viernes, 3 de septiembre de 2010

cuarto menguante y vuelven /2

.
Pero la que es más vieja
qué triste hisoria calla,
ellos, los que eran suyos,
murieron sin saberlo.
El muro de los muertos
acalló los gemidos de aquellos inocentes,
no lo olvido, nadie quiso contarlo
pero las cosas pasan porque la morgue existe
con guerras o sin guerras.

No lo olvido,
nadie quiso contarlo
pero las cosas pasan y se saben
y ya todo da igual:
                             noche,
por qué no matas la tristeza
–y de paso el recuerdo– mientras dejo
una flor en la tumba del viejo cementerio,
y recito unos versos en la falda
del monte de Corbán:

tristes versos los versos del andar silencioso,
triste noche la noche de los versos más negros,
triste el aura insistente de los años vividos,
qué sarcasmo, qué tristes los días que nos quedan,
qué noche tan oscura, qué silencio tan hueco,
siempre hurgando despojos de muertos y verdugos.
Amén.

No queda nadie, nadie,
la orilla está vacía y el barco se está hundiendo.

42 comentarios:

ROCIO dijo...

Vengo a saludarte que ya nos queda poco para vernos en Alcalá, hermosas letras de esa noche que a veces es muy muy oscura y efectivamente debería matar toda tristeza a su paso.

Un abrazo y hasta pronto.

Rocío

Unknown dijo...

Si el primero me dejo el espasmo, este me deshace con tanta soledad, sale entre las lineas para hacerse sentir, y corre hasta una lágrima, porque duele.
Un abrazo.
Leo

Anónimo dijo...

Sin embargo la noche, lejos de matar la tristeza,la intensifica.
Maravilloso final lleno de pesimismo y dolorosa ausencia.
Magistral poema.

Un abrazo y que tengas un buen fin de semana.

SIL dijo...

Oscuro versar, pero alguien queda.
El encargado de hacer de las sombras, versos.

Besote

SIL

Paloma Corrales dijo...

Si el primero dolía, Jose, en éste la tristeza acuchilla. ¿Por qué será tan bella y tan inspiradora?

Imposible no rendirse ante tu manera, lo digo emocionada, que lo sepas.

Beso.

Vicky dijo...

Inunda tristeza al leerte José.
Siempre debe quedar algo , la esencia es infinita , debería serlo... , ¿debería serlo ?

Me a gustado leerte de nuevo.

Un Beso y buen fin de semana.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Contigo, Jose, en la "noche oscura" que trae todos los recuerdos de quienes amamos.
Contigo en el clamor ante la injusticia.
Tampoco los olvido.
Un beso grande que mitigue el dolor de la noche del ánimo.

Rafael Arenas García dijo...

Mide el hueso y apunta.
Libreta y bata, blancas y ceras.
Luz clara de la tarde
en las estancias quedas.
Polvo bajo las uñas,
amarillo en el cielo;
se vacían las cuencas;
el tiempo corre en relojes de arena.
Hace su tarea el gusano,
deshaciendo la carne en la tierra.
Arriba pican terrones
y hablan de la guerra.
Mañana gris, aire de la sierra.
El alba ha visto
mujeres llorando
junto a la ermita del santo.
Barro húmedo y negro
sobre corazones tibios.
Los últimos latidos
los dieron bajo tierra.
En la noche tiemblan,
buscan los ojos una esperanza,
baten los corazones,
aguantan las tibias
el peso de la carne
que aventuran ya muerta.
Repara en que en el hueso ha prendido
la punta de una estrella.

Gran poema en dos partes el que nos regalas. Me has hecho mirar en la wikipedia el monte Corbán. Ahora sé que es de tu tierra cántabra.
Un fuerte abrazo.

María Socorro Luis dijo...

Terrible belleza la de estos versos desolados, Lágrimas y flores para tanta ausencia...

Muxu triste

Begoña Leonardo dijo...

Te saludo en esta sobremesa en al que intento ponerme al día. Me sigues encandilando con tus letras.

Besitos guapo

José Luis dijo...

La puñetera noche asesina muchas cosas, pero pocas veces la tristeza.
Un abrazo!!

ZenyZero dijo...

Te noto pesimista... es increíble cómo me han llegado tus palabras. Tengo que volverlo a leer más tarde, con más tiempo y reposo. Me parece muy bueno, de lo mejor que te he leído.

Un abrazo
Chuff!!

Anónimo dijo...

Esperé ayer para lelerlo de un tirón.
Cuánto desgarro, cuanta verdad.
P-O-E-M-O-N

virgi dijo...

