martes, 8 de septiembre de 2009

cuando niño los años pasan




Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Jaime Gil de Biedma


Cuando niño los días pasan como un suspiro, tan livianos
que parecen ser nubes altas empujadas por el nordeste,
con un tiempo de adagio, lento, sin relojes ni nubarrones
en la línea de un horizonte que no atisbas en tu mirada
pendiente sólo de las olas rompiendo suaves en la orilla.
Cuando niño los días pasan entre abuelos y mariposas,
entre coles y lagartijas, entre jácaras y canciones.
Te celebran los cumpleaños con regalos y pocas velas.

Luego empiezan a salir granos, sarpullidos de adolescencia
entre furtivos escarceos a la orilla de alguna falda
cuyos misterios escudriñan, primerizos, inquietos dedos;
los veranos son menos largos y ya oteas un horizonte
siempre preñado de tormentas, algo que sabes que te toca
vivir con miedo y sin tragedia. Los veranos son menos largos,
las verbenas son menos castas y los días mucho más lánguidos.
Sigues soplando algunas velas, pocas, con globos todavía.

Y te queda otra vida por delante.


"lo que queda: " http://jlzuni.blogspot.com/

30 comentarios:

amor que soy dijo...

no hacemos más que vivir, una y otra vez, sin salir del momento

jens peter jensen silva dijo...

Yo no tuve a penas granos, mi pesadilla fue la E.G.B. y el instituto, sin granos.
Me ha gustado mucho.

Ángel Muñoz dijo...

si te digo la verdad zuñi a mi me sucede eso, los veranos, ya de adulto, son cortos, cortísimos, le damos menos importancia a las cosas como los cumpleaños,etc,. los vivimos con menos emoción y por eso tal vez creo mucho en lo que has escrito y se lo que puedes sentir, me veo reflejado.

No será indicativo ello de que el ángel negro le va ganando terreno a diario al sol, la luz?

Joer que metafórico me he levantado.

abrazos.

Rafael Arenas García dijo...

Intuyo una segunda parte, la aguardo. Me gusta mucho tu verso largo. Todo el poema es muy evocador; aunque mi recuerdo de la infancia no es ése, no, no lo es. Y no tuve una infancia desgraciada, al contrario; pero siempre hubo una inquietud, una insatisfacción; me molestaba ser niño. Fue en la adolescencia cuando comencé a ser feliz.
El nordeste, hacia tiempo que no lo oía mencionar.
Un abrazo.

uminuscula dijo...

adoro ese biedma

todos

ana dijo...

antes mis veranos sí eran cortos,ahora se me suelen hacer muy largos

besos

Maria Sangüesa dijo...

El tiempo, que no hace concesiones. La vida, que no se detiene. Y tu poema, que refleja todo esto de una manera personal y hermosa. Un beso.

Bibiana Poveda dijo...

y uno se va despidiendo. dicen que crecemos. dicen... a veces lo llego a creer.
a veces me encierro en un verano largo como el olvido.
me dio como una lluviecita en el alma, al leerte.
abrazo.

Antonio dijo...

"Esos días azules, ese sol de de la infancia"

Colliure, febrero 1.939

Imma dijo...

También ahora unas veces, los días pasan "con un tiempo de adagio, lento, sin relojes ni nubarrones" y otras oteamos un horizonte preñado de tormentas que sabemos viviremos con miedo y sin tragedia. Es así. Me gusta.

Brindamos y celebremos esas otras vidas que nos quedan y nos vamos a llevar por delante.

Zuñi, "guapu", cierra los ojos y verás bastantes globos de colores,
unas velas (no valen las velas-número ni dormirse contado velitas) y un montón de besos que vienen del nordeste. Felicitación por tus versos anticipada.

Como Rafael (siempre la idea clara, la palabra precisa) intuyo una segunda parte, la aguardo (qué bonito verbo, aguardar

Pep dijo...

