viernes, 3 de julio de 2009

escaramuza

Escupió una ladilla, se pellizcó las cejas,
se calzó los dos guantes ávido de boxeo:
fue (y no lo supo nunca) su momento de gloria,
ése que algunas veces tienen todos los tristes.


Lo que queda:
http://jlzuni.blogspot.com/

6 comentarios:

Le Fay ʚïɞ dijo...

me encantooo cuantas veces he querido calzarme los guantes he ir con valor... todo menos escupir jajajaja pero q forma tan magnifica de describir el momento!!
un beso

Inés dijo...

para vivir momentos de gloria hay que estar ávido de tenerlos...
José diste con la clave.

mil besos

Jose Zúñiga dijo...

Sylvia, con la rabia no ecupes salivazos, sino metralla. El de los guantes, ni eso...

Jose Zúñiga dijo...

Amiga Inés, de verdad que aquel fue un momento poco glorioso para el interfecto.

Bs.

Matias Berrondo dijo...

Me desacomodaste la quijada

Anónimo dijo...

Ay menos mal que los hay alegres como tú...