy un poco más pequeña que tú creo pero nos daban caña de verdad todavía.
Que miedo se pasaba en la escuela.
Pues sí, Luisa, saqué del baúl la cancioncilla como tu dibujo. El caso es que no me parece ¿naif? Todavía pasa, qué cosas. La libertad, ay.
Yo entonces el miedo lo pasaba en la calle, Ble. O en los recitales, cantando estas cosas.
y para mi que esta canción la he escuchado antes........
pero bah no puede ser
La canté mucho en su tiempo pero tú eras muy pequeña, Luisa, no creo que estuvieras en esas movidas. Si alguien la plagió y tú la escuchaste, mejor que mejor. Es sencillita.
Soñarla, ¿por qué no?
Estoy con jorge: aprender es el verbo importante. La cancioncilla, muy bonica.
Cuatro y cuatro no son ocho, ¿es eso enseñar, Adolfo? No. Andando a ciegas se aprendía. Andando a ciegas se aprende. Porque enseñar ya se sabe lo que enseñan: miserias.
umm manipular más bien....... como siempre (hoy ando que no me callo ni debajo agua)
innumerables las cosas que yo he tenido que desaprender (tantas tonterias )
Si es que nos va la marcha, Luisa. Vaya la que ha montado el Jorge. Bien.
Lapidario, Poeta.
Un beso
SIL
Ay, ay ay... m'encantao.
Hala, te dejo una ya que estás de recuerdos ;-P
Marieta
Besazo.
Lo que entra con sangre, con sangre sale.
Un beso, Zú.
En mi paìs se aprendía sin sangre la matematica y la literatura, pero con la sangre nos imponían(y lo hacen todavía hoy) no usar la cabeza para pensar...
La canción me gustò mucho,
"como va aprender el niño a cantar la libertad"
ya dice mucho.
Un abrazo.
Leo
Jesús bendito!... Zuñi, ¡estas cosas no se hacen!.
Yo fui uno más de los que cantaban en cualquier sitio, allá por los 70, para las cajas de resistencia.
Que marcha, ¿verdad?. Pero que vida intensa aquella. Recuerdo con cariño a algunos de mis maestros. Pero nadie me enseñó tanto como ese tiempo revuelto.
Nunca viene mal un paseo por los recuerdos, sobre todo si son recuerdos de un tiempo vivido con intensidad.
Este es primo hermano de aquel: "Quien bien te quiere te hará llorar"... ¡Qué tiempos!
Un abrazo.
Sobran versos, Sil.
Bs
Gracias, Paloma!! Este Krahe mira que me gusta...
Bs
Como digo, Laura, así nos fue.
Bs
En tu país no sé si se podría cantar esto, Leo. Aquí, en tiempos, no.
Abrazo
No me invade la nostalgia, Manuel, pero a veces conviene recordar: más que fe hay que tener memoria.
Abrazo
Esto no quería muy mal, Anabel.
Bs
Te he visto mil veces por estos lares y ni siquiera te he saludado. ¿Cómo he podido pasar de largo por esta casa?
Un verdadero placer contactar con tus letras.
Por cierto, a mí la letra me entraba con la inteligencia e intuición del maestro, pero por desgracia hay tan pocos. Algunos hubo.
Hasta pronto.
Hombre, hay buenos profesores también. La mayoría enseñan que cuatro y cuatro son 8, de toda la vida, en el año de la pera y actualmente. Ahora, si tienen que pegar para enseñar eso, mala manera de enseñar, sin duda. De todas formas, hoy en día creo que los niños llevan más deberes para casa y muchos se agobian más que los niños de antes, que estaban más en la calle. Pero es verdad que como más se aprende en la vida es cometiendo errores y recibiendo palos de muchas experiencias.
Una nostálgica entrada, no solo por la canción, sino sobre todo por el tiempo que evoca.
Y es que con Franco éramos... más jóvenes.
Besos
Jaja, Ana, de eso no cabe duda. ¿O sí?
Pues mi más calurosa bienvenida a esa visita por estos lares, Mercedes. Lares que ahora andan un poco revueltos por diversas causas, pronto retomaré la calma, jeje.
Bss
Coño, Adolfo, tú deberías saber que tanto canción como versitos son pura metáfora. Del magisterio hablaremos otro día.
Abrazo
Oye, que cosas más preciosas nos regalas, no se te acaban, Zuñiga, no se te acaban. Un beso fuerte.
Ya, no, yo continuaba con lo que empezó comentando Jorge del aprender y el enseñar. La cancioncilla ya te digo que muy bonica.
Ayúdame Jose, en el 70 o 71, Javier Krahe cantaba con Sabina y un tercero, cosas muy divertidas, de hecho tenían un LP (qué rancio), que tuve y debí perder. No me refiero a La Mandrágora. No soy capaz de acordarme del trío completo.
Qué mal nos enseñaron, pero qué bien aprendimos por libre y me siento orgullosa.
Besos, cantautor-poeta, (retro como dice Lu)
Muy bonita, si señor.
Canción protesta o canción reflexión, ¿Qué más da?
Espero que no se acaben, largos pies. Cuando se acaben inventamos nuevas.
Bs
Y haces muy bien, Adolfo, sólo te comenteba. La cancioncilla es eso: cancioncilla, a mí también me gusta.
Abrazo, tío grande.
Alberto Pérez, Isolda. Se dedicó luego a boleros y cosas así, después le perdí la pista.
Retro sí, pero sin ceder.
Bs
Eso digo yo, José Antonio: fuera etiquetas.
Abrazo
Oye, voy a comentar algo a modo de prueba, a ver si sale mi nombre con el apellido o si sólo sale mi nombre. Resulta que hace un ratillo, en otro blog, hice un comentario y sólo aparece mi nombre, sin el apellido, que es lo que tengo registrado en mi perfil. ¿Por qué será? Me parece muy raro. Las cosas de blogger, ay. Abrazo.
Pues no, ya veo que sale con nombre y apellido. En fin, qué más da, quién sabe.
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