martes, 28 de julio de 2009

lametones

(Esta chorrada tendría que
llamarse El lameculos. Soy
más bien basto, pero hoy me he
puesto fino. Hay que joderse.)



No comió nunca nada
que pudiera chuparse.
Cuando murió de hambre
se chupaba los dedos.




7 comentarios:

Anónimo dijo...

dios, qué importante es la boca para amar

Jose Zúñiga dijo...

Bien pillado, Santiago.

trovador errante dijo...

Y que rico todo lo que se chupa...y que mala el hambre.

Bibiana Poveda dijo...

jaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! joder! qué bueno esto (no pal muerto, claro)
abrazo, José!

Jose Zúñiga dijo...

Tampoco tú re chupas el dedo, trovador.

Jose Zúñiga dijo...

Ya se sabe, el muerto al hoyo y... comamos, comamos, Bibi.

Mayte Sánchez Sempere dijo...

Ahí le has dado... esto es lo que no es diarrea, no sé si me explico. Hay maneras y maneras, quien sabe hacerlo no necesita gritar "culo" para "provocar". Yo personalmente prefiero la sutileza, lo otro, las más de las veces, es un insulto a la inteligencia del lector.

Hale, me extendí...

Besos