miércoles, 9 de septiembre de 2009

treintañero y cuarentón


Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Jaime Gil de Biedma



Cuando niño festejan mucho tus cumpleaños, dije ayer.


Cuando cumples los treinta empiezas a cantar en los cumpleaños
de tus hijos, que es una cosa placentera pero distinta;
ya te sabes bien atrapado en las ruedas de una carreta,
los amigos te felicitan con mensajes SMS
y, si acaso comes pasteles, piensas más en el sobrepeso
que en lo ricos que están. A veces, uno posa su brazo amable
sobre tu brazo, y tú te alegras de tener alguien cerca. Soplas
con desgana sobre unas velas con extrañas formas de números.

Pronto pasas la cuarentena encerrado, casi agradeces
ese encierro tan profiláctico, aunque a ratos, triste, recuerdes
ciertas noches de borrachera, cuando el tiempo se detenía
suspendido en una partida que duraba hasta el alba. Sientes
que te duele la espalda; el alma duele también, vas al gimnasio,
te apresuras de banco en banco, pagas multas, cancelas deudas,
soplas, soplas sin aire, soplas. De repente casi eres viejo,
no te gusta, los cumpleaños se consumen como una vela.

Y la vida sigue que sigue.



"lo que queda: " http://jlzuni.blogspot.com/

24 comentarios:

jens peter jensen silva dijo...

buenísimo, nada más.

amor que soy dijo...

a ver si le vemos sentido, o se lo damos, o que lo tenga, o yo que sé, la vida, digo

ana dijo...

pero la vida está para eso, para que siga y siga y tiene de todo, bueno y malo. y un día te levantas y miras para atrás y a lo mejor no ves nada y a lo mejor sí ves mucho.

un beso

María Socorro Luis dijo...

Lo mejor es plantarte y dejar de cumplir años...

Eso he hecho yo hace tiempo y me va de maravilla. Qué optimista ¿no?...

Besos sin velas. Soco

Rubén dijo...

"Juventud divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!"

Canción de otoño en primavera,
León?, 1.905

Angel dijo...

Pues que siga la vida adelante, eso es lo bueno y lo que he aprendido este tiempo, y malo sino sigue.
angel.

Bibiana Poveda dijo...

lo de soplar sin aire y la espalda...sigue.
santiago dice del sentido, lo que yo no sé si es horario o antihorario...
los que andamos en la cuarentena sabemos que, además, podemos reírnos un poco al mirar y que despertarnos con algún dolorcito significa: oh oh, estoy vivo aúnnnnnnnnn!
espero que se viene a los 50, José.
abrazo!

Anónimo dijo...

Te sigo te sigo, a ver cómo acabas.

Begoña Leonardo dijo...

Lo que realmente importa es estar satisfecho y saber que si estás vivo "lo que queda" es lo que vale.

Besito.

Pep dijo...

Y mañana más, supongo

Anónimo dijo...

ESte poema yo diría que pertenece a una serie de otros tantos tuyos que pondría en una bella caja de color pastel.

A ser posible en tonos ocres, como las hojas de otoño, que caen sin resistencia, quebradizas y serenas, y se dejan mecer en su caida por el suave viento que presagia el gélido invierno que se avecina.

Esa caja la guardaría como un tesoro, escondida bajo tierra...en una esquina del jardín, junto a la casa del perro. Para que la encuentren los niños.

Es una de las pequeñas cajas de melancolía que cada uno esconde con el celo de un guardián, y con el anhelo de que, llegada su hora, sea desenterrada, abierta, aireada y hayado su secreto.

Poemas para reflexionar, por José Zúñiga. Escritor y poeta.

Abrazotes,
Aurora

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, amigo, pero creo que mejorará cuando lo complete y cuadre el puzzle.
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Todo, Santiago: se lo damos, lo tiene y no sabemos.

Jose Zúñiga dijo...

Y sigue, Ana. Yo veo mucho bueno al mirar para atrás, de lo malo me olvido si puedo.
Bs.

Jose Zúñiga dijo...

Qué va, Soco, yo no me planto al menos hasta el viernes. Quiero cumplir para trazar nuevos rumbos. Luego, ya veremos si el cuerpo aguanta.
Besos con arrugas.

Jose Zúñiga dijo...

Yo creo que vuelve, Rubén Darío, vuelve si uno quiere. Otra cosa es que este cuerpo mortal lo soporte.
Salud.

Jose Zúñiga dijo...

Aseguirá, Ángel, seguirá. Y espero seguir en compañía.

Jose Zúñiga dijo...

Cris cruac, Aurora.

Jose Zúñiga dijo...

Algo vendrá, Bibiana. Ahora me pongo. Y todavía quedan los sesenta. Ahí acabo (de escribir este poemable, no más).

Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Lo que queda es lo que vale. Tú lo has dicho, Bego.
Bss.

Jose Zúñiga dijo...

Supones bien, Pepito.
Nos vemos.

Jose Zúñiga dijo...

Ajá!, si está otra vez mi Aurora por aquí abajo... Es muy bonito eso que me dices. Y más aún: es casi lo que pretendo.
Besazo

Anónimo dijo...

Bonito tesoro nos dejas!

;)

Oigres Led Séver dijo...

Yo soy una señora mayor disfrazada, no se que decir, sólo confesarme.

¡A mí un gendarme floreciente!