No queda nada ni nadie en la orilla. Las flores están secas. Perdimos el aroma de sus pasos.
Sólo nos queda recuperar las vidas que les negaron.

Te abrazo

Sara Royo dijo...

Jo... qué triste.

Isolda Wagner dijo...

Emocionante este concierto de versos en dos movimientos. Seguro que habrá un tercero; aunque no lo compusieras, no dejarán de surgir sinfonías y corales por todos los caminos. Quizá no sirva, pero es de Justicia.
Besos tristes.

oliva dijo...

Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
El pensamiento disipado, el acto
disipado, los nombres esparcidos
(lagunas, zonas nulas, hoyos
que escarba terca la memoria),
la dispersión de los encuentros,
el yo, su guiño abstracto, compartido
siempre por otro (el mismo) yo, las iras,
el deseo y sus máscaras, la víbora
enterrada, las lentas erosiones,
la espera, el miedo, el acto
y su reverso: en mí se obstinan,
piden comer el pan, la fruta, el cuerpo,
beber el agua que les fue negada.

Octavio Paz

La historia nunca callará porque los poetas no perdieron la voz.

saludos.

mjromero dijo...

todos los muros de los muertos son muros de lamentaciones donde depositamos flores y plegarias.
Es precioso, y triste, tu poema de hoy.
Abracísimo.

Jose Zúñiga dijo...

Ahí nos vemos, Rocío, espero que alegres en la noche.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Duele, Leo, qué más puedo decirte. Y sé que te duele.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

No sé, Anabel, la noche es negra pero a veces llorar reconforta. Estos versos salieron pesimistas, hubiera preferido un happy end, pero qué le vamos a hacer.
Gracias. Bs

Jose Zúñiga dijo...

El fantasma, Sil, o los fantasmas. Blancas sábanas volanderas, pañuelos en la noche negra. Eso queda.
Bs,

Jose Zúñiga dijo...

No hay manera, Paloma, hay emoción; transmitirla es mi deber, conseguirlo, dentro de la tristeza, una alegría.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Algo queda, Vicky, la esencia queda, por eso vuelve. No quise ser triste, pero salió así.
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Cuánto agradezco ese tu estar conmigo, Isabel!
Bss

Jose Zúñiga dijo...

Y en Corbán había un seminario, Rafael (no sé si seguirá) y cerca el cementerio de Ciriego, y no muy lejos el mar. Y me salió lo que de niño vi y de joven pensé.
Gracias por ese poema.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

La tristeza se mitiga escribiéndola, Soco. A veces es bueno llorar. No estés triste...
Muxu

sus(ana) dijo...

es muy triste, sí, incluso para el silencio

un beso

Ángel Muñoz dijo...

siempre quedarán las almas de los juerguistas maestro y de los amigos, que como tú, no esperaba encontrarme en el camino a estas alturas de mi vida.

Jose Zúñiga dijo...

Un candil necesito, Bego.
Ponte al día, pero no te atraques, jeje.
Ta achucho, otra vez.

Jose Zúñiga dijo...

A veces ayuda, José Luis, de noche todos los gatos son pardos.
Abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Eso transmito, Zen, pesismismo; no soy yo, es lo que me viene a la cabeza. Por suerte, últimamente me he vuelto optimista dentro de lo que cabe (la medida es el problema, claro).
Que te lleguen estos versos significa mucho para mí.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Hacerlas nuestras, vivir con coherencia, Virgi, eso es.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Así, de un tirón, no lo escribí, paparruca; pero sin duda se entiende mejor lo que quise transmitir.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Es triste, Sara; más que lo que digo, el porqué.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Y creo que sí sirve, Isolda, las voces juntas, ya lo decía Vallejo, mueven montañas.
No habrá más movimientos, creo, aunque eso quién lo sabe.
Gracias por tus palabras y aliento.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

Me gusta tanto el poema que me dejas, Lemaki, y viene tan a cuento, que lo subiré al blog a continuación de estos versos.
Gracias, de corazón.

Jose Zúñiga dijo...

Y hay que derribarlos, y hay que acabar con las lamentaciones, mj. Hoy no pude.
Bs

Jose Zúñiga dijo...

En silencio es más triste, Ana.
Y bss

Jose Zúñiga dijo...

Los amigos son la sal de la vida, volti; hacerlos a ciertas alturas, una suerte inmensa. La que yo tengo, ya sabes.
Abrazo.

Leonardo dijo...

¿Qué decir? Lucidez y pesimismo; y la belleza que aún puede sacársele al dolor.
Abrazo

Jose Zúñiga dijo...

El dolor duele,Leonardo, valga la redundancia. Pero a veces reconforta. Y no soy masoquista.
Abrazo