Pues te vas a hartar a soplar velas, qu ya sé lo del viernes. 11-S, gran festejo! Espero para felicitarte, pero te has adelantado.
SUP!!!

Jose Zúñiga dijo...

Siempre es otro hoy, Santi, ya sabes..

Jose Zúñiga dijo...

Mi pesadilla tampocofueron los granos, amigo, sino la mili, a lo dieciocho. En el instituto me divertí, aunque me castigaban siempre.
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Espera y verás, Ángel, que esto sigue, el ángel negro a la mierda. Pero esa distinta percepción del tiempo, de su "duración", es algo que me preocupa desde hace tiempo y me resulta difícil de expresar. Continuaré...

Salud.

Jose Zúñiga dijo...

Intuyes bien, como siempre, Rafael. Pero esta vez no es una serie, sino un poemable fragmentado que, cuando sea poema, habrá que cuadrar. Y no serán dos, sino cuatro los fragmentos (tan largo no hay quien lo lea, jeje). Hay una razón, lo verás.
Un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Y yo doaro esa cabere, Rebeca. Ya somos dos, o dos mil.

Jose Zúñiga dijo...

Ana, el caso es que suelen ser siempre de la misma duración. Pasa igual con el invierno. Claro que de niños el invierno, navidades aparte, no cuenta.

bS.

Jose Zúñiga dijo...

Gracias, María, esto tiene continuación y ya verás cuánta razón tienes. El problema es dar con las palabras, yo no creo haberlo conseguido. Lo haré, tarde o temprano.

Beso.

Bletisa dijo...

Si el tiempo dura siempre el mismo tiempo no sé por qué cambia tanto con la edad la percepción que de él tenemos a medida que envejecemos.
Para mí cada día es todo más misterioso, se me escapa.

Jose Zúñiga dijo...

Qué bueno verte por aquí, Antonio! Barajé esa cita, pero al final me decanté por Gil de Biedma.
Un abrazo.
Pd.- Verá que está difícil la cosa. Mañana te digo.

Jose Zúñiga dijo...

Como le digo a Rafael, y tú lo intuyes también, la cosa sigue. No sé si tendrá un final feliz, pero seguro que será el 11-S. Ahí quemaremos las velas, las naves y lo que haga falta. Quedas invitada.

Me encantan los besos del nordeste, mar i tu i yo y tot. Los del centro queman.

Besos nórdicos, cálidos.

Jose Zúñiga dijo...

... y las sonrisas-paréntesis ;)

Jose Zúñiga dijo...

¿No era una sorpresa, Pepe?

Jose Zúñiga dijo...

El tiempo se escapa, Ble, por eso mejor atraparlo fuerte, y practicar aquéllo del carpe diem. Pero no nos pongamos transcendentes, que luego pasa lo que pasa, a ver si entre una cosa y otra vamos a dejar de reírnos. Eso, nunca.

Bs intemporal.

Jose Zúñiga dijo...

Pero Bibi, si te me habías pasado!lluviecita, me ha encantado. Yo, como buen demente, a veces me siento niño. Pero mis huesos me temo que no: están deseando ser calavera, lo llevan claro.

Bes.

Le Fay ʚïɞ dijo...

Me gusta seguir siendo niña...
un beso

Jose Zúñiga dijo...

Sylvia, guapa, nunca dejes de serlo.

Anónimo dijo...

ERES UN MonStruO Zúñiga, espero algun día encontrar un libro tuyo en una biblioteca.

Diría, como suele decirse...LO SABÍA.
y me quedaría tÁn feliz por no haber perdido mi buen olfato.

Un gran abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Y tú eres grande, Aurora, hoy te echaba de menos... Gracias, lo que vas dejando por aquí me sirve de acicate, tal cual. Así que ahora vamos a por la biblioteca: lo verás, si así lo quieres ;)
Bss.

Anónimo dijo...

;)