viernes, 17 de julio de 2009

entre dos luces

Junto al mar el amor
es tan fértil
que todas las semillas que sembramos
son trigal en tu cuerpo;
se agitan las espigas en tu espalda
ondulantes, grisáceas, como lágrimas
que brotaran del cielo
luminoso.

A la orilla del mar
nos sorprende
el alba estremecida entre sus cirros;
y un aliento de luz,
que aún arrastra jirones de la noche pasada,
acaricia los cuerpos que ahora tiemblan
ante tanta belleza
cristalina.

El amor junto al mar
tiende trampas, extiende
su red blanca
al aire limpio y no pesca en barbecho:
pesca cuerpos desnudos, desvalidos
como el tuyo y el mío, entre las olas
que rompen en la orilla
impetuosas.

Junto al mar el amor:
furiosamente hicimos de la espuma
nuestro lecho primero,
el más hermoso,
el único.

3 comentarios:

Gata dijo...

"El amor junto al mar
tiende trampas"
ya te digo, y al lado de los basureros y entre sábanas de seda y contra las paredes del mundo y en todas partes.
Que belleza de poema.
sólo puedo darte las gracias que menos
saludos
G

Jose Zúñiga dijo...

Ay, Gata, siempre da gusto verte por aquí. Y es cierto, el amor tiende celadas en cualquier sitio

Bss.

Anónimo dijo...

compartir la fuerza con la fuerza