Se trafulcó con las palabras y partió la mesa de un cabezazo. Se partió el alma y nunca más se supo de él. Hay gente que merece un respeto. No como yo, que nunca me trafulco ni me meto en trifulcas, me doy asco.Sin ir más lejos, hoy saludé amablemente a mi vecina en vez de romperle la cara, no se puede ir así por la vida.
Despertar a los muertos, de Scott Spencer
Hace 2 días
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